Amor Clandestino | Camren

Capítulo 9

Chris estaba entre la vida y la muerte, Camila había caído inconsciente a los pocos minutos de haber sido hospitalizada. El doctor dijo que pronto despertaría.

— ¿Qué sucede con Chris? — Pregunto Harry muy preocupado.

—Perdió mucha sangre en el accidente, necesitamos un donador con urgencia, sino... probablemente no lo logre.

—Yo seré el donar. – Dijo Harry sin ni siquiera pensarlo. El doctor hizo una pequeña mueca.

—Necesitamos que la sangre sea compatible con la de él. Su sangre es poco común.

Levante la mirada al escuchar eso, si no me equivocaba, mi tipo de sangre tampoco era muy común, lo sé por todos aquellos estudios que me realizaban cuando era pequeña.

—Yo... yo tal vez pueda serlo, creo que mi sangre tampoco es muy común. —

— ¿Hablas enserio Lau? – Asentí con la cabeza.

—Bien, comprobaremos que eso sea cierto, ahora no tenemos tiempo que perder, venga conmigo. – Me dijo el doctor.

Rápidamente me hicieron unos exámenes y me sacaron un poco de sangre para comprobar que fuera compatible con la de Chris, y así fue, éramos compatibles. Me sacaron la sangre necesaria para que Chris pudiera estabilizarse. Me encontraba débil, eso me recordaba a cuando era pequeña, estar en un hospital me traía muchos recuerdos, no muy buenos para ser honesta.

Harry permaneció conmigo en todo momento. ¿En algún momento iba a dejar de ser así conmigo? No lo creo. Nuevamente nos encontrábamos en la sala de espera, esta vez me encontraba tan débil como para permanecer de pie. Me encontraba sentada recargando mi cabeza en el hombro de Harry.

— ¿Crees que lo logre? – Le pregunte a Harry.

—Lo lograra. – Me aseguro.

Permanecimos ahí durante un largo rato. No tenía noción del tiempo, no sabía durante cuánto tiempo habíamos permanecido ahí, no sabía si era de día o si era de noche. Observe la hora en mi celular para sacarme de dudas y me di cuenta que eran las 4:35 de la madrugada.

— ¿Y tus padres?

—Ellos salieron de la ciudad. Logre hablar con ellos y vienen para acá. – Rodeo su brazo sobre mi cuerpo, dándome un abrazo de lado. – Me alegra que estés así, no hubiera podido con esto solo. —Le sonreí un poco, no sabía que decir ante eso.

El sueño comenzó a ganarme, sin darme cuenta, cerré los ojos.

Comencé a sentir que alguien me movía, poco a poco abrí los ojos. Era Harry quien trataba de hacerme despertar.

— ¿Qué hora es? – Le pregunte con una voz adormilada.

— Son las 6 de la mañana. El doctor está aquí Lauren, creo que debes escuchar lo que dirá.

El doctor se encontraba de pie frente a nosotros, probablemente había hablado con Harry, pero por alguna razón Harry quería que yo escuchara lo que acababa de decir.

— ¿Algo salió mal? — Fije mi mirada en el doctor.

—No, todo salió bien, su hermano se encuentra estable.

— ¿Qué? – solté una bocanada de aire mientras volteaba hacia Harry. –Él no es mi hermano.

Harry y el doctor permanecieron callados. Me levante de ahí y comencé a caminar, Harry no me siguió a pesar de que sabía que aún me encontraba débil. Camine por un pasillo y saque aquel sobre que tenía en mi bolso. Destroce el sobre y saque la hoja de su interior, la desdoble con torpeza y mire el que era mi nombre.

Michelle Jauregui.

Jauregui.

Chris.

Mierda. ¿Por qué no pude ser Pérez? Ese apellido ahora resultaba ser mucho mejor.

Caí al suelo y coloque ambas manos sobre mi cabello. No podía creer nada. Chris no podía ser mi hermano. Él es el novio de Camila y yo no puedo quitarle la novia a mi hermano. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, no podía creer nada, no quería creerlo. Me levante y me dirigí hacia la habitación en la que se encontraba Camila, a pesar de que el acceso a la visita no estaba permitido, no me importo. Camine sin mirar a nadie más, únicamente tenía la mirada en mi destino. Al entrar a su habitación, la vi, tan vulnerable, tan inocente, tan hermosa...

Tome asiento sobre la silla que se encontraba a un lado de su cama y tome su mano con delicadeza, mientras las maquinas del alrededor sonaban constantemente.

—Durante toda mi vida quise saber quién soy, ahora desearía no saberlo nunca, porque eso me implica dejarte. – Cerré los ojos un momento, las lágrimas no podían dejar de caer. – Algún día esto tenía que terminar ¿no? Es gracioso que termine cuando apenas comenzaba. No podemos seguir con esto, porque es incorrecto y no solo por el hecho de que ambas somos chicas, sino porque mi novio es tu hermano, y el tuyo es el mío. – Solté un pequeño suspiro y baje un poco la mirada. — ¿Crees que en otra vida podamos estar juntas?

—Creo que podemos estar juntas en esta. –Camila apretó un poco mi mano. Ella había despertado.