El Umbreon Shiny

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El cuerpo eevee comenzó a brillar, su tamaño aumentó y su forma cambió. Cuando su luz se apagó, Gray tenía frente suyo a un umbreon shiny, su pelaje era negro como el de todos los umbreon, pero sus anillos, normalmente amarillos eran de un pálido celeste, y sus ojos en vez de ser de un siniestro color rojo eran amarillos y emanaban paz.

El diabólico pikachu vio la escena perplejo, pero no se dejó amedrentar y dirigió su cola hacha contra Gray, entonces umbreon se interpuso y recibió el ataque en su lugar y aunque recibió daños, se mantuvo firme, tras evolucionar su defensa especial había aumentado mucho, y pronto demostraría que su poder de ataque también había mejorado. Umbreon realizó una embestida y esta vez sí causó daños notables a pikachu quien ya no se sentía tan seguro frente a su oponente, por lo que decidió atacar a distancia con una serie de impactruenos que Umbreon esquivó con facilidad.

-Umbreon trata de acercarte, esquiva sus truenos y atácalo de cerca como sea -gritó Gray.

El pokémon obedeció y se dirigió hacia pikachu dispuesto a realizar un ataque frontal. El roedor no tardó en reaccionar y arrojó un trueno hacia umbreon, pero para su sorpresa, antes de que el ataque eléctrico pudiera alcanzarlo umbreon se esfumó reapareciendo justo detrás suyo donde lo embistió con fuerza.

En mitad de la pelea Umbreon había aprendido finta, que consistía en utilizar la velocidad para realizar un rápido movimiento que permite escapar del rango de visión del oponente y acercarse para atacar por la espalda, es un movimiento traicionero pero muy efectivo pues es casi imposible esquivarlo.

El pokémon siniestro continuó atacando despiadadamente y sin tregua, Gray miraba la batalla casi sin aliento. Pikachu estaba perdiendo, cada vez estaba más lento y más débil, y finalmente en un momento de desesperación pikachu lanzó el trueno más poderoso que pudo arrojando a Umbreon lejos. Pero ese fue su ataque final, ya no le quedaba energía, entonces furioso y frustrado gritó.

-Pikaaaa pikachuuuu pikachu chuuuuu (porqué defiendes a los niños, ellos son crueles y despiadados, ellos me dejaron morir, me abandonaron) pikaaaaaaa pika piii chuuuu (y eso que yo siempre estuve a su lado).

Pikachu puso una expresión de dolor y gruesas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Entonces Gray se percató de lo que pasaba, ese pokémon estaba poseído por un espíritu que buscaba venganza contra los niños pero ¿Qué era aquello tan terrible que le hicieron unos pequeños a un pokémon para generar tal odio? No tuvieron tiempo para responder esa pregunta porque el pikachu emprendió la huída. Umbreon se disponía a seguirlo pero Gray lo detuvo.

-Déjalo Umbreon, ya tendremos tiempo de ocuparnos de eso.

La historia de la hazaña de Gray salvando a los niños se extendió rápidamente por el pueblo y el muchacho se convirtió en el héroe local. Todos querían saludarlo y estrechar su mano, incluso le llegaron bastantes regalos de parte de las madre agradecidas, y aunque las intenciones de los vecinos eran buenas, estas conductas fastidiaban bastante a Gray. Él era una persona solitaria y callada que prefería mantenerse alejado de la gente, como había estado toda su vida. Ahora de pronto recibir tantas atenciones era muy molesto para él que no estaba acostumbrado a estas cosas.

Así fue como durante los días que siguieron se quedó encerrado en el orfanato con la excusa de que debía descansar su tobillo lastimado. Las cuidadoras que lo conocían bien comprendieron su necesidad de soledad y lo dejaron en paz, también les dijeron a los niños que no lo molestaran tanto. Pero lo que no pudieron mantener alejado de él fue a Shuppet y a Umbreon.

Ambos pokémon sólo querían estar cerca de Gray y en lo posible mantener alejado al otro. Así sus molestas batallas se reanudaron  con la diferencia de que ahora, Shuppet tenía tenía un nuevo ataque para utilizar, pues había aprendido el ataque psíquico, que aunque era inútil contra los pokemon siniestro, le servía para arrojar cosas encima de Umbreon. El lado bueno de eso fue que ahora sus peleas terminaban rápido y no causaban mayores molestias, aunque eso fue hasta que Umbreon aprendió el ataque bola sombra, el cuál por alguna razón era particularmente poderoso. La primera vez que lo usó fue en la alcoba de Gray, el ataque pilló a Shuppet desprevenida quien terminó noqueada al instante, por desgracia también noqueó a Gray y dejó un desastre de proporciones colosales en la alcoba. Después de eso el muchacho les prohibió estrictamente a ambos pokémon que entraran a su pieza o que tuvieran peleas dentro del orfanato.

En los días que siguieron Gray comprobó que su Umbreon aparte de ser de un color inusual tenía ciertas particularidades en su carácter. Gray conocía bien a los pokémon tipo siniestro, en general eran criaturas frías, calculadoras, desconfiadas, solitarias y ariscas, en algunos casos hasta podían ser crueles. Pero eso no significaba que fueran pokémon malvados, simplemente era su naturaleza, de hecho eran de los pokémon más fieles que se podían encontrar, y aunque no demostraran sus sentimientos, eran capaces de sentir un profundo aprecio por su entrenador y ayudarlo en todo lo que necesitara, incluso hasta eran capaces de dar su vida por él. En cierta forma se parecían un poco a Gray, a menudo la gente decía que él tenía el carácter de un pokémon siniestro.

Pero este Umbreon shiny era distinto de todo lo esperado, es cierto que era muy desconfiado y frio con los desconocidos y los miraba con recelo, pero en cambio con los niños pequeños era muy cariñoso y juguetón, y con las personas que identificaba como importantes para Gray era alegre y protector, pero cuando más manifestaba esta personalidad, era cuando estaba junto a Gray.

Era extremadamente alegre y emotivo, por ejemplo cada vez que Gray llegaba a casa del trabajo Umbreon se le tiraba encima, pero como ya no era un pequeño eevee, lo botaba al piso, luego recostado encima de Gray le lamia el rostro cariñosamente hasta que este le pedía que se bajara.  Umbreon se bajaba y seguía a Gray saltando alegremente detrás suyo. A veces Gray sorprendía al pokémon vigilándolo atentamente, y cuando le preguntaba que pasaba, éste simplemente no respondía, ladeaba la cabeza le mostraba la lengua y movía la cola, era difícil saber en que estaba pensando.

El sueño de Gray seguía repitiéndose pero ahora era más nítido que antes, veía al hombre corriendo por aquel lugar oscuro y a su lado aquel flareon que lo seguía fielmente. Ahora era capaz de distinguir algunos detalles más, como que el hombre era muy delgado y usaba una capa, pero lo principal es que ahora sabía la razón por la que aquella persona y su pokémon corrían, estaban persiguiendo algo...  ¿Pero qué? Gray no sabía por qué, pero aquel sueño le hacía pensar mucho en el pikachu negro, ¿Acaso estarían relacionados?

No podía quitarse esa idea de la cabeza, tampoco podía dejar de pensar en la expresión del rostro de ese pikachu. Sin duda se trataba de un alma atormentada que seguiría causando problemas mientras no encontrara paz. Gray estaba convencido de que la única persona que podía ayudarlo era él mismo, después de todo, había nacido con un talento natural para entender estas cosas, por lo que decidió abandonar su hogar y emprender un viaje para encontrar y ayudar a ese pokémon.

No se equivocó al suponer que Shuppet y Umbreon lo acompañarían, ambos pokémon estaban dispuestos a seguirlo hasta el fin del mundo si era necesario. Los niños del orfanato se pusieron un poco triste al saber que Gray se iba pero este prometió que volvería pronto, las personas del pueblo también se entristecieron al saber de su partida, a pesar de su carácter frio y antisocial Gray siempre había sido amable con los demás y ayudaba a quien lo necesitara, cosa que hizo que se ganara el aprecio de todos, solo que no se notaba mucho por el miedo que le tenía. A pesar de eso, le hicieron una modesta fiesta de despedida y le obsequiaron algunas cosas para su viaje, una mochila, algo de ropa y otros enseres. Y de parte de Don Marckus un libro sobre pokémon junto a unas pokebolas para shuppet y Umbreon y también algunas extra por si encontraba algún pokémon interesante que quisiera capturar.

Al día siguiente cuando ya estaba todo listo para su partida, se dispuso a meter a sus compañeros de viaje en sus pokebolas. Shuppet entró obedientemente, pero Umbreon se negó rotundamente, le gruñó a Gray, le hizo una pataleta, se escapó y se  escondió debajo de la cama. Finalmente se subió al techo gritando a toda voz que él no entraría en una pokebola. No hubo forma de hacerlo bajar, sólo lo hizo cuando Gray le prometió que no lo obligaría a entrar en su pokebola. Dicho esto Umbreon bajó tranquilamente y lamió la mano de su entrenador quien lo único que pudo hacer fue lanzar un profundo suspiro ¿Qué aventuras le depararía el destino junto a este pokémon tan raro?

Pokemon la Región ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora