❄️C.2: Un poquito de azúcar❄️

8 3 0
                                    

❄️ Un poquito de azúcar ❄️

❄️

Estoy increíblemente más animado, obviamente se debe al vodka y a la compañía, también estoy viendo doble, así que no beberé más... decisión algo tardía considerando que ya no tengo mi botella en mi poder, por lo tanto, aunque quisiera no podría beber más. El contrabandista por otro lado ha parado sus chistes y a decidido ir a por otra. Yo aún estoy sentado en el mismo rincón, me cuesta enfocar la vista, la música y el alcohol han logrado espantar el frío que sentía, tanta vida a mi alrededor ha conseguido alejar un poco a la sombra oscura de la muerte, y desde esta distancia puedo ver a los Tigres Rosas disfrutar. Ver a Thomas sonreír y bailar me alegra bastante, mas al mover un poco mi vista en dirección a la barra puedo ver a Jim discutir con su "novia", la chica está hecha furia y mi anfitrión la mira hastiado, el barman también parece reprocharle algo mientras el rey del antro frunce el ceño, mi visión se nubla, cierro los ojos un momento y al volver a enfocarlos veo cómo la chica le propina una fuerte cachetada al irónico punk de pelo rojo. Me siento un poco mal por él, vivir entre las sombras de una ciudad grisácea con antros y fiestas ilegales como estilo de trabajo y vida debe ser agotador. Sin previo aviso la cabeza comienza a dolerme al punto que me echo sobre el suelo en un vano intento de mitigarlo. El lugar me da vueltas y vueltas, la música se distorsiona y ya no me parece tan placentera, siento el estómago caliente y me atacan unas nauseas horrendas. Nunca fui bueno bebiendo.
Cierro los ojos unos minutos, el mareo baja. Escucho unos pasos acercarse y al mirar de mala gana está Jim a mi lado con una jarra de agua y una bolsa de papel. Me sonríe ofreciéndome la jarra.

- ¿Y esto? - espeto con el agudo dolor de cabeza fastidiándome.

- Agua para que sobrevivas al envenenamiento por vodka que llevas en la sangre. Eres un pésimo bebedor, ¿eh? - se sienta junto a mí y me pone la jarra a un costado, luego me lanza la bolsa de papel, yo me incorporo a duras penas sobre el suelo para quedar sentado. El sujeto tiene marcada la cachetada que le propinó su chica sobre la mejilla izquierda.

- ¿Emmh, gracias? - contesto al recibir la bolsa, preocupado hurgo el envoltorio con la tonta idea de que dentro habrá algo ilegal hasta que mi sorpresa me deja mudo, adentro solo aguarda un exquisito sandwich de pollo y verduras, ahora me siento mal por prejuzgar al chico-caos.

- Creí que tendrías hambre - comenta con ligereza al tiempo que noto que está comiendo otro sandwich igual al mío que no sé de dónde salió.

Coge la jarra dándole un trago, luego la deja junto a mí, al beber de ella quedo fascinado. Es agua con azúcar, y vaya que está buena. Es sorprendente que un rey underground como este sea de gustos tan simples, no parece ser tan malo, después de todo al parecer Thomas tiene razón.

El Brujo y El Muro: Fuera del espejo (libro 1)Where stories live. Discover now