El Brujo y El Muro: Fuera del espejo (libro 1)

🌿C.3: Un gran "de nada"❄️

CAPÍTULO 3

🌿 Un gran "de nada" ❄️

❄️🌿

Son alrededor de las cuatro de la mañana. Por las heladas y nevadas callejuelas de un deteriorado y olvidado barrio industrial corren dos muchachos a más no poder, se detienen en los bordes de los edificios y se aseguran a cada momento de que nadie los siga o que no haya algún brigadista o policía patrullando la zona. Matt, el más delgado, está notoriamente exhausto de correr.

- Vaya, por fin estamos "fuera de peligro" - comenta entre jadeos Jimmy, desarmando su mohawk al peinarlo hacia atrás, enfatiza con ironía las últimas palabras mientras se apoya en sus rodillas.

Matt no aguanta el cansancio y se echa sobre una pared a su lado, deslizándose por esta hasta quedar sentado sobre el húmedo suelo.
Desde allí le sonríe a Jim.

- Vaya noche, ¿cómo supiste que venían? - le pregunta recuperando el aliento a duras penas.

- Magia, chico. Magia - espeta con esfuerzo el rey callejero antes de sentarse a un lado de Matt para tomar aire más tranquilo.

- Gracias - musita por lo bajo sin apartar la vista del cielo nocturno.

- ¿Por qué? - Jimmy luce confundido -. Solo logré que perdieras a tu grupo.

- Jejeje. Vine con los Tigres, pero ya no podía volver con ellos. Las gracias te las doy por tratarme como ser humano - el punk guarda silencio mirando el suelo -. Hace mucho que no me divertía así, con peligro y todo. Y no tienes idea de cuánto extrañaba una conversación decente - a Matt se le escapa una ligera risa y al tiempo se tapa la boca para toser un poco.

- Oye - le llama el de ojos castaños -. ¿Tienes dónde quedarte hoy?

La pregunta desequilibra un poco al de pelo rubio, abre la boca para mentir, no obstante no logra hacerlo, solo vuelve a cerrar sus labios en silencio.

- ¿Eso es un no?

- La verdad es que no tengo dónde quedarme - confiesa Matt sorprendiéndose a sí mismo, ¿desde cuando era tan sincero? -. ¿Tienes algún lugar bajo la manga, mago? Pero te advierto que no tengo mucho dinero y que por el SIDA no puedo pagar con sexo - sonríe de medio lado y fija su mirada sobre el contrabandista. Este se queda pensando un momento y a su acompañante se le esfuma la sonrisa pensando en que quizás dijo algo incorrecto.

Los ojos castaños de Jim fulguran un momento, se levanta del suelo sacudiéndose el frío dentro de su chaqueta al tiempo que la acomoda, parece pensativo limpiando la nieve sucia de sus ropas. Matt espera impaciente alguna clase de respuesta y Jimmy termina suspirando resuelto extendiendo la mano para ayudarle a levantarse.

- ¿Por qué no te quedas en mi casa entonces? - propone finalmente.

Matt levanta las cejas en señal de incredulidad, nadie jamás a sabido dónde vive el famoso rey Jimmy, es una de las razones por la cual lo llaman "El Mago", siempre aparece y desaparece según todos, saber dónde vive es como saber la ubicación del Santo Grial y el pobre chico no sabe si es un ofrecimiento real o un juego, pero no tiene muchas opciones, por lo que acepta el gesto y deja que Jim le ayude a pararse del suelo, se sacude la nieve de las piernas y se encoge de hombros fingiendo que no está completamente sorprendido de la invitación.

- Supongo que si a ti no te molesta, pero... - el rostro del más joven se pone muy serio -. No estará Isabella esperando para matarme o algo, ¿verdad? - bromea.

- Oh, no. Claro que no. Jamás le he dicho a ninguna ex dónde vivo, y menos a esa loca posesiva. Además gracias a ti me mandó al diablo y estoy soltero otra vez - le informa Jimmy al tiempo que le indica con una mano que lo siga.

- ¿Debería decir lo siento o de nada? - lo sigue a corta distancia, el rubio.

- Créeme que es un grandísimo "de nada", tan grande es el favor que me hiciste al espantarla que te estoy invitando a MI casa - le sonríe dándose importancia.