/Residencia Haruno/Habitación de Hiro/01h25/jueves/
Hiro, poco a poco abre los ojos y se asusta al notar el lugar donde se quedó dormido; la bañera.
Había terminado agotado mentalmente por lo ocurrido con Sakura y, aunque no quería pensar en ello, también eran los golpes que recibió por orden de Iruka, debido a su grave falta. Claro que no fue tan fuerte como creyó... Quizá Kakashi comprendía un poco la situación... quizá.
Sale de la ducha y seca su cabello, se coloca un interior masculino –como toda la demás ropa en sus cajones– y su pantalón de dormir junto a una amplia camiseta de tono azulado, fresca; no puede evitar mirarse en el espejo— Es más cómodo dormir sin las vendas... —susurra luego colocarse la camiseta. La toalla alrededor de su cuello para que el agua no la moje y abre la puerta mientras seca su cabello un poco.
Nota las vedas y su ropa en el suelo, las toma, las tira en el cesto de la ropa sucia y apaga la luz del cuarto de baño. Empieza a caminar a la cama cuando nota que la puerta de la recámara se abre y la inconfundible silueta de alguien aparece en el marco— ¡¿Sasuke-kun?! —abre los ojos asustado y mira su pecho con preocupación— ¿Qué... qué haces aquí? —pregunta inquieto.
— Dormiré aquí. —comenta sin pedir permiso y tantea la pared— No veo nada. —para cuando encuentra el interruptor, Hiro ya no estaba.
La puerta del baño se abre unos minutos después. Encuentra a Sasuke sobre su cama con las manos tras la nuca.
— ¿Qué esperas? —golpea el colchón— Tengo sueño. —Hiro se acerca al borde de la cama y se agacha –tenía las vendas puestas–, Sasuke levanta la ceja y nota que saca una cama de abajo.
— Pues... Tú duerme allí que yo tengo esta cama de respaldo. —Sasuke lo mira fijo y Hiro evita el contacto visual.
— No digas estupideces y acuéstate.
— Eh... —lo observa por unos segundos— Yo pateo al dormir, por eso no me gusta compartir la cama.
— Mi hermano hacía lo mismo y dormía con él hasta hace unos pocos años.
— Sí, pero yo estoy acostumbrado a dormir sólo. —cometa mientras va al armario por una almohada y una cobija.
— Como quieras. —toma asiento al borde la cama y se desabotona la camisa, se la quita y la deja sobre una silla cercana.
Hiro mira sin querer y voltea el rostro que había coloreado de carmín— ¿Q-qué haces? —pregunta sin mirar. Sasuke desabotona el broche del pantalón y se los quita, Hiro se acuesta y voltea hacia el lado donde no estaba el Uchiha; cubriéndose hasta el cuello con la cobija.
— Siempre me ducho antes de dormir. —toma una toalla y la coloca alrededor de la cintura. Ingresa al baño. Hiro da un par de vueltas y cierra los ojos pero no puede conciliar el sueño al saber que Sasuke estaba en la misma habitación que él.
/01h58/
Luego de ducharse por unos quince minutos, Hiro escucha la puerta abrir y cierra los ojos con fuerza, pero sus movimientos le delataban sobre su estatus de sueño.
— ¿No me digas que estás avergonzado? —molesta Sasuke mientras se pone los pantalones, Hiro sobresalta un poco— Tranquilo. Come más carne y haz ejercicios de fuerza, así obtendrás musculatura.
Mueve la cabeza con nerviosismo.
Lo tenía a su lado, de nuevo. Estaban en la misma habitación, y a pesar de haber compartir tanto tiempo juntos y de diversas formas, sentía que ese momento durmiendo en la misma alcoba era más incómodo de lo usual. Unas fuertes ganas de ver su rostro sereno sobre el edredón invadieron su mente y por más que quiso resistir el impulso, no pudo evitar voltear poco a poco y levantar el rostro.
