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Park Jimin.

Todos conocen su nombre en la manada y como no hacerlo si la mayoría lo detesta. El pelinegro desde pequeño fue criado por un hombre al que tampoco le tenían mucho cariño y debido a eso a nadie le sorprendió ver que Jimin resultó ser una copia de su padre.

Park Jeechul, en sus tiempos de vida fue un alfa que no tenía respeto por nada ni nadie. Solía desafiar a alfas más jóvenes y dejarlos inconscientes de tantos golpes solo para sentirse superior a ellos, consideraba a los omegas cómo simples incubadoras o sirvientes de su pareja, que cuando ya no sirvieran debían ser desechados. Solía usar su voz de mando con mucha frecuencia para doblegarlos y tener un revolcón con alguno o alguna, ese era el único aspecto que Jeechul no discriminaba ya que para él, un agujero sea de quién sea seguía siendo un simple agujero.

Con ese mismo pensamiento crío a Jimin, el hijo que tuvo en un descuido con una omega, la cual nunca pudo conocer a su cachorro debido a complicaciones durante su parto que terminaron causando su muerte. El pequeño pelinegro admiro a su padre desde el día uno, lo consideraba un ejemplo a seguir y el alfa que quería llegar a ser en el futuro.

Algo que consiguió.

Con veintidós años recién cumplidos, Park Jimin se ganó el odio y miedo de muchas personas, algunos alfas no se le acercaban para no generar peleas innecesarias mientras que otros solían buscarlo solo para conseguir omegas fácilmente. Aunque a puertas cerradas no se contenían en soltar veneno sobre él. Era, probablemente, la actividad más entretenida de la tarde para aquellos alfas que repudiaban al castaño, incluso le habían puesto nombre a su negoció, "Desahógate de Park Jimin"

Omegas, la mitad le temía y la otra parte se sentía atraída hacia él, cosa que aprovechaba para tener un polvo de vez en cuando.

Esa era su vida y a pesar de que se sentía satisfecho con ella, le faltaba algo que en este momento le pertenece a otro alfa.

Un alfa que odia con todo su ser... Jeon Jungkook.

El hijo del actual alfa líder era uno de los alfas más queridos en la manada. Jungkook era considerado por todos como un hombre leal, confiable, valiente, caritativo, amable, divertido, bueno con los niños, respetuoso con los omegas y bla, bla, bla.

Una mariquita débil. Pensaba el pelinegro.

Desde que hace uso de la razón tiene una rivalidad con el castaño. Jeon recibía más atención de los omegas que él, a Jeon le deban regalos aún si no era una fecha festiva, Jeon tenía todos los privilegios habidos y por haber por el mero hecho de ser hijo del jefe.

Pero no por mucho tiempo.

Se supone que Jungkook debió haber tomado su puesto de alfa líder hace meses pero no lo hizo ya que para eso debe unirse a un omega primero y el castaño no quería tener como pareja de vida a cualquier persona, él quiere esperar a su omega destinado.

Y eso le estaba costando un poco caro ya que el hechicero de la manada advirtió un eclipse lunar dentro de unos días, el primero luego de cien años. El consejo estaba presionando a Jeon para buscar un omega antes de que eso suceda porque de lo contrario perdería su puesto.

¿La razón? Este eclipse llamado oportunidad de luna, es un suceso que pasa una vez cada un siglo y es muy importante ya que por medio de este se decide a la nueva generación de líderes que gobernará por los próximos cien años. Los alfas más dignos y fuertes de la manada deben enfrentarse y el último en quedar en pie es el elegido.

El nuevo alfa.

Jimin se siente digno de ese puesto y está dispuesto a luchar hasta la muerte por el, se lo prometió a su padre y lo obtendrían para demostrarle a esos inútiles que se hacen llamar alfas quien realmente era un verdadero alfa.

🌙

—¿Cuántos días nos quedan con exactitud?— Murmuró el corpulento hombre con inquietud.

El viejo beta trago saliva con dificultad y exhaló.

—Cinco días, el eclipse será este sábado a las diez en punto.— Informó, observado con lastima a su líder.

Jeon Juwoon maldijo y comenzó a dar vueltas por su oficina sin saber que hacer. El eclipse era algo inevitable pero el alfa temía que su manada caiga en manos equivocadas si es que su hijo perdía el enfrentamiento.

—Demonios, ¿Que haremos si vencen a Jungkook? ¡Nadie aquí sabe cómo manejar una manada!— Gruño.

—¿Acaso dudas de tu hijo?— El beta lo observo con extrañeza.— Ví a Jungkook crecer y puedo decirte con certeza que es el alfa más fuerte de este lugar, y no solo me refiero a fuerza física.

Juwoon suspiro y se dejó caer en su asiento.

—No lo entiendes Suho, se que es capaz de muchas cosas pero temo que sea demasiado para él.— Confesó con angustia.— Además está ese Alfa y tú sabes bien que con tal de tener mi puesto, él mataría a cualquiera sin remordimiento alguno.

La expresión del beta se oscureció por un momento y el alfa se arrepintió de haberlo mencionado.

—Jimin ha hecho cosas malas pero nunca asesino a nadie y no lo creo capaz de hacerlo, es demasiado incluso para alguien como él.

Jeon no pensaba igual pero se quedó en silencio por respeto a su amigo. Sentía lastima por él pero no era algo que estuviera a su alcance como para poder ayudarlo.

—Papá, ¿Esta todo bien?— Pregunto Jungkook, tomando asiento en el lugar que el hechicero antes ocupaba.— Suho se veía muy serio cuando salió.

—Realmente no, todo este asunto del eclipse me tiene estresado.— Respondió con honestidad.

El castaño suspiro y se cruzó de brazos adoptando una postura de aburrimiento.

—Todos están muy al pendiente de eso en estos días.

—¿Cómo no hacerlo? Lo que sea suceda el sábado marcará un antes y un después en nuestra manada.— Señaló con seriedad.

—Lo sé, el consejo me sigue repitiendo lo mismo desde hace días.— Rodó los ojos.— Deberían confiar más en mi, yo lo hago y por eso estoy tan tranquilo.

—Confíamos en ti, es solo que...

—¿Que?

—Park competirá también.— Dijo esperando una mala reacción de su hijo pero esto no pasó y eso le sorprendió.

—Eso es obvio, ese idiota quiere competir conmigo en todo y estoy seguro que sueña con esto desde hace mucho tiempo.— Reconoció con tranquilidad.— Pero no me ganará, yo tengo más entrenamiento que él y se que estará con el ego por los cielos al creer que tiene una posibilidad pero eso justamente es lo que siempre lo pone en desventaja y lo usaré a mi favor.

El líder admiro la valentía y serenidad de Jungkook, cualquier otro alfa en su posición estaría nervioso por toda la presión impuesta pero a él parecía no importarle.

—Aún así quiero que sepas que si no lo consigues seguirás siendo mi mayor orgullo.— Juwoon rodeo el escritorio y le dió un cálido abrazo a su primogénito.

—Te prometo que me esforzaré para no perder nuestro título.— Murmuró correspondiendo el abrazo.— No hubo un mejor liderazgo en la historia que el de los Jeon y me encargaré de que eso siga por muchos siglos más.

Nadie iba a quitarle el título que le corresponde por derecho y si tenía que luchar hasta la muerte por el...

Lo haría.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINWhere stories live. Discover now