—¿Esa mujer es tu abuela? Con razón, la locura viene de familia.— Se burló.

—Es un poco hipócrita de tu parte llamarme loco y más justamente tú ¿No crees?— Replicó irritado.

Jimin observo mal al contrario y estuvo a punto de responderle cuando un chico llegó.

—¡Hola! Mi nombre es Jiho y seré su instructor por hoy, les enseñaré el lugar y les diré las tareas que deben realizar.— Informó con una sonrisa el omega rubio, aunque su atención estaba más puesta en el alfa que en el pelinegro.

—Muchas gracias.— El alfa hizo una corta reverencia y codeo al omega para que él también lo haga.

—Como sea.— Bufó y el rubio sonrió incómodo.

—De acuerdo, síganme.— Pidió y los tres se adentraron al lugar.

Era un área espaciosa y repleta colores por doquier, había desde niños hasta adultos mayores y el ambiente se sentía muy agradable.

—Este lugar tiene la finalidad de ayudar al pueblo con diferentes clases y talleres para mejorar la vida cotidiana, hay clases de cocina y costura, clases para niños donde pueden mejorar sus habilidades, un club para las personas mayores dónde tienen juegos de mesa y cartas para pasar una tarde entretenida, un club de lectura al que todos pueden acceder y muchas cosas más.— Explicó y pasaron por todos los sectores que se iban mencionando.

Jimin observaba todo con aburrimiento, el ruido en ese lugar era molesto y ver a niños corriendo de aquí para haya era peor.

—La última vez que vine no estaba el club de lectura.— Dijo el alfa observando los estantes llenos de libros.

—Esa es bastante reciente, la implementaron ante la petición de un hombre al que le encanta leer y fue él quien donó gran parte de los libros.— Sonrío mostrando todos sus dientes para Jungkook, quien tenía su total atención en los libros.

—Es increíble.— Sonrió y el rubio soltó una risita tonta. Sin verlo venir, el rubio tomó con una gran confianza el brazo del castaño para seguir con el recorrido.

Park levanto una ceja y observó con asco el comportamiento del omega. ¿Tan necesitado estaba por una polla? Llegar a ese nivel era repugnante.

—¿Puedes ir de una vez al punto? Me estoy aburriendo de esto.— Dijo el pelinegro hacia el rubio.

—Eh, claro.— Asintio con una mueca y tomó distancia del alfa— Ustedes deben encargarse del taller de ayuda.

—¿Cómo sería exactamente?

—Ante problemas o dudas las personas recurrieran a ustedes y deberán ayudarlos a solucionarlos.— Explico con simpleza.

—¿Ante cualquier tipo de problema?— Cuestionó el alfa.

El omega asintió con una sonrisa más dulce.

—Si alguien tiene un problema con su cabaña deberán ayudar, al igual si se presentan problemas que solo necesiten una charla. Y de hecho ya tienen su primer trabajo— Le dió una hoja a Jungkook y rozó disimuladamente sus manos en el proceso.— ¿Alguna pregunta?

Jimin negó y le arrebato la hoja de las manos al alfa. Jungkook asintió efusivo sin siquiera darle importancia a las acciones de ambos omegas.

—¿Tendremos un horario?

—Oh si, deben estar aquí todos los días al mediodía y se irán cuando caiga el atardecer.— Dijo y se dió vuelta cuando alguien lo llamo.— Debo irme, pero si tienes más dudas al respecto puedes buscarme, estoy en la sala de descanso del ala este.— Se dirigió completamente al alfa con un tono de voz seductor, este asintió despreocupadamente sin captar la indirecta.

Contrario al pelinegro quien tenía una mueca y observó incrédulo al menor.

—Realmente no se si eres un idiota o solo te haces.— Pronunció dejándose caer con fastidio en una de las sillas.

—¿Disculpa?

—¿No te diste cuenta?— Inquirió con obviedad.

—¿Cuenta de que? — Preguntó y el mayor soltó una risa sin poder creerlo.— ¿Puedes ser más claro?— Pidió sin entender.

Jimin lo observó incrédulo. De aquí a la otra punta de la manada, cualquiera podría darse cuenta que ese Omega quería meterse entre las sábanas de Jeon, menos él, aparentemente.

—Nada.— Negó con cansancio y observó la hoja que les había dado el rubio.—Demonios, ni siquiera empieza y ya quiero irme.— Se quejo el pelinegro.

—No es tan malo, esto me ayudara a acercarme más a la gente de la manada, ya sabes, soy el futuro lider.— Sonrió orgulloso y tomó la hoja para observar que tareas cumplir.

No por mucho. Pensó irritado.

Jimin gruño por lo bajo y le arrebato de nuevo el papel.

—Ayudar a Min Yoongi con su huerto— Leyó con el ceño fruncido.— Que aburrido, ¿Acaso este tipo no puede con unas simples verduras?

—Lo conozco así que andando y deja de quejarte.— Avisó y comenzó a caminar dejando al pelinegro atrás.

—Diji di quijirti, imbécil.— Murmuró.

—Te escuché, Park.— Gruño.

—No se que le ves de bueno a esto, es una perdida de tiempo.— Protestó mirando con cólera a esas personas que los veían, murmuraban y los señalaban a la distancia ¿Acaso no tenían una jodida vida?

—Heredare esta manada y debo conectar con mi gente si quiero que las cosas progresen de forma correcta. — Explicó simplemente.

¿Conectar? Jimin no pensaba igual, para él la gente debía obedecerlo porque tenían que hacerlo. No había más razón que esa y si alguien se oponía sería castigado, el régimen perfecto ¿Para que perder tiempo con gente que te cambiaría por un pedazo de pan si tuvieran la oportunidad? Eran ingratos y no valía la pena desperdiciar tiempo en banalidades.

—Eres demasiado ingenuo.

—¿Por qué? ¿Por tener una mirada de la vida que no es una mierda?— Detuvo su paso y observó al Omega de frente.— Recuerda que a diferencia de ti, Jimin, yo tengo el cariño y la confianza de la gente. Si quiero algo no necesito amenazar a nadie, solo tengo que pedirlo y me lo darán, esa es la diferencia entre tu y yo.— Los apunto a ambos y sonrió.— ¿Soy ingenuo? No creo que tanto como tu, si sabes a lo que me refiero.

Y sin más continúo con su paso dejando atrás al pelinegro demasiado tenso. Sabia que había ganado esa batalla y estaba satisfecho con eso.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