🌿C.6: Aviso❄️

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🌿 Aviso ❄️

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Como siempre que volvía a casa, Matt se dio decenas de vueltas por si era seguido por alguien, aunque algo borracho y a las cuatro de la madrugada era difícil encontrar su camino sin complicaciones. Estuvo a punto de quedarse a dormir en una plaza si no fuera porque obviamente el frío lo mataría. Buscó entre sus ropas hasta encontrar una caja de cigarrillos, se le iluminó el rostro al encontrarlos. Jim era el único en el Gran Árbol que sabía lo vicioso fumador que podía llegar a ser y siempre le dejaba cajas de cigarros entre las ropas, como pequeños regalos de un gato callejero, para entonces el rubio ya no estaba molesto con él, sonrió ante el recuerdo de aquella gran noche con sus amistades, puso un cilindro de venenoso tabaco en sus labios y se dispuso a buscar un encendedor o una caja de cerillos cuando un sujeto de la nada apareció a su lado ofreciéndole fuego. Matt se negó, algo no pintaba bien. Para su desgracia, antes de que pudiera actuar otros dos hombres le cayeron encima. El forcejeo no duró mucho antes de que le golpearan tan fuerte en la cabeza que poco a poco la blanca noche se tornó negra.

Por otro lado, el rey callejero aún no conciliaba el sueño. En general, Jimmy no dormía mucho y menos cuando estaba ocupado o molesto. No sabía qué diablos tenía el chiquillo moribundo ese que le fastidiaba tanto cuando lo mandaba al diablo con su indiferencia, quizás era debido a que instintivamente confiaba mucho en él y le frustraba no contarle todo lo que ocultaba, quizás así podría por fin tener un amigo de nuevo, como Ben... Bueno, quizás no como Ben, más que mal terminó encamándose con él una vez y nunca alcanzó a ver las consecuencias de “cogerte a tu mejor amigo”.
La poca luz que había en aquella misteriosa habitación en el quinto piso le estaba matando de cansancio, veía muy bien pero el ánimo no le acompañaba. El tener al mocoso tan cerca y aún así tener que estar ocultándole casi todo le frustraba además de recordarle a diario lo solo que estaba, era agotador sentirse solo todo el tiempo y no tenía nada que ver con haberse alejado de Isabella y los antros, estaba harto de tener que ocultarse a plena vista, de tener que mentir todo el tiempo. Suspiró agotado y envidió la ignorancia de Matt y Thomas sobre todo lo que ocultaba tras las paredes, en los rincones y sobre todo en la oscuridad.
Sin embargo, si algo salía a la luz no solo su soledad se agravaría, quizás esta vez no sobreviviría. Se llevó una mano a los ojos y los presionó hastiado al tiempo que bostezaba como sus gatos.
Entonces, Lorena entró corriendo tan aprisa que lo sobresaltó.

— ¡Kai! ¡Kai! ¡Kai! — gritaba y aleteaba con el rostro atormentado.
Jimmy se paró de su silla intentando alcanzarla antes de que rompiera algo, temía que fuera otra de sus tantas crisis, pero no —. ¡Kai! ¡Kai!

— Tranquila, chica. ¿Qué tienes? ¿Qué pasa? — la cogió delicadamente por los hombros para evitar que siguiera moviéndose de manera tan errática.

— ¡Lo tienen! ¡Lo tienen! — los ojos se le llevaban de lágrimas, la voz se le partía de preocupación.

— ¿A quién? ¿De qué hablas?

— ¡Al escudo! ¡Al escudo!

— ¿Qué escudo?

En ese mismo instante la muchacha descalza se zafó fuertemente del agarre del mayor y poniéndole su palma en la frente gritó fuerte y claro.

— ¡A Matt! ¡Tienen a Matt!

El Brujo y El Muro: Fuera del espejo (libro 1)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن