Capítulo 18

480 45 3
                                    

Sentí que alguien se subió arriba de mí, pero no sentía mucho peso encima. Abrí los ojos y un maldito dolor de cabeza apareció junto con la mirada de una pequeña que me veía con una sonrisa y unas mejillas muy rosadas, como si la hubiera atrapado haciendo alguna travesura.

¿Dónde estaba? ¿Por qué Morgan estaba aquí?

Claro, estaba en casa de Lauren, pero creí que me había quedado dormida en el sofá ¿Cómo llegue hasta aquí?

Quería sonreírle a Morgan de igual manera pero el estúpido dolor de cabeza no me dejaba. Cerré los ojos con fuerza y sentí como con su manita me acariciaba la mejilla, cosa que me reconfortaba. Abrí los ojos nuevamente esforzándome por no cerrarlos.

—Mami dice que estas enferma, yo estaba cuidando de ti. — Se inclinó hacia mí y dejo un beso en mi mejilla. — Así te vas a sentir mejor, mami siempre me da uno cuando me siento mal.

—Pues ahora me siento mucho mejor. — Le dije a Morgan al mismo tiempo que me incorporaba en la cama y la tomaba entre mis brazos dejando un pequeño beso en su cabeza. La pequeña arrugo la nariz y abrazo mi cuello.

Así permanecimos durante unos minutos, era como si Morgan disfrutara el abrazarme y no quisiera soltarme. Momentos después voltee hacia la puerta de la habitación y vi a Lauren recargada en el marco de la puerta viéndonos con una tierna sonrisa.

—Hey... — La salude dejando a Morgan a un lado.

—Morgan, cariño. ¿Por qué no vas a la cocina? Ya esta listo tu desayuno.

—¡Panqueques! — Grito la pequeña muy entusiasmada. — Vamos Cameela. — Dijo la pequeña con un tono de voz muy tierno y tomo de mi mano.

—Camila ira en un momento cariño, primero debo hablar con ella.

La pequeña me solto la mano y bajo con mucho cuidado de la cama para ponerse enfrente de su madre y alzar un poco la mirada hacia ella.

—¿Puedo esperarla aquí? — Lauren negó con la cabeza y la pequeña hizo un puchero.

—No tardaremos princesa. Anda ve por tus panqueques.

Morgan soltó un pequeño quejido y se cruzó de brazos antes de salir por la puerta, la cual inmediatamente Lauren cerró.

—Hola. — Le dije con una pequeña sonrisa, o con lo que yo creía que era una. El dolor de cabeza me estaba matando y no sabía si lo que trate de hacer parecer una sonrisa era eso o un simple gesto.

—Me haz mentido. —Se cruzó de brazos y me miro con unos ojos que lo único que reflejaban era decepción.

Baje el rostro tratando de evitar su mirada. — Yo... lo siento, no quería mentirte pero no podía fallarle a Dinah.

—Tienes suerte que Ally se encontraba aquí y pude dejar a Morgan a su cuidado. De otra manera no hubiera podido ir por ti.

—No te pedí que fueras por mí.

—¡Joder Camila! Estabas borracha y cuando llegue un tipo quería hacer quien sabe que cosas contigo.

Seguí con la mirada lejos de ella, no podía mirarla.

—Lo siento.

Ella soltó un gran suspiro y se sentó a mi lado.

—Sé que no puedo decirte lo que debes o no debes hacer. No soy quien para hacerlo, eres tu quien tiene el control de tu vida, pero te quiero Camila, y quiero cuidar de ti, quiero asegurarme que nada malo te pasara.

—Yo también te quiero. — Fue lo único que dije antes de recargar mi cabeza en su hombro y abrazarla de lado. Dejo un beso en mi cabeza y permanecimos en silencio un par de minutos. No era un silencio incomodo, en realidad era uno agradable.

Amor Clandestino | CamrenWhere stories live. Discover now