🌿C.1: Matt, el peligro🌿

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🌿 Matt, el peligro 🌿

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Cojo mi botella de vodka con azúcar y Tommy me saca la lengua demostrándome el asco que le dan mis gustos. Estoy a punto de preguntar nuevamente cuando Isabella llega al trote y me exige un momento de mi tiempo, no quiero dárselo, mas no se detendrá hasta que la escuche, así que me salto todo el proceso y me dejo jalar por ella hasta un rincón del lugar mientras mi querido amigo se ríe y se burla por dejarme arrastrar por una "niña". Desde la distancia puedo ver al nuevo chico, Matt, se le nota demasiado que este no es su ambiente, es diferente. Todos en el antro, incluyéndome, parecemos animales de primavera-verano con nuestros cabellos teñidos y nuestra vitalidad, las ropas podrán ser oscuras, pero están marcadas con otros colores y adornos o parches de motivos más vivos. Yo soy un claro ejemplo, llevo el pelo largo en un corte mohawk teñido de color rojo intenso y levantado como una cresta, tengo un piercing en el labio y en la lengua, las orejas con al menos tres aros cada una, sobre mí tengo una chaqueta larga de cuero marrón, unos pantalones rojos oscuros a cuadros, botines negros altos y cadenas colgando del cinto. En cambio, este chico nuevo parece ser un animal de invierno, monocromado, insípido, casi en blanco y negro. Desde lo lejos que estoy puedo ver su cabello rubio despeinado, piel blanca; el abrigo largo, los pantalones y las botas de color negro; chaleco azul oscuro, muy delgado y demacrado. Ropas demasiado normales de este lado del Muro, aunque si está en esta fiesta no puede ser muy normal, sin olvidar que es el único que parece estar pasando frío a pesar de los fogones. No pude evitar mirar a Isabella para una comparación rápida, con su falda de cuero corta y su corsé rojizo de tirantes simples debajo de la chaqueta a cuadros negros y blancos que le había regalado hace un par de semanas, a diferencia de ella este tipo parecía a la intemperie, ¿cuál será su historia?
La chica que me cree de su propiedad se amarra su largo pelo negro sobre sí mismo y lo fija con una brocheta de madera que sacó del bar, parece acalorada, quizás por el baile o quizás por las copas de más que ha bebido. Me mira seria y me advierte sin rodeos.

- Jimmy, que ni se te ocurra acercarte al rarito que trajo el estúpido amigo marica que tienes, ¿está claro? - me lo ordena con su mano derecha firme sobre sus caderas y la otra apuntándome al pecho con el dedo índice. Sus carnosos labios pintados de negro están apretados esperando una respuesta.

- ¿Por qué? - pregunto divertido sin apartarle los ojos al chico, el valiente está tomando vodka directamente de la botella, en general nadie toma vodka aquí, y mucho menos de la botella...

- Porque no quiero que te pegue esa mierda - responde preocupada, y con tan pocos datos mi curiosidad crece exponencialmente.

- ¿Que me pegue qué mierda? - pregunto con notorio interés, obligándome a mirarla a los ojos.

- Oh. No lo sabes... creí que Tommy te habría advertido mínimo - se lleva una mano a los labios, solo hace ese gesto cuando está incómoda o desconcertada, o ambas.

- Pues no, no lo sé - mi tono de voz me sale más cabreado de lo que estoy realmente. Espero una respuesta mientras hurgo en mis bolsillos por una caja de cigarrillos.

- Jimmy, ese tipo tiene SIDA.

Me lo dice con un dramatismo demasiado marcado, no le queda. ¿Será verdad? ¿O solo uno de esos rumores de mierda? Sigo mirándolo y llego a la conclusión de que debe ser verdad, por eso parece estar hecho de frío e invierno, la muerte se lo está cogiendo. Ahora no puede llamar mi atención en menor medida, acaba de volverse fascinante de golpe.
Isabella me sigue hablando, está despotricando rabiosa contra el chico sin conocerlo, lo trata de puta sucia y de marica callejero, intenta convencerme de que me aleje evocando mi lado lógico... Hemos follado tantas veces y aún no aprende a entenderme, soy un irresponsable, un loco y un potencial suicida que se aburre, necesito que mi vida tenga algo de emoción, y no me malinterpreten, no es que me quiera acostar con el chico y tampoco soy un morboso al que le guste la gente moribunda o algo así, es solo que tengo curiosidad por su persona, y conozco tanto del mundo que es difícil despertarme alguna emoción.
Pero Isabella es de pensamiento común y mediocre, así que su mente es bastante sucia, únicamente tuve sexo una vez con un hombre y de inmediato me los quiero coger a todos, pequeñas mentes paranoicas y básicas.

Encuentro la caja de cigarrillos y me alejo de la chica sin prestarle más atención, evito a como de lugar cojear, ella me amenaza con hacerme un escándalo que obviamente ya me está haciendo, la sigo ignorando y me alejo mientras grita. El dolor en mi pierna crece y evitar la cojera se hace casi insostenible. Para cuando llego a un lado del chico nuevo siento los ojos de todos mirarme, sin embargo, como me importan una mierda no les presto la menor atención, saco un único cigarrillo de la caja, lo enciendo lentamente con un cerillo y se lo ofrezco a la vista de todos.

- ¿Compartimos? - sonrío resuelto y con los ojos fijos en él.

El Brujo y El Muro: Fuera del espejo (libro 1)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang