Capítulo 16

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—Ha llegado el final de la transmisión del día de hoy recuerden pasar un buen fin de semana, nos escuchamos el lunes. —Comencé a decir dándole fin al programa e inmediatamente me levante de la silla.

—Yo soy Austin Mahone...

Camine hacia la puerta, tenía la cabeza en otro lado o más bien me encontraba pensando en alguien, ni siquiera había notado que aún no terminaba por completo la transmisión, Dinah me hizo una seña desde su cabina y por suerte la capte, por lo que casi corrí hacia el micrófono para poder finalizar.

—Y yo soy Camila Cabello. —Dije un poco apresurada. Finalmente solté un gran suspiro y nuevamente me dirigí hacia la puerta pues Dinah me había dicho que alguien había traído flores para mí cuando me encontraba al aire y me moría por saber si eran de ella, aunque no esperaba que fueran de alguien más. Desde la última vez que nos vimos hace unos días, me pidió mi número celular y hablábamos muy a menudo. A veces hablábamos de cosas tontas, a veces de cosas interesantes, pero siempre me agradaba hablar con ella. Le había dicho que necesitaba tiempo para pensar en si darle otra oportunidad, pero creo que sin darme cuenta ya se la estaba dando.

Creo que comenzábamos a tener una especie de relación.

—Vale Camila sí que tienes la cabeza en otro lado, hasta pareciera que estas enamorada.

Solté una risa sarcástica y negué con la cabeza saliendo finalmente d la cabina para dirigirme hacia Dinah.

— ¿Dónde están? — Pregunte con un poco de desesperación mirando para todos lados hasta que mis ojos se fijaron en un ramo de orquídeas azules. Sonreí ampliamente pues recordé aquella vez en que le regale unas iguales. — ¿Son esas?

Dinah asintió con la cabeza he inmediatamente fui hacia las orquídeas.

— ¿Es por esto saliste a toda prisa antes de terminar la transmisión?

Tome las orquídeas y olí su aroma para después voltear mi mirada hacia Dinah.

—Tal vez... —Dije con una pequeña sonrisa.

— ¿Son de ella?

—Yo creí que tu...

—No la dejaron subir, dicen que venía con una niña y tener a una niña por esta área podría causar problemas en plena transmisión.

—Morgan. —Murmure en voz baja.

— ¿Si son de ella?

Me encogí de hombros y busque alguna tarjeta que me dijeran quien las había mandado, debajo del ramo encontré un pequeño sobre, lo abrí y saque una tarjeta. Era ella.

Aun me recuerdan a ti.

L.J.

P.d. Me gustaría verte, estoy en la cafetería de enfrente.

Una sonrisa se extendió en mi rostro, no duro mucho porque Dinah comenzó a molestar.

—Lauren y Camila sentadas en un árbol b.e.s.á.n.d.o.s.e.

Dios, que fastidiosa.

— ¿En serio Dinah? ¿Cuántos años tienes? ¿Cinco?

—Primero viene el amor... — Me ignoro por completo. — Después viene el casamiento...

— ¿Puedes parar?

—Luego viene el bebé. — Rodee los ojos, era insoportable.

—Si sigues no iré contigo al club esta noche.

—En el.... —Al escuchar mi amenaza se detuvo. Camila siempre gana. —Oh no Camila, de ninguna manera esta vez no tienes excusas para no ir. — Se cruzo de brazos y frunció el ceño.

Salimos del edificio, yo llevaba el ramo de orquídeas en mis manos, no iba a soltarlo por nada.

Cruzamos la calle y entramos a la cafetería de enfrente, deje que Dinah ordenara por mí mientras buscaba a la chica de ojos verdes.

—Lindas flores. —Escuche una voz conocida que me hizo sentir mariposas por dentro.

—Sí, creo que son lindas. — Mire las flores y solté una pequeña carcajada. — ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Cargo el ramo por mí y me guía hasta el lugar en el que se encontraba Morgan. Dejo las flores y vi a una pequeña Lauren tomando lo que parecía ser un chocolate con un panqueque.

—Hemos estado esperando hasta que terminara el programa.

—No nos dejaron ir a donde estabas. — Dijo la pequeña con el ceño fruncido.

—Pronto las llevare a las dos y les enseñare el lugar.

— ¿Lo prometes? — Dijo la pequeña muy entusiasmada.

—Lo prometo.

Dinah llego a la mesa a los pocos minutos con dos bebidas. Le presente a Lauren y a Morgan. Parece que le agrado Lauren porque ambas no dejaban de hablar y claro, Dinah no dejaba de lanzarme miradas, solo esperaba que Lauren no las notara.

Dinah invito a Lauren a salir con nosotras, me entusiasmaba la idea de que Lauren fuera, pero ella se negó.

—Lo siento debo de cuidar a este pequeño monstruo. — Dijo acercando a Morgan más a ella y dándole un pequeño beso en la cabeza. — Además no deberían ir a esos lugares están llenos de hombres que... — Se detuvo al recodar la presencia de Morgan. — Que buscan aprovecharse.

—No seas aguafiestas Lauren, Camila ira conmigo y la pasaremos bien.

— ¿Camila, en serio piensas ir?

Baje la mirada evitando a Lauren.

—Si. — Respondió Dinah por mí.

—No iré.

— ¡¿Qué?! —Exclamo Dinah levantándose de la mesa. Morgan se encontraba presenciando todo como si de una película se tratara.

—Creo que Lauren tiene razón, no debería ir a esa clase de lugares, ni siquiera me gustan.

— ¿De qué lugares habla mami? —Pregunto la pequeña con mucho interés.

—De ninguno cariño —Respondió Lauren.

—Joder, Camila. — Hablo Dinah.Morgan cubrió su boca con sus manitas y abrió ampliamente los ojos como si Dinah hubiera dicho la peor de las palabras.

— ¡Dinah! No digas esas palabras enfrente de mi hija.

—Pues entonces llévala lejos de aquí

— ¡Dinah! — Exclame a la rubia.

Dinah no respondió, simplemente se cruzó de brazos y volteo los ojos. No era la primera vez que insistía en que fuera con ella. Dinah era mi mejor amiga, no quería mentirle a Lauren, pero tampoco podía fallarle a Dinah.

— No iré, me quedare en casa. — Mentí.

— ¿Lo dices en serio? — Pregunto Lauren. Simplemente asentí, no podía mentirle más al decirle que si con palabras. — Eso es bueno, Chris me contaba cómo te ponías cuando salían a esa clase de lugares y la verdad no me gustaría pensar que eso suceda de nuevo.

Había olvidado todo eso. Cuando era novia de Chris y salíamos a esa clase de lugares, a veces –siempre- tomaba de más y Chris únicamente se la pasaba cuidándome. Después le prometí que no volvería hacerlo y cumplí.

.................

Llegamos al club, llevaba puesto un vestido que me llegaba más arriba de los muslos y una chaqueta negra corta.

—Me hubieras dicho que solo querías quedar bien con Lauren y no me hubiera puesto asi. — Dijo Dinah mientras se retocaba el maquillaje.

—No me gusta mentirle.

—Ella no puede prohibirte hacer cosas, como quiera tu novia no tiene por qué enterarse.

—Aun no es mi novia.

Entramos al lugar sin dificultad, el guardia conocía a Dinah. Me siento mal por mentirle a Lauren, pero por lo menos no pienso probar ni una sola gota de alcohol.

Amor Clandestino | CamrenWhere stories live. Discover now