Una Niña Muda y Otras Rarezas Más

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Finalmente la llegada del invierno parecía haberse manifestado, las brisas frías y los árboles desnudos eran mensajeros innegables del cambio de estación, los límpidos cielos ahora se veían cubiertos cada día por un blanco manto nuboso que se extendía hasta las montañas de las lejanías. Junto con el invierno llegó aquel fenómeno inevitable conocido como lluvia, las blancas nubes habían cambiado su tenida alba por un tono gris oscuro, entonces sin previo aviso descargaron su líquido cargamento. 

La lluvia nunca es bienvenida por aquellos que carecen de refugio, por eso como era de esperarse, a ninguno de los chicos le agradó mucho esto, aunque se habían preparado con impermeables y botas para la lluvia, no era gracioso caminar por el terreno lodoso, y el agua parecía estar inundando hasta sus mismísimos corazones. Avanzaban lo más rápido que podían, con la esperanza de encontrar algún refugio pronto, tal vez una cueva, o un árbol de denso ramaje o una casa abandonada, cualquier cosa serviría, al menos se alegraban de que la lluvia borraría sus rastros, así para aquellos que los buscaban sería más complicado seguirles la pista. 

Seguían su pesada marcha en silencio, así como gris era el cielo, grises eran sus ánimos, sólo anhelaban un lugar cálido para descansar. Cada quien iba metido en su mundo interior, arrullados por el sonido de las gotas cayendo se les podría haber pasado por alto cierto sonido un tanto perturbador, pero el agudo oído de Blue y Demon pudo captarlo. 

-Um umbroen um um umbreon (Maestro alguien gritó).

-¿Qué?

-Umbreon um umbreon um breon breon um( Alguien gritó, parece tener problemas).

-Oh, pues, vamos, si ayudamos a esa persona quizás conozca de algún lugar que podamos ocupar. 

Siguiendo al negro pokémon entre la lluvia, los árboles y el barro, no tardaron en hallar el lugar del que provenía aquel grito. En el punto señalado por Blue vieron a una niña que no parecía tener más de 9 o 10 años, no llevaba ropa apropiada para aquel clima, debajo de sus pantalones cortos se dejaban ver sus flacas piernas expuestas al agua, ni siquiera llevaba un chaleco para protegerse, sus cabellos color miel estaban empapados y medio cubrían su pequeño y aterrado rostro. El miedo que expresaba esta pequeña se debía a que frente a ella se encontraba un zebstrika con cara de pocos amigos, aquel pokémon eléctrico de aspecto semejante a una cebra, rascaba la tierra amenazadoramente mientras algunas chispas se escapaban por sus crines de forma agresiva. 

El ataque de zebstrika hacia la niña era algo inevitable, pero por suerte Gray pudo reaccionar a tiempo y mandó a su pikachu a embestir al furibundo pokémon, este tras recibir el ataque puso  su atención en aquella rata eléctrica, pero esta con una certera orden de su entrenador atacó con cola de hierro haciendo retroceder a su oponente,  luego de eso Blue atacó con un mordisco (Ya se había recuperado de su lesión en los dientes). La cebra viendo que estaba luchando contra dos oponentes al mismo tiempo y que no estaba en condiciones de ganar, hizo una retirada veloz.

Una vez alejada la amenaza corrieron a ver como se encontraba la pequeña, por suerte parecía estar bien, aparte de estar mojada y con frío no tenía otros problemas. Geralt sacó de entre su equipaje un impermeable que tenía de sobra y se lo puso a la niña, le quedaba algo grande pero era suficiente para protegerla. 

-Pobrecita, está toda mojada, oye niña ¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Estás perdida? 

La niña sólo lo miraba tímidamente y de sus labios no salía ni una palabra. 

-No dice nada, tal vez todavía tiene miedo ¿Qué vamos a hacer con ella?

-Hay que buscar a su familia -dijo Shell- pero creo que sería mejor llevarla a un lugar seco, podría enfermarse.

Pokemon la Región ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora