El Descanso de las Almas

1.2K 128 36
                                    

Tras terminar toda aquella tragedia, lo primero que hicieron los muchachos fue liberar a sus pokémon y ver como se encontraba la maestra Clover. La mujer apenas podía estar consciente, Geralt hacía un gran esfuerzo para contener sus lágrimas por ver a su madre en ese estado. 

-Debería poder recuperarse sola-dijo Carmín- pero tiene tan poca energía dentro y está tan débil que temo que no sea capaz.

-Carmín no digas eso por favor, mi madre tiene que recuperarse.

-Maestra... -Sollozaba Shell

-Parece que no pude llegar a tiempo -se lamentaba July.

-En verdad se ve muy mal -dijo Capa Gris.

 Todos voltearon a verlo sorprendidos.

 -Aaah ¡Capa Gris! ¡En qué momento llegaste!

-En el momento adecuado -se alcanzó a vislumbrar su sonrisa debajo de su capucha-. Bueno... Esto de los desórdenes energéticos no es mi fuerte pero creo que puedo hacer algo, a ver... ¡Ajá! Ahí está -se acercó a Lampent- Necesito tu ayuda -Gray temía que el príncipe lo quemara por tutearlo, pero para su sorpresa no fue así-. Carmín querida, por favor toma uno de los brazos de este lampent, perfecto ahora colocaremos el otro sobre esta dama y empezaremos con el proceso...

 Capa Gris cogió al pokémon por el cuello y le dio un ligero apretón, este lanzó un pequeño quejido y comenzó a sentir como una corriente circulaba por su cuerpo. Se sentía incómodo, pero no sabía por qué razón no podía oponer resistencia, algo tenía este hombre que lo obligaba a obedecer. El lampent se sentía asustado, nunca nadie lo había doblegado de esa manera, comenzó a pensar que había algo raro en esta persona. Al menos le tranquilizaba el hecho de que él no hacía daño, pero era algo extraña la forma en la que aparecía justo en el momento apropiado.

Pronto la madre de Geralt recuperó los colores en el rostro y fue capaz de levantarse, entonces Capa Gris liberó al príncipe quien fue a esconderse detrás de su entrenador.

 Clover miró a su benefactor con cierto recelo, la forma en la que ocultaba su rostro y la habilidad con la que manejó a ese lampent la hizo desconfiar. "Es un hechicero" se dijo a sí misma.

 -¡Mamá! -Dijo Geralt feliz abrazando a su madre- estás bien ¡Has salvado a mi madre! ¡Gracias! ¡Gracias caperucito gris!

-¡Geralt! -Gritó Clover agarrando a su hijo por la oreja- ¡Hasta cuando tengo que decirte que te refieras con respeto a tus mayores! ¡Mucho más a aquellos con los que no tienes confianza!

-Ya ya, ya entendí mamá, por favor suéltame.

-Si la maestra Clover ya está en condiciones de regañar a su hijo, entonces significa que está bien -declaró Shell-. Pero ¿Qué fue lo que hizo?

-¿Eso? No es nada. Sólo le traspasé un poco de la energía de Carmín, nada más. Esto se puede hacer utilizando artefactos, pero no soy muy diestro en eso, la otra opción era usar un pokémon que manipule la energía, como lampent.

-Aaaaaahhh -Carmín se abrazaba a si misma sintiendo que un escalofrío le recorría la espalda-.Me robaste mi energía... Waaaa.

-Tranquila, piensa que ayudaste a salvar una vida. Además la cantidad de energía que tú posees es monstruosamente grande, no afectará que te haya robado ese poquito.

-¡Pero no lo vuelvas a hacer sin mi permiso!

-Ya ya, lo que digas, ahora vamos a tratar a sus pokémon.

 A la primera que sanaron fue Arche, sobre todo para que se apresurara a atar a los bandidos con su hilo de seda, así se aseguraron de que estos no escaparan ni intentaran nada cuando despertaran. Luego Capa Gris comenzó a ocuparse de los demás pokémon, los muchachos lo observaban trabajar con bastante interés, sobre todo Gray, quien comenzaba a admirar aquella habilidad para sanar heridos. Pronto llegó el turno de que se ocupara de Blue, este se encontraba en bastante buen estado con excepción de sus dientes, y se lo hizo notar a Gray.

Pokemon la Región ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora