El Brujo y El Muro: Fuera del espejo (libro 1)

🌿C.6: Viviré más que tú❄️

🌿 Viviré más que tú ❄️

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Era una “cálida” mañana en Berlín, habría sido un día ameno para cualquiera, pero después de vivir cuatro meses juntos, Matthias ya perdía la paciencia bastante seguido con su jefe y amigo por sus misterios y su manía de ocultarle de todo.

— Jim, ¿hoy también saldrás a hacer tus encargos misteriosos? — preguntó cabreado Matt sin mirarlo, sentado en un rincón de la desastrosa habitación con un libro en sus manos.

— Así es — contestó el punk acarreando una caja llena de frascos pintados de negro con contenido dudoso dentro.

— Procura no volver semimuerto esta vez.

— Lo haré cuando te trates esa tos de perro que sueltas a medianoche — sonrió sardónicamente, al rubio la actitud le pareció tan desagradable que se levantó de su rincón cerrando el libro para lanzarlo a la cama, acto seguido, pasó por el lado de su jefe cogiendo su abrigo de camino a la puerta —. Vamos, chico. No te enojes.

— No lo estoy.

— Mientes horrible.

— Tú lo haces demasiado bien.

— Chico...

— Iré a ver a Thomas si es que no me necesitas trabajando hoy — explicó desde la puerta terminando de colocarse su abrigo y su bufanda.

— Matt — a Jim le dolía a veces que el rubio fuera tan cortante —.
De verdad me preocupa esa tos, ya sabes... por tu condición.

— Tranquilo, jefe. Por lo visto viviré más que tú.

El menor salió de la habitación dando un portazo. Jim se dejó caer sobre unas cajas con una sonrisa bastante melancólica.

Una vez en la calle, y luego de haberse despedido por el rato de Ada y Lorena, cayó en la cuenta de lo maldito que había sido con Jim, más que mal el sujeto lo protegía y le había dado hasta un trabajo, que quisiera mantener sus misterios no debía cabrearle tanto, pero odiaba llegar y ver al punk todo golpeado o sangrando, sentía que fallaba en cumplir su acuerdo con Amelia. Aunque, ¿qué podía hacer si el chico-caos no dejaba que lo acompañara a sus entregas? La frustración le enrojeció la cara y ahogó un grito en su pecho. Siguió caminando decidido a pasar esa noche junto a sus viejos colegas, los Tigres.