Amor Clandestino | Camren

Capítulo 44

Lauren comenzó a soltar un par de lágrimas al verla. Su hija ya no era una niña de tres años que todo el tiempo quería estar con ella. No era una pequeña que adoraba a una jirafa. Su pequeño amor, había crecido y ella no había estado para verla.

Comenzó a caminar lentamente hacia ella. Había esperado tanto para ese momento. Le hubiera gustado reencontrarse con su hija en otra situación, no en una en donde ella la estuviera pasando mal, pero quería estar con ella. Abrazarla y decirle que todo estaría bien. Quería ser su apoyo.

Al llegar hasta ella aparto a Camila con cuidado. Observo cada una de sus facciones. Creía que era hermosa. Su hija era la mujer más hermosa. Retiro algunos mechones y acaricio su rostro. Ninguna hablaba, no sabían que decir, había pasado tanto tiempo.

Lauren sonrió con tristeza y alegría, después el abrazo tan fuerte como si no quisiera soltarla.

—Dios, la última vez que te vi eras una niña.

Morgan estaba llorando, lloraba por tener a su madre, lloraba por la muerte de su amiga, pero sobre todo lloraba porque Lucy tenía razón y ella no le creyó.

Morgan había quedado atónita. En cuanto se separaron se quedó mirando a Lauren sin mostrar alguna expresión. No había felicidad, ni tristeza, no había absolutamente nada.

—Te extrañe tanto, mi vida. — Le dijo Lauren con la voz cortada.

Morgan volteo hacia Camila y la miro con odio. Después se lanzó hacia ella y comenzó a darle pequeños golpes en el pecho.

— ¡Lucy tenía razón! — Grito sin dejar de llorar. — ¡Ella tenía razón! ¡Me mentiste! — Sentía tanto dolor en su pecho. — ¡Me mentiste!

—Morgan... — Camila no hacía nada para detenerla. Lo inevitable estaba sucediendo.

Lauren no entendía lo que sucedía. Dinah rápidamente fue hacia Morgan y la tomo de los brazos para separarla de Camila.

— ¡La besaste! ¡Siempre estuviste con ella! — Trataba de zafarse, pero la morena tenia mayor fuerza. — ¡Confié en ti! Lo hice...— Morgan dejo de tratar de soltarse de Dinah y en lugar de eso cayó al suelo rendida sin dejar de mirar a Camila. — Eres mi novia, se supone que debía confiar en ti...

—Morgan... —Camila trato de hablar pero Lauren la interrumpió.

— ¿Novia? ¿De qué está hablando? — Se dirigió a Camila. — ¿Qué es lo que está sucediendo?

Camila no sabía qué hacer. Había imaginado tantas veces esa situación, pero definitivamente había resultado mucho peor.

— ¡Ella es mi novia! — Le grito Morgan a Lauren con los ojos rojos. — ¿Por qué tuviste que despertar? ¡Estábamos bien sin ti!

Lauren quedo en shock. ¿Es que eso era real? Miro hacia Camila buscando alguna respuesta, quería que alguien le dijera que todo era mentira. Miro hacia su hija esta vez y sentía como la miraba con desprecio.

Su labio inferior comenzó a temblar, sentía un gran nudo en la garganta.

— ¿Esto es real? — Le pregunto a Camila.

Camila no respondió, en su lugar bajo la mirada avergonzada.

— ¿Cómo pudiste mentir?

—Lauren... — Camila se acercó hacia ella pero Lauren inmediatamente retrocedió.

— ¡Me viste la cara este tiempo! — Volteo nuevamente hacia Morgan, ella estaba destrozada. — ¿Con mi hija? ¡¿Tienes una relación con mi hija?! — Pregunto incrédula.