Capítulo 5

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Sentí como la luz comenzaba a traspasar por la ventana y caía directo a mí. Desperté sin tener otra opción. Comencé a estirarme y sentí el otro lado de la cama vacía. Camila se había ido. Tal vez lo que paso en la madrugada no había sido para nada buena idea. Me levante de la cama y después salí de la habitación para dirigirme a las escaleras. Conforme bajaba, comencé a escuchar unas leves risas, venían desde la cocina. Me dirigí a la cocina y pude ver a Camila sentada, pero no solo se encontraba ella, a su lado estaba un joven que lucía un poco más grande. ¿Quién era él?

Camila dejo de reír cuando me vio entrar. Trataba de evadir mi mirada.

—Tú debes ser Lauren. —Dijo aquel joven de cabello castaño y ojos oscuros. Se levantó de la silla en la que se encontraba y camino hacia mí extendiendo una mano. —Soy Chris, el novio de Camila.

Me hirvió la sangre al escuchar quien era ese tipo. Camila no me había comentado que tenía novio. Mire a Camila y ella seguía evitando mi mirada.

—No sabía que Camila tenía novio. Supongo que se le olvido ese pequeño detalle. —Chris alzo una ceja y me miro curioso. — En fin, si me disculpan, iré con mi novio.

—Harry no está, fue a algo de la universidad. —Dijo Camila antes de que pudiera moverme.

— ¿Se fue sin avisarme? —Me cuestione en voz baja, pero no tan baja ya que se logró escuchar.

—Estabas dormida y no quería despertarte. — Dijo Camila.

—Está bien, entonces iré a.... simplemente me iré. —Di la media vuelta y salí de la cocina para regresar arriba. Antes de subir las escaleras sentí que alguien tomo mi hombro. Al voltear me di cuenta que era Camila.

—Lauren ¿Podemos hablar?

—No tenemos nada de qué hablar Camila.

—Claro que sí, sobre lo que paso en la madrugada.

Respire profundamente y luego la mire a los ojos. — Tú tienes a Chris y yo tengo a Harry. Nada paso ¿De acuerdo? Fue un simple beso para poder decir que hemos besado a una chica. Es todo, Camila, no te confundas. —Sin esperar alguna respuesta de su parte me fui de ahí.

Cuando llego a la tarde me dirigí a la cafetería en la que trabajaba. La paga era buena, realmente no me quejaba, a veces los clientes dejaban muy buena propina. Todo dependía la forma absurda en la que los tratabas. Entre más amables fueras con ellos más propina dejaban al final. Lo difícil venia cuando debías sonreír aun cuando fueran unos estúpidos con comentarios idiotas.

—Lauren, llego alguien a la mesa tres. — Inmediatamente me dirigí hacia aquella mesa.

No podía creerlo. ¿Qué hacia ella ahí?

— ¿Camila?

— ¿Me das un café Latte? — Rodee los ojos y anote en mi pequeña libreta.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Quiero un café Latte.

— ¿Cómo sabes que trabajo aquí?

—No sabía que trabajabas aquí, solo vine por un café latte. — Dijo tomando un pequeño cartel que se encontraba sobre la mesa anunciando el estupendo café latte que se vendía en el lugar.

— ¿Así que eres amante del café?

—Me encanta. — Levanto ambas cejas y asintió un par de veces.

—No mientas ¿Cómo es que sabes que trabajo aquí?

—Te seguí. — Dijo casi en susurro y bajando un poco la mirada.

Amor Clandestino | CamrenWhere stories live. Discover now