/Distrito Tamana/Avenida principal/
Se detuvo hasta que los pulmones no le dieron más. Apoyó las manos sobre las rodillas y se percató, por el lugar, que había llegado a la avenida principal. Si no tuviera la mente echa un desastre, podría haber visto aquello como un récord para la clase de atletismo, pero la vista borrosa y las lágrimas un poco secas en las mejillas no le pudieron quitar de la mente el beso que le dio Sasuke. El temor de que alguien que no debía los haya visto le invadió de nuevo y las lágrimas volvieron a tomar fuerza.
No podía ir al instituto así.
No quería ir al instituto así.
Levantó la mirada y respiró profundo para calmarse. Permaneció de pie con la cabeza en alto preguntándose dónde podía ir, pero el claxon de un auto rojo llamó su atención.
— ¿Quién diría que te encon...?
Cuando la mirada de Tobi y la de Hiro se encontraron hubo un cambio extraño en la actitud del mayor. Esa alegría que mostraba como coartada se convirtió en rabia. Tobi bajó del auto y lo agarró del brazo con fuerza.
—Sue... Suéltame... —Dijo Hiro sin esa característica silenciosa osadía que mostró en la terraza del colegio.
— ¡Por qué lloras así! —exclamó, pero Hiro no le respondió y evadió la mirada. Tobi arrugó la frente aún más, tiró de él hasta meterlo al auto. Hiro sabía que no debía dejarse llevar, pero su cuerpo y mente no estaban conectadas apropiadamente y sucumbió a la rara compasión del enemigo.
Tobi arrancó el auto y abrió la ventanilla de su lado. Hiro miró al conductor de perfil.
— ¿Qué? No me digas que no sabes que el viento seca todas las lágrimas. —Siguió por la avenida hasta tomar la carretera que llevaba a la costa, donde pudo acelerar un poco más. Hiro reposó la cabeza en el asiento y cerró los ojos para sentir cómo las lágrimas se perdían en el viento.
/Prefectura de Nagasaki/Distrito Saikai/Oseto Beach/
Estacionó el auto con la vista de la playa delante de él. Apagó el motor y volteó en dirección a la chica; que se hallaba dormida. Se acercó ligeramente hacia adelante para estirar la mano y moverla delante de la cara, pero nada; ella realmente estaba profundamente dormida. Suspiró y se bajó del auto sin provocar mucho ruido para que no se levante. Encendió un cigarrillo, se apoyó en el capó del auto a contemplar el horizonte y la tranquilidad de una playa vacía.
"Hace más de tres horas lloraba como si quisiera morir y ahora está dormida en el auto de un completo desconocido que mostró un poco de compasión... ¡Je! Que interesante es la humanidad..." Tobi volteó para contemplar su rostro sereno por un momento. Realizó un movimiento brusco en la parte de adelante del auto, el movimiento fue leve en el interior y ella despertó sin sobresaltos.
Hiro estiró los brazos un poco y luego abrió el auto. Abrir los ojos. Tener como primera imagen la playa limpia y brillante fue algo hermoso que sacó de lo más profundo de su conciencia una pequeña sonrisa. Una que no había podido demostrar desde hace tanto tiempo que no recordaba la última vez que logró sonreír con tal sinceridad y libertad. Tobi lanzó lo último del cigarrillo al suelo y lo apagó con el zapato al levantarse del auto.
—Debe gustarte mucho la playa para mostrar una sonrisa como esa delante de mí.
Hiro apagó la alegría momentánea al ver a Tobi. Trató de decir algo al respecto, pero luego de haberse quedado dormido en el auto la vergüenza atacó su voz; sin embargo, cuando él la sujetó entre los brazos consiguió quejarse.
— ¡Q-Qué haces! ¡Ba-Bájame!
—Eres súper liviana. —comentó de camino al agua con una sonrisa tonta, ella no ruborizó e intentó bajarse todo el camino, sin darse cuenta que el agua empezó a cubrir las piernas de su captor. — ¡Si tanto te quieres bajar, pues ahí vas! —Sin meditarlo ni un segundo la lanzó al mar.
Hiro salió del agua fría con el rostro sobresaltado y contempló la imponente figura de Tobi a su lado. —Me... ¿Me vas a matar? —preguntó poniéndose de pie con el agua hasta la cintura.
Tobi rodó los ojos. —Tonta, sólo te estaba ayudando a limpiarte el rostro, pero ya que lo sugeriste... —La tomó de la cabeza y la hundió en el agua sin contemplación. Hiro trató de liberarse con manotazos en varias direcciones buscando el rostro de Tobi, o alguna parte de la camisa para poder dar un golpe, pero su estatura y complexión no le servía de nada en ese momento y para cuando ya había tragado lo suficiente para perder la conciencia, Tobi le tomó de un brazo y salió.
Hiro comenzó a toser con fuerza y fue arrastrada fuera del agua por el brazo. En la orilla, le soltó y Hiro se dejó caer sobre la arena húmeda.
—Si el mundo es una mierda contigo, entonces vuélvete muy, muy fuerte. Porque detesto a las personas débiles.
Ella levantó la cabeza en su dirección, pero él emprendió el camino al auto, sacó la maleta del asiento y la tiró al suelo, luego subió al asiento del conductor y encendió el motor. Observó a Hiro ponerse de pie lo más rápido que le permitieron sus ahogados pulmones, pero él dio marcha atrás. Cuando Hiro tomó la mochila del suelo, él bajó el vidrio de la ventanilla y le arrojó yenes que se dispersaron con la leve brisa.
—Regresas por tu cuenta. —Sonrió como un niño travieso y arrancó.
Hiro contempló al auto desaparecer y sintió que vivía otro dejavú.
/Prefectura Kumamoto/Distrito Tamana/Instituto/
La segunda clase pasó. Apenas el maestro abandonó el salón, volteó y la tristeza acompañada de culpa la invadió al darse cuenta que Hiro aún no llegaba. Tenía un mar de emociones en el estómago. Quería verlo cruzar la puerta del curso sano y salvo lo más pronto posible pero, al mismo tiempo, no quería mirarlo a los ojos. Se sentía como una completa estúpida. Quería y no quería verle. ¿Qué clase de amiga era? ¿Acaso lo era? Porque con su comportamiento irregular lo único que estaba consiguiendo era alejar a la segunda persona que realmente velaba por su bienestar sin una obligación.
Puede que Hiro fuera contratado como su guardaespaldas, pero con el tiempo ya no la vio como un trabajo sino como un deseo. Como un sentimiento de protección... y lo estaba perdiendo.
"Hiro-kun..."
.
En su salón, Sasuke tenía la mirada perdida en el paisaje de la ventana a su izquierda. Desde que arribó al colegio no había apartado la mirada de la entrada principal esperando verlo llegar, pero no. Desde que lo dejó solo no había vuelto. ¡Qué estúpido! Debió ir tras él. No debió obedecer. Si en lugar de escuchar a la razón hubiera escuchado a su corazón ahora estaría con él en alguna parte de la ciudad. Tranquilo, porque sabría que a su lado estaría a salvo, pero allí, encerrado en un estúpido salón de clases no podía asegurar que Hiro estuviera completamente seguro. Menos aún si el auto de ese infeliz de Tobi tampoco estaba parqueado donde ayer.
"¿Por qué huiste de mí, Hiro? Cuándo entenderás que tus rechazos en lugar de apartarme sólo me hacen desear estar a tu lado todo el tiempo..."
/Distrito Tamana/Noche/
Respiraba con la boca abierta, le dolían las piernas y tenía frío por la ropa que ya se había secado completamente en su cuerpo. Estaba agradecido con aquel ancianito desconocido que le llevó poco más de la mitad del camino, pero eso no mermó las diez horas que le tocó caminar hasta llegar hasta allí. Estaba tan agotado que no tenía ánimo de inventar una excusa por haber desaparecido todo el día, así que al encontrarse con Kakashi sólo recibiría el castigo correspondiente; siempre que no fuera alejarlo de Sasuke para siempre.
Ya sólo faltaban cuatro cuadras para llegar...
— ¡Pero si estás asqueroso! —Exclamó una voz que no esperaba, ni quería, escuchar en ese momento— ¿Acaso no fue suficiente lo que te di para el regreso? —Hiro volteó y encontró el rostro inocente y meditabundo de Tobi. —Tengo que aprender el valor de las cosas todavía...
—Qué... Qué haces a... —Interrumpió su propia interrogante con un largo suspiro, dio un par de pasos hasta él y del interior de la chaqueta del uniforme sacó el pequeño fajo de yenes que le había lanzado horas atrás. Tobi agarró el dinero con desprecio, Hiro dio media vuelta, pero Tobi le agarró del cabello.
—Parece que las buenas acciones que tengo contigo no te gustan. Supongo que prefieres este tipo de trato.
—Vete, por favor. —contestó desganado, mirando hacia un costado porque no estaba concentrado por el cansancio.
—Cuando me hables, hazlo a la cara. —Espetó con molestia en la voz y el aroma a muerte en su aura. —No me trates mal tampoco.
Sus ojos fijos en los suyos le causó una reacción de electricidad por todo el cuerpo. La adrenalina eliminó todo rastro de agotamiento, abrió los párpados tanto como pudo y de un movimiento veloz apartó a Tobi de su lado con un fuerte empujón que lo tambaleó, pero no le hizo terminar en el suelo.
— ¡Por qué me molestas! ¡Déjame tranquila! ¡Por qué a mí! —Exclamó alterada. La parte oculta, la parte femenina que tenía prohibido mostrar se liberó ante el estrés y el tono monótono de su voz adquirió, momentáneamente, un toque depresivo, pero dulce y femenino.
Tobi realizó una mueca de desprecio y rodó los ojos ocultos tras esa sombra de muerte.
—Es una plaga que debo erradicar si quiero florecer. —ella parpadeó confundida, pero alterada aún. Tobi la tomó de la barbilla y la alzó. —Dime. En este laaaaargo paseo que diste, ¿pensaste cómo saldrás de esto? —Él soltó su rostro con soberbia y caminó hasta el auto rojo oculto entre las sombras de un callejón. Arrancó mirando a Hiro por el retrovisor. "Cuando me digas que no existe esa estupidez llamada amor entonces habremos terminado el juego. Eres demasiado perspicaz, así que no será divertido si te doy pistas... No para mí al menos."
Hiro respiró aliviado en cierto modo cuando la presencia de Tobi desapareció. Repitió lo que dijo Tobi en su mente un par de veces, pero lo único que emergió en su cabeza fue la imagen de Sasuke y lo mal que debe estar pasándolo también. Su parte egoísta usaba los sentimiento de Sasuke para obligarlo a tener un noviazgo con Sakura, lastimaba a su primera amiga al no controlar sus emociones por Sasuke para alejarlo, y ahora el asunto con Tobi que conoce de su verdadero ser...
"Acepté este trabajo para que nii-san pudiera salir de las calles; lo cuido a la distancia aunque él no lo sabe. Acepté ser el guardaespaldas de Sakura-san a cambio de olvidar quién soy yo misma..." Restregó los ojos con fuerza porque ya no iba a seguir llorando. "No debo llorar por alguien a quien no tengo permitido." Hiro respiró profundo y miró el firmamento. "Escogí ser hombre por el bien de los que amo. Un hombre no llora. No puede".
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*Se preguntarán por qué tardó diez horas si en auto sólo fueron tres (lo dice Tobi), eso es porque la ruta entre Oseto Beach y el centro de Tamana está lejos. busquen en gugulmap si no me creen. Yo utilizo prefecturas, distritos y lugar reales de Japón en este fic por si no se los había dicho antes. ;)
*Quiero que tengan presente que al final, cuando Hiro dice que no puede llorar porque es un hombre, es porque así le enseñó Kakashi. Tengan presente que este manga es muy machista y homofóbico, por lo que reflejo aquello tal cual; es la esencia del manhwa al fin de cuentas. Porque mis ideas son completamente diferente, obvio. ;D
Besos y abrazos en papel... :3