Capítulo 10

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Dicen que el amor tiene varias etapas, en ellas está la atracción, las emociones, los celos, el dolor... la lista es interminable, pero todo eso nos lleva hasta la felicidad. No existe un verdadero amor en donde los problemas no ocurran, pues son los problemas los que mantienen una relación muy fuerte y es lo prohibido lo que nos hace querer algo a toda costa.

— ¿Camila? — Pregunte muy sorprendida limpiando mis lágrimas.

— ¿Lauren?

—No tienes que decir mi nombre de vuelta. — Dije riendo un poco.

—Tampoco tengo que besarte de vuelta, y siempre lo hago. — Sonreí un poco al escucharla. Sabía que a pesar de lucir mal, ella estaría bien.

—Bésame, Lauren.

—Camila yo...

—Bésame, luego te explico.

No podía negarme, no podía negarme a nada de lo que ella me pidiera. Me acerque lentamente hacia ella y con delicadeza tome sus mejillas entre mis manos, dejando un casto beso en sus labios. Ella cerró los ojos durante un momento, después los abrió y me tomo de la nuca acercándome nuevamente hacia sus labios.

— ¿Qué tienes que explicarme? —Le pregunte al darle fin al beso.

— ¿Explicarte?

—Dijiste que te besara y luego me explicarías.

—Solo quería que me besaras y te callaras.

Reí al escucharla.

Ella me miraba de una forma que hacía que mi estómago se revolviera, sabía que no era por lo que había comido, si no era por lo que provocaba su mirada en mí. Dios, la quería. Enserio lo hacía.

¿Cómo podía siquiera seguir viviendo sin ella? ¿Cómo había podido vivir sin ella?

—Camila...

—Lauren. — Dijo antes de que pudiera hablar más.

—Deja de hacer eso. — Hizo un puchero y me miro como una niña regañada. — ¿Escuchaste lo que te dije antes de que supiera que estabas despierta? — Camila asintió suavemente con la cabeza.

—Me preguntaste si en otra vida podíamos estar juntas. Pero yo quiero estar contigo en esta y también en las otras.

— ¿Escuchaste lo que dije antes de eso?

Camila entrecerró un poco los ojos como si estuviera pensando.

—Chris... ¿es tu hermano?

—Eso parece.

—Aun así quiero estar contigo. —Dijo con sinceridad.

—Y yo contigo, pero...

— ¿Por qué siempre debe de haber un pero?

—Es mi hermano, mi familia, no puedo hacer eso, apenas lo encontré. Tú eres su novia, no puedo quitarle eso.

—Termine con él. —Dijo Camila.

— ¿¡Que!?

—No puedo estar con él cuando solo quiero estar contigo.

Al escucharla decir eso me fue inevitable sonreír, ella en verdad me quería tanto como yo la quería.

—Usted no puede estar aquí. —Dijo una enfermera que entraba a la habitación. Ambas volteamos hacia ella. Al ver que Camila estaba despierta se sorprendió un poco. —Salga de aquí, debo revisar al paciente.

Me levante de la silla en la que estaba sin poder dejar de mirar a Camila. Di la media vuelta y me dirigí hacia la puerta, pero me detuve al escuchar a Camila.

—Lauren. —Me di la vuelta y voltee hacia ella.

— ¿Si?

— ¿Estaremos juntas?

Me quede en silencio, sin saber realmente que responder.

—Algún día... —Le dije y después me marche.

.................

Regrese hacia donde estaba Harry, creo que el hablar con Camila me había tranquilizado un poco, pero también me había hecho pensar en muchas cosas. ¿Qué debía hacer? Quiero a Camila, pero no puedo dañar a Harry. ¿Por qué el amor tiene que ser así de complicado? ¿Por qué las cosas no pueden ser sencillas? Porque no simplemente pueden abrir un camino que nos guie hasta nuestra felicidad, que nos facilite las cosas.

— ¿Cómo estás? — Me pregunto Harry quien ya se encontraba con sus padres.

—Bien.

—Cuando el doctor salió dijo que tu sangre y la de Chris compartían el mismo ADN. Estabas tan cerca de tu familia y ni siquiera lo sabias. ¿Quieres hablar sobre eso? — Negué con la cabeza y tome asiento y permanecí en silencio hasta que el doctor apareció de nuevo anunciando que Camila había despertado, pero eso yo ya lo sabía.

Alejandro y Anne entraron a la habitación de Camila. Harry quería hacerlo, pero permaneció conmigo.

Estuvimos en un silencio durante un largo tiempo, hasta que una voz rompió aquel silencio.

— ¿Lauren?

Voltee hacia una joven de estatura pequeña, que siempre que se encontraba de espaldas la confundían con una niña.

— ¿Ally? ¿Qué haces aquí?

— ¿Qué no piensas abrazar a tu mejor amiga?

Me levante rápidamente y me acerque a ella, le di un fuerte abrazo. Ella se veía mayor, pero tenía la misma estatura que la última vez que la vi. Por más que pasaran los años ella nunca crecería.

Amor Clandestino | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora