Dulce Guardaespaldas

By DachanAlein

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Después de que unos delincuentes atacan de gravedad a su primo (por vivir en las calles), Hinata es acogida p... More

Buscando un guardaespaldas
Esto será un secreto
Una nueva identidad
Fuerza y habilidades en combate
Conflicto entre hermanas
Eventos que destrozan un alma pura
Fecha que jamás se podrá olvidar
Mal inicio en segundo preparatoria
Los tres más guapos del instituto
Una "amable" invitación al grupo
En combate se gana... o se pierde
Pruebas de ingreso para los nuevos
Parte de la familia
Sensaciones extrañas junto a esa persona
¡Órdenes son órdenes!
¿Por qué duele tanto?
Admiración no es amor
¿Quieres pertenecer a los Tsukuyomi?
La información no siempre es bien recibida
Los golpes te llevan al hospital
Preocupación, sufrimiento, culpa...
Los Yakuza son un mundo diferente
Un reencuentro con palabras extrañas
Sospechas de quien menos lo esperas
Se debe hacer frente a los problemas
Ser independiente no es sencillo
¡No me rendiré hasta saber!
Un fósforo puede crear una gran llama
De bestia feroz a fuente de flores
Si el amor no llega, entonces ignóralo
Un reencuentro con el pasado
Una fuente para obtener información
Raros pensamientos y buenos consejos
Heridas de sangre y orgullo
Pensamientos que no pueden ver la luz
Un terrible presentimiento
El mundo es injusto
Una noche en la casa Haruno
Un beso con la chica del sueño
El dolor de un corazón roto
Una confesión frente a todos
A donde el viento me lleve
¿El verdadero líder de los Tsukuyomi?
Nunca olvides lo que debes ser
Un chico extraño, pero de buen corazón
Un par de niños en la calle
Una impulsiva muestra de agradecimiento
Una fotografía puede arruinarlo todo
Siento dolor ante su mirada de frialdad
Esto es lo que realmente siento
Un lugar lleno de recuerdos
Ella y el chico de tatuajes rojos
La rana y el estanque
Alguien en quien confiar
¿Un reemplazo temporal?
A través de un corazón frío
Una parte importante de ti
Romeo y Julieta... y Mercurio
Un corazón cautivado por la belleza
Un beso entre dos simples peregrinos
¡Queremos ver a nii-san!
Insistir al amor lleva a algo, ¿no?
A los perros malos se los castiga
Terror de secuestro y violación
Demasiado tierno para ser tan rudo
Todo sea por su felicidad
Una felicidad que agobia corazones
Los problemas crecen por el rencor
Unas llamativas lágrimas para jugar
Su nombre y dirección
El nuevo estudiante extranjero
Una terrible sospecha
Sus palabras bastan para frenar
Una pesadilla hecha realidad
¿Por qué habría nervios entre hombres?
Un lobo vestido de oveja
Madurez, Soledad, Cautela, Zozobra
Un momentáneo reflejo del verdadero ser
La ternura de su temor
¿Una banda sin líder puede seguir en pie?
Tomar una mala decisión por evasión
Una muñeca no sólo actúa, se ve como una
Una fea sonrisa
El gato y el ratón
Sin presentimientos, sin prejuicios
En la cueva del lobo
Rescatada por el cazador
Dos diferentes llamadas de dolor
Si fuera un adulto...
Esclavos de la culpa
La asquerosa trampa de la manipulación
Quienes me llaman así, sufren.
Sólo confía en mí y ya.
La prueba del destino Pt.1
La prueba del destino Pt.2

El destino es raro últimamente.

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By DachanAlein

/Distrito Nagomi/Noche/

El taxi se aparcó en la parte exterior, ella abrió la puerta por sí misma y él bajó para dejarla en la puerta principal de la casa. Él lucía distante, igual que el día en que lo conoció y que fue asignado como su guardaespaldas. Si lo iba a tener como única compañía por un largo tiempo al menos le gustaría platicar con él, conocerlo un poco. — ¿Quieres pasar? —preguntó ella— Creo que hay jugo y unos bocadillos en la alacena. Seguro el cocinero dejó algo para que Obito y yo comamos por la noche.

Kiba levantó los hombros y ella sonrió.

Llegaron a la cocina en silencio y mientras ella le servía un vaso de jugo preguntó: —¿Tienes familia? ¿Mamá, papá? ¿Algún hermano? —Kiba levantó los hombros. —Oh, vamos. Cuéntame algo sobre ti. Me vigilas todo el día, pero sólo sé tu nombre. No es justo.

—La vida no es justa, niña. —respondió al tomar el vaso del mesón— Mientras menos sepas de mí, mejor. —Rin arrugó la frente— No me contrataron para ser tu amigo, sino para ser tu custodio.

Rin rodó los ojos.

—Eres un poco odioso y cerrado. No tengo muchas amistadas por si no te has dado cuenta y no creo que conocerte un poco me vaya a hacer mal. Que pases la mayor parte del día a mi lado no te vuelve una compañía.

Kiba mordió uno de los sánduches que ella le pasó en un platillo blanco de filos dorados.

—Acepté comer aquí, qué más quieres. —expresó con la boca algo llena.

—Quiero que seamos amigos. —dijo ella con una mueca de asco cuando se le cayó un pedazo de pavo de la boca al hablar, pero terminó la frase con una amistosa sonrisa.

—Ni de broma. —respondió luego de terminar el sanduche de un bocado. El gesto de las mejillas infladas sin casi poder masticar le causó un sobresalto de miedo y disgusto a Rin creyendo que se podría ahogar y que se veía asqueroso al hacer eso respectivamente. Kiba pasó todo el bocadillo con un par de golpes en el pecho y el vaso de jugo. —Soy tu guardaespaldas y nada más.

Ella infló los cachetes y realizó un puchero que en lugar de conseguir llegar a hacer sentir culpable a Kiba, sólo provocó que éste se levante sin mirarla siquiera.

—Eres demasiado "directo" para expresarte. —expresó moviendo los dedos con una expresión aburrida en el rostro.

—Acostúmbrate.

Antes de que Kiba pudiera abrir la puerta, alguien más la abrió.

—¡Obito! —exclamó Rin y corrió a abrazarlo— ¿Pensaste en lo que te dije? ¿Lo de estudiar en el Instituto?

—Dame unos días más, Rin. ¡Hasta mientras tienes a Kiba! —dijo lo último con una amistosa sonrisa señalando al muchacho de cabello marrón cuyos ojos no podía abrirlos más por la escena. Era muy raro ver que demostrase tanto afecto por esa chica sabiendo que podía empuñar un cuchillo de cocina para clavarlo en el cuello de cualquiera en el momento menos inesperado.

Kiba y Rin se miraron por un segundo antes de bufar al mismo tiempo.

Tobi se apartó y Rin lo siguió como si fuera una mascota. Kiba realizó una mueca para contener el bostezo y caminó hasta la entrada para irse a descansar por lo que quedaba del día.

Una llamada detuvo a Tobi en el pasillo. — ¡Nos atacó ese enano de mierda! —Tobi sonrió— ¡Seguro que lo envió el cobarde de Sasuke!

— ¿Eh? —Kiba volteó cuando alguien lo detuvo del hombro.

—Quédate un momento. —dijo Tobi con el celular al oído y una sonrisa sutil, casi placentera. —Tengo un pendiente y necesito que la vigiles. No será mucho.

— ¿Qué? —dijo Rin desde atrás— Creí que íbamos a estar a solas los dos. —Kiba miró a la chica con una ceja alzada porque el comentario casi que daba entender que pasaría algo diferente a lo que un par de hermanos podían hacer, pero cuando la mirada de Rin se incrustó en su rostro ambos arrugaron la frente con decepción y volvieron a realizar una trompetilla. Kiba cerró la puerta y, seguido de Rin a su espalda, fue hasta la sala.

Tobi caminó por el pasillo y llegó a la puerta trasera para observar el jardín.

...conforme con dejarnos así, se atrevió a dejarle un mensaje! —continuó Deidara quejándose.

— ¿Mensaje? —dijo Tobi con una pequeña carcajada.

¡Sí! ¡Dijo que lo va a matar si le hace algo a ese par de imbéciles inútiles.

Tobi cortó la llamada y con una retorcida sonrisa marcó otro número en su celular. No tardaron en aceptar la llamada del otro lado.

—No sabía que amenazar iba contigo. —dijo jugueteando— Quiero ver si puedes decir lo mismo delante de mí, Hiro. Te estaré esperando. —Cortó la llamada cuando el muchacho contestó con un rápido: "Estoy en camino".

/Distrito Nagomi/Noche/30 min después/

La propia Rin le dijo que para estar aburrida con alguien, prefería estar sola, por lo que luego de un inmenso silencio perturbado por bostezos de Kiba, éste consiguió zafarse del trabajo por el resto del día y dejó la mansión. Al abrir la puerta de la cerca levantó la mirada y el bostezo se quedó a la mitad porque el rostro del muchacho que se acercaba en la oscuridad era alguien difícil de olvidar.

Kiba sonrió amistoso. —Nos volvemos a encontrar. —Hiro lo miró a los ojos, pero ese brillo acostumbrado se había perdido en la bruma. Él conocía muy bien esa mirada. Venganza. Cuando la silueta de Hiro se iluminó por completo descubrió que llevaba una barreta oxidada y con una mancha de sangre en un extremo.

La sonrisa amistosa desapareció y Hiro se detuvo delante de él en silencio.

—Es raro, no. El destino. —dijo Kiba para romper el hielo—Sólo últimamente, claro. —Kiba dio un paso hacia al lado.

Todo el tiempo. —contestó Hiro en un murmullo que Kiba igual escuchó, pero que decidió ignorar. Hiro abrió la puerta de la cerca.

—Eh, mocoso. Te estaré esperando. No tardes. —agregó con una sonrisa amistosa, como la de siempre. Hiro lo miró a los ojos en total silencio por un corto minuto, volteó por completo en dirección a Kiba.

—Mi nombre es Hiro Hatake. —dijo con una reverencia y luego desapareció detrás de los setos cortados de aquel lugar.

Conocía ese nombre desde hace mucho tiempo, pero era la primera vez que ese niño se presentaba con respeto. Kiba sonrió con un suspiró y tomó asiento en el bordillo de la acera para cumplir su palabra.

Hiro no tuvo que golpear la puerta para entrar porque estaba abierta. La casa estaba oscura, pero al final de pasillo una luz le decía que ese era el lugar. Un par de ojos lo observaron desde atrás del sofá de la sala. "Le he visto antes, pero dónde. ¿Dónde?" Hiro abrió la puerta del dojo y encontró a Tobi con una katana real haciendo movimientos suaves y certeros. Hiro caminó por el costado del dojo en silencio, pero él ya sabía que estaba allí sólo que lo estaba ignorando.

—Suelta esa porquería. —dijo sin dejar de estar enfocado en practicar con la katana. —Será mejor si lo hacemos como se debe. Toma la que está en el centro. —dijo señalando la katana en la pared de enfrente sin dejar de hacer movimientos suaves como el agua.

Hiro lo miró de perfil, continuó caminando por el borde del dojo a paso atento, dejó la barreta en el suelo y agarró la katana. Luego del sonido de una respiración profunda, Tobi paró a raya y sintió el filo de la katana en su cuello. Abrió los ojos de par en par.

—¡Uff! ¡Qué velocidad! Parece que alguien estuvo entrenando.

Hiro vio el movimiento de la katana en su dirección y dio un paso atrás para no recibir cortada alguna, pero con un movimiento rápido de la muñeca logró hacer que Tobi también retrocediera, sólo que sin dejar de sonreír. Después de todo para Tobi siempre era así: un juego. La expresión en su rostro se endureció y adoptó una pose ofensiva que Tobi igualó.

—He de decirte que tu rostro se endurece un poco cuando estás molesta, pero no le resta belleza. —Hiro continuó mirándolo a los ojos con intensidad. —Venir para "vengarte" por lastimar a ese par de imbéciles sólo es cavar tu propia tumba, Hiro-chan~

—No pienso morir. —Hiro apretó la mandíbula y pensó en Neji, porque cuando por fin consiga quitarse esa máscara sería libre de ir a buscarlo, de alejarse de todo, pero la mirada de Tobi le provocó indigestión y nervios que no le iba a dar el gusto de mostrar. —Puedo soportar ser un chico, puedo soportar ser tu muñeca... Puedo soportar lo que sea con tal de vivir porque alguien allá afuera me está esperando.

La mirada y sonrisa de Tobi cambió ligeramente. —Te refieres a... Neji. ¿Cierto? —Hiro abrió los ojos de par en par. —¡Oh! Sólo estaba un 50% seguro, pero tu expresión me lo dejó claro. —Hiro apretó el mango de la katana con fuerza, pero su respiración aceleró. —Quieres mostrarle lo fuerte que te has vuelto, que lo puedes cuidar, y bla bla bla... ¿O me equivoco?

—Tú no sabes dónde...

— ¿Encontrarlo? —Tobi sonrió con maldad. —Me encantaría decirte que lo tengo de rehén en alguno de mis agujeros de basura, torturándolo hasta que me ruegue por cortarle la garganta, como ha pasado con otros, pero no será necesario. Además, creo que la expresión que harás al saber que murió hace mucho tiempo es mejor.

Hiro quedó en blanco y Tobi lanzó una carcajada.

La katana de Hiro brilló con la luz del dojo y pasó cerca del ojo de Tobi, pero éste lo esquivó y movió con suavidad la empuñadura para hacer un corte en la pierna, Hiro saltó y utilizó la katana como apoyo en las tablas para dar media vuelta hacia atrás y caer de pie sin rasguño alguno.

— ¡Bravo! —dijo Tobi con ahínco y lanzó su katana como si fuera una shuriken mientras él corría para deslizarse por el piso. Hiro desvió la katana con un golpe de la suya lo que casi le cuesta un dedo a Tobi, pero no desistió en colocarse a su lado y lanzar una patada y puño para descoordinar. Hiro usó la katana para evitar los golpes que Tobi no conseguía dar, o más bien no quería pues eso le costaría más que una simple cortada.

—Ese tal Neji. ¿Hermano o primo? —comentó mientras lo llevaba contra una de las paredes.

Hiro apretó la mandíbula y dejó de estar a la defensiva. El brillo de la katana le hacía cosquillas a Tobi quien no dejaba de esquivar con suma rapidez y diversión. Tobi consiguió llegar hasta su katana y ambos empuñaron el arma con firmeza, inmóviles y en silencio por un eterno minuto.

—Sabes que estoy siendo bueno al decirte esto.

—Son mentiras. No me fio de nada de lo que digas. Sólo quieres que olvide lo que le hiciste a Sakura-san y Sasuke-kun.

—Hacer que olvides algo es difícil, ya lo debes saber porque ya lo sé. Pero esperaba que cayeras un poco. —Tobi suavizó la pose levemente— Pero no miento con lo que dije de ese tal Neji. —Los ojos de Hiro brillaron como una linterna rota. —Me dio mucha curiosidad saber si tenías un nombre de chica, sabes. Porque "Hiro"... —Tobi hizo una mueca y se movió con rapidez para cortarle la cara.

Hiro esquivó con un golpe de aire que le paralizó brevemente, Tobi continuó a cinco pasos de distancia con la pose ofensiva igual de floja que antes.

—Mandé a hurgar un poco en la basura. Terminé descubriendo que eres huérfana y que tu único pariente era un muchacho que murió por una puñalada. Puedes revisar los registros del Hospital Hara en Fukuoka si quieres estar segura. Aunque, conociéndote, seguro le preguntarás a Kakashi.

Tobi fingió atacar, pero ella no movió un músculo y él sonrió con placer.

—A lo que quiero llegar con todo esto es que estas sola. —Tobi realizó un gesto rápido y lo siguiente que vio fue la katana enterrada diez centímetros en piso del dojo. —Dos hombres adultos te obligan a vestir de hombre para cuidar a una mocosa estúpida e inútil que te odia porque cree que le quitaste al niño rico del cual se enamoró a primera vista. —Las pupilas de Hiro viajaron de la katana de Tobi a la puerta, luego a los ojos serios del muchacho y por último a la katana al menos unas tres de veces; sólo para detenerse en la mirada de Tobi que por un momento le pareció compasiva. —Deja esa vida y escógeme.

Hiro sujetó la katana con fuerza y corrió hasta Tobi para darle un corte profundo en el pecho, pero cuando no lo vio moverse un solo milímetro, ella se detuvo con la respiración agitada. La katana rozaba el kimono, pero no lo cortó. Hiro respiró profundo para eliminar ese mareo que amenazaba por hacerla caer al suelo. Ella bajó la katana.

— ¿Qué esperas? Te estoy dando la oportunidad de...

—No vale la pena enfrentar a un contrincante si sólo busca sufrimiento. —Tobi arrugó la frente— Si te lastimo sin que des lucha, ganarás tú. No lo haré.

— ¡Oh, vamos! —expresó molesto— Saca esa tristeza o ira. ¡Venga!

Hiro lo miró a los ojos y por primera vez Tobi encontró esa chispa que toda chica tiene dentro, pero en esos ojos atormentados sintió que algo le apretujó el corazón.

—No entiendo qué buscas. ¿Por qué haces esto? Si ese día en la fiesta te hubieras acercado a platicar, quizá, te consideraría un amigo. Pero tú no quieres lazos. —Tobi intentó decir algo, pero Hiro no lo permitió. —Lastimas a Sasuke-kun, a Sakura-san... Me cuentas lo de Nii-san... Me tratas como un objeto... Si sabes cuan difícil es para mí todo esto, por qué continúas empeorándolo.

Tobi apretó la mandíbula y arrugó la frente tanto que Hiro creyó que le daría un golpe, pero en su lugar sólo hubo un corte limpio en el pecho de Tobi con la katana que le arrebató de las manos. Hiro abrió tanto los ojos como el propio Tobi; quien parecía tampoco esperar que eso sucediera. Hizo una mueca de dolor a la que no le prestó atención y la miró a los ojos.

—Cuando te ví, me ví a mi mismo. Esa mirada llena de estúpidas ganas de vivir en la mierda. Todo lo que nos rodea es una mierda y aún así nos aferramos a seguir aquí. —Tobi dio unas cortas carcajadas antes de que el dolor llevara una de sus rodillas al suelo.

— ¿Estás bien?

Tobi la miro con molestia.

— ¡Eres estúpida o no ves! ¡Tengo un corte en medio del pecho! ¡Cómo demonios voy a estar bien!

Hiro dio media vuelta, pero él la agarró de la camiseta para detenerla.

— ¿A dónde vas?

—A decirle a la sirvienta que te cure la herida, porque no creo que quieras ir al hospital.

—¡No he termina-! ¡Agh! ¡Detente! —ordenó incapaz de levantar la rodilla.

—No pienso pelear con alguien lastimado.

—No he terminado de hablar contigo. ¡Mírame! —Hiro suspiró y de nuevo esa máscara apareció delante de esos ojos perlados. Al igual que con Deidara y sus hombres, Hiro no iba a mostrar más compasión por alguien como Tobi.

Él se puso de pie con mucho esfuerzo mientras la sangre rodaba lentamente por su pectoral derecho.

—Te... Te llevaré a Estados U... Unidos conmigo. —le costaba respirar con el ardor del corte— Si te vas... conmigo serás una chi... chica normal. No tendrás que... fingir más. Nunca más tendrás que... ser un hombre.

—Eres alguien muy impredecible, pero este comentario debe ser causa de la pérdida de sangre. Le avisaré a alguien de la servidumbre y me re...

Tobi rió con algo de dolor. —Por eso te... te quiero llevar conmigo. Eres una compañía di... ¡Agh! divertida. Cuando estoy contigo no me... siento solo.

Hiro continuó con esa mirada fría en dirección a Tobi.

—Jamás dejaré Japón, menos aún contigo.

El dolor en el pecho cambió por una extraña llama que le cosquilleaba las manos y que hizo arrugar la frente porque, aún con esa mirada distante, Tobi sabía que ella estaba pensando en alguien más.

— ¿Por qué Sasuke? —Hiro parpadeó con suavidad— ¿Por qué quedarte si frente a Sasuke jamás podrás ser una chica? —Tobi alzó la barbilla con orgullo y sacó algo de pecho con extremo dolor. —A mi lado podrás ser quien realmente eres. Pu... Puedo darte lo que quieras.

—Lo único que quieres de mí es que sea tu juguete. —contestó— No deseo que alguien me dé lo que quiera.

— ¡Pero conmigo jamás serás hombre otra vez! —exclamó apretando los dientes porque el dolor empezaba a hacerle flaquear.

Hiro suspiró.

—Lo que menos deseo es verme como una chica delante de ti.

Tobi apretó la mandíbula y el brillo en su mirada se perdió. En un paso que Hiro no vio venir porque en su estado no creyó que fuera capaz de moverse, la agarró del brazo con fuerza.

—Te daré una semana. Si en una semana no decides irte conmigo, me encargaré de que veas como Sasuke se vuelve loco hasta que me ruegues que dejemos Japón.

Hiro apartó el agarre y el dolor se mostró de nuevo en el rostro de Tobi.

—No permitiré que lastimes a Sasuke-kun nunca más.

— ¡Por qué proteges ta... tanto a ese imbécil! —Hiro lo miró en silencio— ¡Ni tú lo sabes!

—Quizá antes no... —expresó y dejó que el calor de los recuerdos de Sasuke le abrume— Pero ahora sé que él es... es mi... mi destino.

—Tonterías. —Tosió y usó la pared para buscar apoyo— Tu destino po... dría ser yo. —Tobi levantó la mirada y le sonrió con dulzura sin darse cuenta. Hiro llevó la mano al pecho.

—En mi corazón siento que él lo es.

Tobi dio una carcajada ahogada. —Da igual lo que creas. Te llevaré a... Estados Unidos conmigo.

Antes de que Tobi siguiera deteniéndolo con palabrería absurda dejó el dojo sin mirar atrás, pero esa duda de si Neji en realidad seguía vivo se aferró a su corazón y empezó a corroer lentamente hasta hacerle sudar inconcientemente.

.

.

.

Creo que este capítulo los dejó con la boca abierta. Demoré mucho en publicar porque peleé bastante conmigo misma para escribir esto y eso se debe a tres motivos: 1)Tengo que hacer algo con respecto a Neji, porque ya han pasado muchos caps y no había dicho nada sobre él; 2)En la historia original, el personaje de Neji murió y me estaba complicando mucho saber qué hacer con un Neji vivo, porque eso repercutiría con interacciones entre los personajes que interactúan con Hinata, y 3)Tenía que deshacerme de Neji sí o sí.

Mil perdones.

Trataré de que este cambio no me cause muchos dolores de cabeza, pero estoy muy segura de que no será así.

Igual trataré de actualizar más por acá.

Besos y abrazos a dos metros del monitor.

.

PD: ¿Qué piensan de Tobi y Hinata?

PD2: ¡¿Kiba y Rin?!

Escribir este fic es una sorpresa tanto para ustedes como para mí, porque las parejas se forman por sí solas. Yo sólo trato de que las personalidades cuadren con los personajes, ya lo que pase, pues que tenga que pasar.

PD3: ¡CUANDO DEMONIOS SE VA A ENTERAR SASUKE!

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