Pokemon la Región Zero

Sobre la Reunión y Otras Cosas

Gray ya había terminado de alimentar a Blue y este se había quedado dormido junto a Demon. Clover también había terminado de trabajar con las piedras que le había dado Gray, debido a la falta de materiales, específicamente de metales, había hecho un trabajo rápido con cuerdas de colores, creando una obra de aspecto bastante artesanal pero muy bonita. Eran tres colgantes, por el diseño se notaba que estaban destinados a ser usados por mujeres, miró su obra satisfecha y le entregó los tres colgantes a Gray. 

-¿Eh? ¿Por qué me da esto a mí? Yo no se los di para que me hiciera accesorios, era para ayudarla, como perdió todo...

-Ya contamos con mucha gente que nos ayuda, no tienes que preocuparte por eso, además, no me perdería la oportunidad de comprobar una leyenda urbana por nada del mundo.

-¿Leyenda urbana?

-Sí, es un mito que se cuenta entre los artesanos. Se dice que si un sableye pierde las tres piedras de su espalda al mismo tiempo, debes tomarlas, fabricar tres colgantes con ellas y dárselos a una persona desdichada. Esta persona desdichada, deberá a su vez darle los tres colgantes a tres personas del sexo opuesto: a aquel que sea su amigo más leal, a aquel sea el más cercano y a aquel a quien más ame. Cuando el tercer collar sea entregado, la persona desdichada encontrará la felicidad y la persona que fabricó los colgantes también. Sería grandioso que esa historia fuera verdad, todos ganaríamos algo.

-Y entonces decidió darme los tres colgantes a mí ¿Pero seré yo la persona apropiada para esto?

-Pues yo creo que sí, pareces alguien desdichado, aunque por lo que me cuentas que te ha tocado vivir, no me extraña. Hay un dejo de tristeza en tus ojos, definitivamente eres la persona apropiada para recibir los collares.

-Pero yo no tengo a quien darle los colgantes, casi no tengo relaciones con otras personas, no tengo amigas, ni hermanas, ni novia ni nada.

-De eso se trata muchacho, estás triste porque estás solo, así que debes formar lazos con tres muchachas y entregarles los colgantes. Quizás la leyenda no es tan mágica como la cuentan y esto simplemente se basa en ayudar a una persona a superar sus problemas, sólo déjame decirte una cosa, nada en tu vida cambiará si tú no generas el cambio, esfuérzate por formar lazos con los demás y ya verás como todo mejora.  

Mientras Gray y Clover conversaban fuera de la casa, dentro de ella se llevaba a cabo la reunión que había convocado Clovis, una reunión que estaba lejos de ser algo agradable. El único que parecía medianamente cómodo en esa situación era el mismo Clovis, pero tanto Shell como Carmín no hallaban la hora de retirarse. El señor Braum les lanzaba miradas de ánimo, a él tampoco le gustaba todo eso pero presentía que se llevaría a cabo una conversación de suma importancia y no quería quedar fuera de ella.

-Bueno, antes que todo, quisiera que me contaran qué fue lo que pasó exactamente ayer, mi hermana no se veía muy bien, no sólo por lo del incendio, parecía afectada por algo más, la conozco ¿Qué pasó?

 Entonces Carmín procedió a contar todo lo acontecido en la cueva, por supuesto con la exactitud y el detalle que sólo ella sabía dar a sus relatos, sin obviar nada, sin inventar nada. Clovis escuchó todo con mucha atención y sin mostrar ninguna reacción ante sus palabras, hasta que se mencionó lo que tuvo que padecer su hermana, entonces frunció el ceño molesto, pero esa fue la mayor emoción que expresó, la emotividad no era lo suyo. Posteriormente comenzó a realizar algunas preguntas, sobre todo relativas a Capa Gris. Al igual que su hermana, él también encontró sospechosa la aparición de dicho personaje, dedujo que se trataba de un hechicero y despertaron en él las mismas preocupaciones de Clover, las cuales no tardó en manifestar.

 Encontrar a un hechicero era algo extremadamente raro, por eso para los exorcistas más jóvenes como Carmín, la existencia de estos individuos era casi un cuento de hadas, no era de extrañar que no fuera capaz de reconocer a uno. Esto hizo que Carmín también sospechara de Capa Gris, y aunque en un principio no tenía intenciones de contarle a Clovis sobre el encuentro que había tenido con él la noche que obtuvo a Nunu, su munna, terminó por confesarle todo.