Camila estaba en la cocina preparando algo para las dos. Busco en la alacena y encontró una pasta, no sabía cuánto tiempo llevaba la pasta en ese lugar, pero esperaba que no llevara quince años y que Lauren la haya comprado tan solo hace poco.

Coloco la pasta en una olla previamente calentada con agua y después comenzó a cortar verduras. Lauren se acercó a ella y la abrazo de espaldas recargando la cabeza en su hombro.

— ¿Sabes que es la primera vez que me cocinas? — Dijo suavemente dejando un tierno beso en su mejilla.

—Creo que nunca tuvimos el suficiente tiempo para nosotras.

—Ahora lo tendremos, no pienso dejarte ir ¿sabes lo horrible que me siento por haberte hablado de esa forma?

Camila dejo el cuchillo en la mesa y se giró para tener a Lauren de frente. Rodeo los brazos en su cintura y la apego más a ella.

—Lo que importa es que ahora estas aquí.

—Estaba dolida, Camz. — Dijo torciendo la boca y bajando un poco la mirada. — Aun lo estoy... — Le confeso.

—Yo no quise que esto fuera de esa forma, me sentía muy sola...

—Está bien, solo ya no sigas.

—Lo siento. — Dijo Camila.

Lauren no respondió nada al respecto, simplemente abrazo a la menor y dejo un tierno beso en su cabeza. Permanecieron así un momento reconfortándose la una a la otra.

—Hoy se lo diré.

—Creí que se lo diríamos juntas. — Respondió Lauren apartándose un poco de Camila para poder mirarla a los ojos.

—Me topé con ella en el instituto, tendremos una cena en mi casa.

— ¿Una cena? — Pregunto arqueando una ceja. Definitivamente estaba comenzando a sentir celos.

—Por su cumpleaños, ahí le diré todo. —Llevo una mano hasta el rostro de Lauren y comenzó a acariciar su mejilla.

— ¿No quieres que vaya?

—Creo que es mejor que esto lo haga sola, he encontrado la oportunidad para hablar con ella.

— ¿Después estaremos juntas? —Pregunto con preocupación, tantas veces habían intentado estar juntas, pero siempre había algo que las separaba.

—Lo estaremos. — Le aseguro. Lauren se acercó a sus labios y el beso con ternura.

Se separaron cuando un olor extraño comenzó a llegar a ellas.

— ¿Qué es ese olor? — Pregunto Lauren.

— ¿Cuándo fue la última vez que compraste pasta?

Lauren se quedó pensando durante un momento, entrecerrando un poco los ojos.

—Cuando Morgan quería que le hiciera unos pulpos con pasta.

—Creo que ya sabemos que es lo que huele mal.

Lauren soltó una risita y nuevamente beso a Camila. Amaba a la castaña, la amaba tanto que aun sentía mariposas en el estómago al besarla. Se sentía completa al estar junto a ella.

—Si sucede algo me llamas ¿de acuerdo?

—No sucederá nada Lern, todo estará bien.

—Es solo que ya no conozco a Morgan. —Soltó un suspiro. — No sé cómo pueda llegar a reaccionar.

—Ella es buena, tanto como tú.

—Ella y yo somos diferentes, recuerda que la crio alguien más.

—Todo estará bien. —Le dijo de una manera tan segura, sin dudar en algún momento de Morgan. ¿Cómo dudar de ella? Alguien que te quiere no te hace daño.

Amor Clandestino | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora