Un Final Casi Feliz

1.4K 161 18
                                    

Nuevamente los chicos habían sido transportados a través de un túnel temporal, al parecer habían vuelto a su época y estaban en medio del bosque muerto y a sus pies yacía celebi, quien  ahora estaba completamente amarillo, incluso estaba pasando a tonos marrón.

-Ce... ce... celebi cele celebi ce... (Al... Al final no pudieron hacer nada) Celebi cele celebi (El bosque está condenado.)

-¡Espera! -Dijo Gray- nos enviaste allá sin saber qué era lo que debíamos hacer, pero ahora ya lo sabemos. Por favor, envíanos una vez más y verás como arreglamos todo.

-Celebi celebi cele (No puedo, ya no me quedan fuerzas).

-Yo... Tal vez pueda hacer algo -dijo Carmín con firmeza.

Sacó de su bolsillo el anillo con el rubí que formaba parte de su equipo de exorcismo, se lo colocó y apoyó la piedra contra el cuerpo del celebi, luego comenzó a recitar algunos versos extraños y una luz roja rodeó al pokémon, este comenzó a recuperarse poco a poco, su color amarillo marrón pasó a un pálido verde, pero en tanto celebi recuperaba su energía, Carmín la iba perdiendo, pronto se puso pálida y cayó de rodillas al suelo incapaz de sostenerse.

-Carmín ¿Estás bien? -Preguntó Gray mientras se agachaba para revisarla.

-Déjame, apúrate y ve a hacer tu trabajo. La salud de celebi no durará mucho, su energía es constantemente drenada, así que vete ahora... Salva el bosque... Sálvanos a todos...-La muchacha no pudo decir más porque perdió el conocimiento.

-Celebi (Vamos).

-De acuerdo -dijo Gray preocupado, no quería dejar el cuerpo de Carmín ahí sólo- Demon cuida a Carmín, Blue vamos.

Dejando a la muchacha y al pikachu, Gray y Blue fueron envueltos por la misma luz de siempre y se desvanecieron.

Aparecieron  nuevamente en el bosque, pero esta vez ya era de noche. Gray sabía que no había tiempo, así que se adelantaron hasta la cascada donde ocurrirían los eventos que debía evitar. Llegaron justo a tiempo, la kangaskhan miraba las luces brillantes con deleite mientras un mightyena los observaba.

-Blue, ve por el mightyena.

El umbreon obedeció e interceptó al pokémon antes de que se robara la cría, en cambio fue Gray quien la extrajo de la bolsa. La madre, esta vez corrió furiosa detrás de Gray para recuperar a su bebé, mientras por otro lado Blue tenía una feroz batalla a mordiscos, pero el mightyena al ver que su presa escapaba lanzó un aullido llamando a su manada.

Los mightyena se lanzaron al ataque, casi todos contra la kangaskhan, sólo dos se ocuparon de Gray. Blue al ver que atacaban a su entrenador, corrió desesperadamente para ir a defenderlo, pero un muro de mightyenas se lo impidió. Mientras tanto, la madre luchaba por abrirse paso hasta su cría, esta batalla tan desigual duró algunos minutos.

Aunque Gray no podía contra los dos pokémon que lo atacaban, lo daba todo por defender a la criatura que llevaba entre sus brazos, aunque su ropa estaba toda rasgada y la sangre manaba de sus numerosas heridas, seguía manteniendo al bebé lejos de las fauces de sus depredadores.

El valor demostrado por el muchacho impresionó  a la pokñemon. Comprendió que él nunca quiso dañar a su cría, sólo protegerla. Nuevamente se lamentó por lo irresponsable que fue al alejarse de su manada, ahora por su culpa no sólo su cría moriría, si no también este humano inocente. Pero no lo iba a permitir, aunque tuviera que hacer un gran sacrificio.

Dio un gran pisotón y comenzó a provocar a los mightyenas, estos incluidos los que luchaban contra Blue y Gray, se centraron en la madre y se dispusieron a atacarla. Ella cuando se aseguró de que sólo la miraban a ella, comenzó a huir alejando a las bestias. Corrió tan lejos como pudo, hasta que se perdió de vista.

-Kangaskhan (mamá) -Lloró la cría.

Pero no hubo respuesta, el muchacho y su pokémon no quisieron ni pensar en lo que había sido de la pobre kangaskhan.

-Bueno... Esto es distinto de lo que pasó antes... Aunque igual es un resultado terrible pero... ¿Será suficiente para prevenir las desgracias del futuro?

-Una miserable cría de kangaskhan no me sirve -dijo una voz detrás de él- es demasiado débil como para ser un recolector. Tú, maldito mocoso has arruinado mis planes.

Detrás de él estaba el hombre de los ojos pardos, mirándolo con odio y a su lado estaba Amadeus, su hypno. Pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa, nuevamente la luz del tiempo envolvió a Gray y a Blue regresándolos a su época.

-Gray -dijo Carmín con su rostro pálido pero sonriente- lo lograste, mira a tu alrededor.

En cuanto recuperó el sentido, vio que el bosque antes marchito ahora rebosaba de vida y esplendor, cientos de árboles verdes y cientos de pokémon saludables dotaban al lugar de una belleza y energía que no habían notado antes.

-Pero parece que no fue fácil -dijo examinando las ropas y las heridas de Gray- por lo menos estás bien, aunque... ¿Salvaste a la cría?

-A ella sí, pero no a la madre.

Carmín bajó la vista con tristeza, la crías de kangaskhan son muy dependientes de sus padres ¿Qué iba a ser de esa pobre criatura sin su madre? Sin duda estaba condenada a la muerte.

-Cele celebi celebi celebi cele cee (No siempre las cosas pueden ser perfectas) -dijo célebi ahora exhibiendo su color verde característico- Celebi cel cele cele biiii celebi (Pero si te sirve de consuelo la cría no murió)

-¿Qué dijo Gray?

-Que la cría no murió.

-¿En serio? ¿Y qué fue de ella?

El verde pokémon se agitó diciendo algunas palabras ininteligibles para Carmín.

-Celebi dice que lo sigamos.

Celebi los guió a un lugar cerca de la cascada donde había ocurrido la tragedia. Ahí junto a un gran árbol, había un enorme esqueleto, dedujeron que era de la madre kangaskhan.

-Carmín, ocultémonos, Celebi dice que a la cría no le gusta que vengan a este lugar.

Los chicos y sus pokémon se escondieron y tras un rato de esperar vieron a la cría. Casi no había crecido nada en dos años y llevaba la expresión de alguien que ha sufrido mucho.

-Kangaskhan... (Madre, ha pasado tiempo desde que no estás conmigo. No sabes cuánto he llorado, pero me he hecho más fuerte, aunque no creo que llegue a ser grande como tú. Te extraño mucho, pero ya no puedo seguir aquí. Madre, me voy del bosque, pero siento que no puedo hacerlo sin ti, quiero que estemos juntos por siempre).

Dicho esto, la cría tomó el cráneo de su madre y se lo puso en la cabeza, al hacer esto comenzó a brillar como cuando un pokémon evoluciona, su silueta no cambió nada, pero el color de su piel sí, adquiriendo la tonalidad de los kangaskhan adultos. Cuanto la luz se apagó, tenían al frente a un pokémon conocido, un Cubone. El cubone tomó uno de los huesos de su progenitora y lo agitó para acostumbrarse a el.

-¿Cómo es esto posible? -Dijo Carmín en un susurro a Gray- Que yo sepa los kangaskhan no evolucionan y los cubone vienen de otros cubone, o sea tienen hijos y nacen cubone.

-Tal vez este es el origen de la especie, un triste origen que nadie sabe. En cierta forma el hueso de kangaskhan debe alterar su ADN y hacer una especie de evolución retorcida creando un pokémon completamente nuevo.

-Esa cría tan bonita terminó así... Que triste...

-Vamos.

Aunque Gray estaba algo herido y Carmín pálida y débil, no se detuvieron a descansar hasta que salieron del bosque. Ambos querían escapar de la tristeza que les recordaba ese lugar, ya que ambos comprendían perfectamente a ese pobre cubone, sabían bien lo que era perder a sus padres.

Pokemon la Región ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora