-Sabes que volverás antes de tiempo.- digo divertido mientras la chica se levanta del escalón.

-No te diré que no.- dice riendo.- ¡Luego nos vemos!

Me levanto del escalón mientras veo como Bella desaparece al final de la calle y, a continuación, entro en casa. 

Mientras camino por el jardín, veo como Sam está colocando mesas con ayuda de Yaiza y, por un momento, pienso en que debería hablar con ella sobre la conversación que tuvo con Bella y que escuché.

Mejor no...- pienso caminando hacia el interior de la cocina.

Cuando entro en la cocina, veo como Nicol se sirve una taza de café. Cojo una taza de la estantería y la coloca al lado de la suya.

-¿Me sirves?- pregunto a la pelirroja mientras pienso en el sueño que he tenido. He visto a Bella tan tranquila que hace que piense que la conversación con la que he soñado, sea un simple sueño como consecuencia del alcohol que bebimos anoche.

-Lo haremos como las anteriores veces.- paso la mano por su pelo rubio.- Y después, te enamorarás, conocerás lugares que aún no has visto, sentirás más de lo que has sentido hasta hoy...

-No, no puedo sentir o enamorarme más de lo que lo he hecho de ti.- cierra los ojos, una lágrima cae por su mejilla.

Pero aún así, me parecía tan real que no podía estar completamente seguro de que fuese un sueño.

-¿En que piensas?- pregunta Nicol haciendo que salga de mis pensamientos.

-He soñado con que Bella me decía que seguía enamorada de mi y no puedo dejar de pensar en si ha sido un sueño o ha pasado realmente anoche.- susurro.

Nicol abre la boca en forma de "O."- Entrasteis juntos en la cocina pero no os vi más.- hace una mueca.- No sé si te lo ha dicho, pero no tiene ningún sentido porque está con Tom.

La miro fijamente.- ¿Tu crees que Bella ha podido encontrar la carta en la que le contaba la verdad?

Cuando Bella me comenzó a hablar después de la boda de Raquel y Sam, pensé en que había podido encontrar esa carta. Me había equivocado pero, después de haber soñado esta conversación y haber escuchado como hablaba con Sam, cada vez tenía más sentido que eso hubiera sucedido.

-La verdad, no entiendo nada.

Bella.

He vuelto, tal y como Max ha asegurado que haría mientras me alejaba. Caminando, no podía dejar de pensar en que el chico no recuerda nada de lo que hemos hablado anoche y, aunque sienta rabia por ello, al mismo tiempo, me alegra que no lo recuerde. Tan solo quiero verlo, asegurarme las veces necesarias de que, lo que le confesé es cierto para así, hacerlo bien.

Desde un lado de uno de los ventanales de la cocina que dan a la zona del jardín, escucho la conversación que Max mantiene con Nicol.

Yo soy la que no entiende nada. No sé nada sobre la existencia de la carta que Max piensa que he encontrado y en la que, supuestamente, me cuenta toda la verdad.

¿Cuál es la verdad que me cuenta en esa carta?- pienso mientras entro en la cocina para poder escuchar más.

-¡Hola!- digo sonriente.- ¿De qué habláis?- me siento en una de las sillas altas que hay al lado de la isleta.

Nicol y Max se miran.

Max me mira, sonríe.- Al final has vuelto.- se acerca a mi, me abraza.

-Max me ha dicho que estaría bien repetir unas vacaciones de este estilo de vez en cuando y juntarnos todos.- miente la pelirroja.- ¿Quieres café?- dice evitando el tema.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Where stories live. Discover now