Capítulo 31

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Camila comenzó a despertar poco a poco. ¿Qué había pasado? Ella no recordaba nada. Pero entones los recuerdos comenzaron a aparecer en su cabeza e inmediatamente comenzó a buscar a Lauren con la mirada, pero ella había desaparecido. Lauren había estado ahí, ¿pero cómo era eso posible? o más bien dicho ¿cómo era posible que Lauren lucia exactamente igual que la primera vez que la conoció? ¿es que acaso despertar del coma te hace rejuvenecer?

No. Esas ideas eran absurdas, ella no pudo haber visto a Lauren. Lauren estaba en coma, la había visto el día anterior. Ella simplemente estaba ilusionando. Era tanto su deseo porque Lauren despertara que comenzaba a verla en todas partes. O eso era lo que Camila creía.

—Camila ¿Te encuentras bien? — Pregunto Becky, quien había entrado ante el llamado de la chica que se encontraba con ella.

—Sí, si... — Coloco su mano en su frente y comenzó a levantarse. — Estoy bien.

—Mande a la chica que estaba aquí en busca de la enfermera, ella pareció preocuparse cuando te vio desmayar. — Becky volteo hacia la puerta asegurándose que no había nadie y entonces hablo en voz baja. — Camila ¿esta embarazada?

— ¿Qué? No, supongo que ha sido porque no he comido nada. — Mintió, no quería decir la verdadera razón de su desmayo. ¿Qué iba a decir? ¿He visto a mi novia que lleva más de 14 años en coma aparecer frente a mí como si nada?

—Iré a traer algo para que te alimentes. —Hablo Becky y justo en ese momento tocaron la puerta la cual se encontraba semi-abierta y de ella entro la misma chica que había provocado el desmayo de Camila. De no ser porque Becky la sostuvo, Camila se hubiera desmayado de nuevo. — ¡Camila! — Exclamo en el momento en que pensó que se desmayaría de nuevo.— ¿Dónde esta la enfermera? — Le pregunto Becky a la chica que había entrado.

—Uh, ella no estaba. —Esa voz... era tan solo un poco diferente a la que Camila recordaba eso tal vez se debía a que la chica tenía un hermoso acento inglés.

—Menudo día para faltar. Iré por comida para ella ¿podrías cuidarla mientras vengo? —Pregunto Becky antes de salir y la chica asintió acercándose hacia Camila.

Camila no apartaba la mirada de ella. Miro sus ojos verdes, su piel, su cabello... eran exactamente iguales a los de su novia.

— ¿La...Lauren? — Pregunto Camila tartamudeando, sintiendo como su corazón se salía de su pecho.

—Si...—Mostro una enorme sonrisa que dejo paralizada a Camila. — Aunque solías llamarme Lolo ¿Lo recuerdas?

Ahora todo comenzaba a tener sentido, ella no era su novia, ella era la hija de su novia. Morgan, aquella pequeña que le habían arrebatado de los brazos, aquella pequeña a la cual busco sin tener éxito alguno. }

Aquella niña que conoció hace tanto tiempo y que ya no era más una niña si no una mujer, había aparecido frente a ella.

—Dios mío... —Murmuro Camila. — Eres exactamente igual a ella. — Morgan sonrió un poco, pero no dijo nada al respecto.

— ¿Me extrañaste? Porque yo sí que te he extrañado. —Camila asintió y un par de lágrimas cayeron de sus ojos.

No podía creerlo, Morgan estaba frente a ella y era el mismo retrato de su madre.

—Pu...puedo darte un abrazo? — Le pidió Morgan. Camila nuevamente asintió, y en cuanto Morgan la envolvió en sus brazos Camila rompió en llanto.

Y lloraba porque la había extrañado, pero más que nada, lloraba porque no era su Lauren de quien se trataba.

—Camila te he traído esto. — Entro Becky con un emparedado y un jugo de frutas.

Amor Clandestino | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora