Cuando Gray salió de su encuentro con el oráculo, lo estaba esperando el abuelo Brandon y Carmín acompañada de un par de amigas y otros dos chicos, uno de los cuáles parecía muy cercano a ella.
-Y bien ¿Cómo fue tu encuentro con el oráculo? -Preguntó el abuelo Brandon expectante.
-Pues, estuvo bien.
-¿Reveló cual es la labor que cumplirás como el héroe oscuro?
-Esteee... algo así...
-No me digas -dijo el anciano emocionado,- fue una charla privada en la que trataron temas de suma importancia y de alto secreto.
-Más o menos...
-Te enfrentarás a una misión de alto riesgo de la que no sabes si saldrás vivo, vivirás grandes aventuras y descubrirás misterios y mucho más... -El anciano miraba hacia el cielo con ojos destelleantes- pero claro, no nos puedes decir nada porque es un secreto.
Gray ya comenzaba a entender de donde provenía el carácter impulsivo de Carmín.
-Bueno bueno, puedes descansar aquí todo lo que quieras antes de partir en tu viaje. Ahora tengo algunos asuntos que atender. Si me necesitas estaré en la casa principal, está en el centro del pueblo.... Ah, y Carmín te guiará hacia el lugar donde te quedarás esta noche.
El anciano se alejó caminando lentamente, entonces una de las chicas que acompañaba a carmín le tomó la mano y lo miró a la cara, Gray la alejó instintivamente.
-Mía, no hagas eso -dijo Carmín-. A Gray no le gusta que lo toquen ni que lo miren fijo.
-Ah lo siento, -dijo la muchacha en forma coqueta- siempre suelo ser así de amistosa con todos.
-Eres bastante raro -dijo uno de los chicos.
-Tú eres el raro -dijo otro muchacho alto mientras apoyaba su cabeza encima de la de Carmín.
-Kevin no hagas eso -dijo Carmín enfadada- me haces sentir pequeña.
-Pero si eres pequeña -contestó Kevin divertido- no pongas esa cara, lo pequeña te hace muy tierna. Ven acá -le dio un gran abrazo a la muchacha levantándola del suelo.
-¡Suéltame, no hagas eso!
Gray no supo porqué, pero se sintió bastante molesto con aquella escena, no le gustaba ver a ese chico actuando con tanta confianza con ella.
-Bueno, vamos Gray, te guiaré hasta tu casa -dijo Carmín.
El grupo de chicos avanzó alegremente por el pueblo bromeando y riendo, mientras Gray los seguía atrás silenciosamente. El peligris no podía apartar la vista de Carmín, y sobre todo de Kevin. Se notaba que era muy cercano a ella y esto le molestaba.
Finalmente llegaron a una humilde casita con una poza afuera, donde nadaba una pareja de Magikarp.
Los chicos le mostraron el lugar que aunque no era muy grande, era bastante cómodo. Luego de eso se ofrecieron a darle una vuelta por el lugar. A Gray le emocionó bastante que lo invitaran, era la primera vez lo invitaban a algún lugar, normalmente siempre era dejado de lado, pero instintivamente se negó. Quizás en parte porque no supo cómo reaccionar ante este evento repentino, quizás por la costumbre de estar sólo, o porque sentía que debía estarlo. Pero lo que no se atrevió a confesarse a sí mismo, es que no quería soportar ver a Carmín rodeada de los mimos de Kevin.
El grupo de chicos dejo a Gray solo, debatiéndose entre el deseo de acompañarlos y la idea de que no debía hacerlo. El pobre chico estaba algo confundido ¿Por qué no los acompañó si quería hacerlo? Tal vez le había agarrado susto a la gente, estar tanto tiempo solo lo había afectado. Pero al final se consoló diciéndose a sí mismo "aún no estoy listo para esto". Sin nada más que hacer, se sentó junta a la poza a contemplar a los magikarp que nadaban suavemente en las cristalinas aguas, entonces Blue se acercó y le habló.
-Um umbreon umbreon uuuuu.
-¿Yo celoso? ¿Por qué dices eso?
-Breooooon umbreon ummm.
-Sí, es cierto que estaba molesto de ver a Carmín con ese chico, pero no creo que sean celos.
-¿Umbreon?
-¿Qué es? Pues tal vez... Envidia... Sí, creo que eso es más probable. En realidad Carmín tiene todo lo que siempre he querido, un hogar de verdad, un familiar vivo, gente que se preocupa de ella y amigos cercanos. Aunque la verdad, nunca me sentí tan mal de ver a otra persona con aquello que deseaba, tal vez cuando vivía en el orfanato tenía el consuelo de que habían otros chicos tan solos como yo, todos deseando lo mismo. Claro que ellos si tenían amigos cercanos con quienes contar, lo confieso, también les tenía envidia, a veces hasta me alegraba de causarles miedo, alguna vez lo hice a propósito para desquitarme.
-¿Umbreon umbreon um um um?
-Fueron unas pocas veces nada más. Yo podría haber sido un chico muy malo de no haber conocido a Don Marcus. Él me brindó apoyo y algo de afecto, en verdad fue como mi padre. Ese hombre no me temía y me aceptaba tal como era, me enseñó muchas cosas, también me enseñó a ser amable.
-Umbreon um umbreon um um um ubreoooonn
-Es cierto que Carmín tampoco me teme, pero eso no significa que sienta algo por ella. Además, te digo que no estoy celoso, no te pongas pesado.
-Umbreon um.....
Antes de que Blue terminara la frase, vio pasar a Adelle caminando tranquilamente, iba a lanzarse por ella como solía hacerlo, pero estaba en una conversación con su entrenador, entonces el pokémon lo miró expectante y Gray dijo:
-Ya no te preocupes, sé que quieres ir tras ella, vete no te preocupes por mí.
-umbreon umbreon umbreon uuuuummm breoooon
-No me voy a morir mientras tú no estás, deja de ser tan paranoico. Tampoco me meteré en problemas, estoy en una pequeña y pacífica aldea ¿Qué podría pasarme? Además, Shun lee y Demon están aquí conmigo ¿De qué te preocupas tanto?
Tras escuchar estas palabras, Blue se sintió más tranquilo y se fue tras la espeon donde le esperarían una buena cantidad de golpes de cola de hierro. Mientras tanto Gray volvió a sumirse en sus pensamientos, podría haberse sentido triste de no estar Shun lee con él, ella siempre lo alegraba.
Estaba debatiéndose entre sus pensamientos cuando apareció de pronto un Spoink. El cerdito se acercó saltando alegremente sobre su cola de resorte, entonces se detuvo en seco cuando pasó cerca del muchacho, se volteó a verlo con algo de temor, sin duda afectado por el aura oscura que rodeaba a Gray, la misma que espantaba a todos los pokémon que no eran fantasma o siniestro. Pero ese cerdito no se dejó amedrentar, con la actitud de cumplir un deber sagrado, se acercó a Gray y depositó en su mano un arete de oro con un pequeño diamante incrustado en él. Una vez hecho esto el spoink se alejó velozmente.
-¡Poki! ¡Regresa aquí! ¡Devuélveme mi artefacto, spoink desobediente! -Se escucharon estas palabras en la cercanía.
Entonces del lugar del que provenía la voz, apareció la muchacha más hermosa que Gray había visto en su vida. La chica aparentaba unos 18 o 19 años, era alta, muy curvilínea, tenía un trasero redondo como una manzana, un abdomen perfecto y unos pechos descomunales, su cabello era negro liso y muy bien cuidado, de tez morena, su rostro era fino, sus ojos alargados y su nariz pequeña, el conjunto era perfecto, una muchacha bella, saludable y sexy.
Gray quedó mudo de la impresión, no podía dejar de mirarla, ella se acercó a él caminando elegantemente y comenzó a decir algo, pero no le puso atención, sólo podía admirar su belleza. La melodiosa voz de la morena bañaba los oídos del muchacho y el significado de sus palabras se perdía en el viento. Al parecer la chica le hizo algunas preguntas, pero como Gray estaba embobado con ella, se limitó a asentir sin saber a que estaba respondiendo. De pronto la chica lo agarró de la mano y comenzó a llevarlo a algún lugar.
-No te vayas a arrepentir ahora, ya me dijiste que vamos a hacerlo.
Shun lee vio como se llevaban a su entrenador casi arrastrando lejos de ahí, no sabía muy bien lo que pasaba, o lo que iba a pasar, así que decidió volar en busca de ayuda. Mientras que Demon, con su indiferencia de siempre no se movió del lugar.
Mientras tanto Gray estaba cada vez más asustado, se preguntaba qué era a lo que había respondido que sí. Ella había dicho "vamos a hacerlo", ¿Acaso se refería a hacer "eso"? Aunque Don Marcus le había dado algo de educación respecto al tema, no se sentía preparado aún, y aunque la muchacha era un bombón, tampoco quería que las cosas pasaran de esa forma.
-Oye espera ¿No crees que vamos muy rápido?
-En realidad yo no debería estar haciendo esto, así que debemos hacerlo rápido antes de que nos descubran -dijo con una sonrisa adorable.
-Pero pero...
-¡Vamos! ¡No te puedes echar atrás, ya me dijiste que lo harías!
Gray no tuvo tiempo de seguir replicando, pronto llegaron a la casa de la muchacha donde lo hizo entrar a empujones, tras dar un vistazo dijo:
-Pues vaya que estamos de suerte, no hay nadie, ni siquiera tendré que dar explicaciones, ven, vamos a mi alcoba.
Tras otro par de empujones, hizo que Gray entrara en su pieza. Era un cuarto algo desordenado, lleno de toda clase de utensilios: Alicates, alambres, pinzas, piedritas, hilos, tijeras y otras cosas. También se podían ver algunas joyas de fantasía que al parecer había fabricado ella misma.
-¿Me podrías esperar un momento? Tengo que preparar algunas cosas antes de que empecemos, no tardaré.
Dicho esto salió cerrando la puerta. Gray muy asustado trataba de calmarse y pensar. Lo que estaba viviendo era como un sueño, estar con una chica tan bonita en esas circunstancias le parecía casi irreal, se preguntaba ¿Por qué lo había elegido a él? ¿Acaso estaba eso bien? ¿Qué debía hacer? ¿Qué era lo que le había dicho antes y que no puso atención? Por otro lado le preocupaba el hecho de que ella era una chica mayor y él un muchachito sin experiencia, no quería quedar mal ante ella, algo de orgullo tenía ¿De verdad no podía negarse? Su conciencia lo atormentaba diciéndole que eso no estaba bien.
Se debatía en estos pensamientos cuando la muchacha regresó. Se había puesto un delantal blanco, se había recogido el cabello en un tomate y llevaba puestos unos guantes de látex ¿Qué significaba eso? ¿Acaso se trataba de una fetichista que buscaba una víctima para sus deseos retorcidos?
-Pe... Pero ¿Qué haces vestida así? -Preguntó Gray alarmado.
-¿Eh? Pero si así es como deben hacerse las cosas, si te voy a hacer un piercing tiene que ser en condiciones higiénicas, no quiero que se te infecte el agujero.
-¿Me vas a hacer un piercing?
-Claro, eso dijiste, yo te pregunté si me harías el honor de usar el arete que fabriqué y que te dio ese spoink y tú dijiste que sí, pero como no tenías agujero en la oreja, te pregunté si podía hacértelo yo y también me dijiste que sí.
-Ah ya...
Gray sintió un gran alivio y tal vez algo de decepción, pero tras ese momento de tranquilidad se puso tenso ¿Acaso había dicho que le iba a abrir un agujero en la oreja? No le gustaba nada la idea de que le atravesaran una aguja por ahí, en verdad le asustaba.
-Oye espera, yo no tengo intenciones de hacerme un piercing.
-¿Qué? Pero si ya me dijiste que lo ibas a hacer, no voy a aceptar un no por respuesta.
-Pues yo no pienso dejar que me agujereen así que déjame salir de aquí.
-Ni lo pienses -dijo la muchacha cerrando con llave la puerta de la habitación y quitándose el delantal.
Entonces se inició una persecución, Gray intentaba escapar de la chica y a la vez quitarle la llave del cuarto, mientras ella trataba de atraparlo e inmovilizarlo. Él tenía la ventaja de la fuerza, pero ella era más hábil. Finalmente la muchacha se lanzó y agarró las piernas de Gray tirándolo al piso donde cayó de bruces, rápidamente subió y apoyó su cuerpo contra él para retenerlo contra el suelo, pero él se giró antes y se puso de espaldas para oponerse. Pero desgraciadamente para un chico era algo complicado forcejear con una mujer, básicamente no hallaba por donde agarrarla sin faltarle el respeto, sólo le quedaba tomarla por los brazos, pero ella sabía moverse y evitar esto, además la suavidad de sus pechos apoyados contra su cuerpo lo desconcentraba mucho y lo entorpecía.
Estaban en medio de su pelea cuando la puerta del cuarto se abrió de golpe y entraron el abuelo Brandon y Shun lee.
-Shu shuppet shuppet (Maestro traje ayuda).
-¡Shell, Gray, pero que significa esto!
Ciertamente la situación era comprometedora, ambos acostados en el suelo, ella encima de él y sus rostros casi tocándose. Lo peor es que Gray al ser un forastero y además el hombre, era quien quedaba en una situación más comprometedora. Entonces la muchacha le susurró:
-Si accedes a hacerte el piercing te saco de este embrollo.
A Gray no le quedó otra opción que aceptar, en verdad no se le ocurría otra salida. Pero antes de que Shell abriera la boca para dar una explicación, Blue entró veloz como un rayo casi atropellando al Abuelo Brandon, se detuvo al ver la escena, e interpretó la situación a su manera, viendo a Shell como una criatura malvada que tenía a su maestro atrapado bajo su poder.
Por una vez Blue pensó racionalmente y decidió que no podía hacerle daño a esta humana, así que se limitó a tirar de su remera para forzarla a salir de encima de Gray. El asunto es que, o la remera estaba muy vieja o era de muy mala calidad, pues tras un par de tirones se rajó dejando al descubierto al ropa interior de Shell.
-¡KIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Ese día Gray se hizo un piercing en su oreja derecha, Shell fue quien abrió el agujero y se encargó de que sufriera lo más posible.