Para sorpresa suya, Sasuke estaba sentado aún y sin camisa.
El brillo del agua en su cabellera y la musculatura en su pecho lo hacía ver más atractivo de lo que ya era ante sus ojos, sintió que toda su cabeza ardía y se ocultó bajo la colcha antes de que la viera en ese estado. Escucha el interruptor apagarse y su corazón acelerado se calma un poco.
Una vez reposando, Sasuke voltea y logra ver un bulto en la cama de junto que sacó Hiro.
Estaba cubierto con una gruesa manta y una camiseta amplia— (¿Acaso no tiene calor?) —arruga la frente incómodo y fastidiado— Oe, Hiro. Quítate eso.
— No puedo. —y se cubre más— Yo... yo me resfrío con facilidad. —sus mejillas aún ardían un poco— Además ya me acostumbré a dormir así. —el azabache decide no darle importancia y se recuesta hacia el otro lado para no tener que verlo todo cubierto con tanto calor.
Sasuke cierra los ojos y a su nariz llega un dulce aroma de lavanda. Su cuerpo se siente como aquella vez que Hiro lo abrazó en la moto; siendo recorrido por una extraña corriente eléctrica que calienta su cuerpo con dulzura. Se levanta de la cama y empieza a olfatear para saber si realmente ese aroma de chica está en la alcoba... Curva las cejas al notar que Hiro es quien lo desprende.
El peliazul siente una mirada en sí mismo y se destapa un poco, al voltear nota la mirada fija del azabache. Abre los ojos en respuesta y se cubre por completo. Sasuke vuelve a recostarse. Sabía que Hiro era algo más cuidadoso en su aspecto que otros chicos, pero no sabía que le gustaran los aromas de mujer. Aunque, recordando las cosas en el baño, no habían lociones— Deja de usar esa colonia. —comenta mientras se acomoda en la almohada para dormir de una vez por todas— Ahora comprendo por qué el idiota de Naruto te trata de esa forma.
Hiro se descubre un poco— Pero... yo no uso colonias. —expresa sin entender por qué dice eso Sasuke.
/02h13/
El Uchiha permanece con los ojos abiertos. Se siente extraño. Tranquilo y en paz... sereno. Sin preocupaciones o tensiones. Es relajante y piensa que ni si quera con Ino logró sentirse así de bien. Respira con tranquilidad y lentitud mientras cierra los ojos recordando que sólo le pasa cuando Hiro está cerca.
A pesar de sentirse inquieta por tenerlo a su lado, poco menos de un metro, sentía paz y quietud. Un calor plácido la abrigó y poco a poco cerró los ojos. No debía dormirse, era peligroso con Sasuke en la habitación, pero no pudo contenerlo por más tiempo y ambos cayeron en los brazos de Morfeo con una pequeña sonrisa en sus labios.
/~Sasuke~/
El sitio estaba adornado de flores silvestres; coloridas y llamativas en un amplio jardín. No parecía haber estado en un lugar tan sereno y tranquilo antes; empieza a caminar. A la distancia nota una bella silueta femenina. Entrecierra los párpados y un impulso cálido en su pecho lo obliga a avanzar hasta llegar donde ella, acuclillada junto a las flores. Parece que nota su presencia y se levanta un poco asustada.
Larga cabellera de un azul marino brillante con la luz del sol, ojos grandes y largas pestañas rodeaban sus pupilas perladas; mejillas sonrosadas. Llevaba un hermoso vestido sobre la rodilla y un sutil escote que permite apreciar sus delicadas curvas perfectas; tersa piel. Sus labios temblaban un poco, como si quisiera decirle algo.
De nuevo ese impulso en su pecho que lo hace llenar de energía y calor lo obliga a acercarse y tomar su barbilla con delicadeza. Ella evade la mirada, pero él la obliga a hacer contacto visual y, poco a poco, une sus labios a los de ella de una manera suave y delicada... tímida y cálida.
Se separan con lentitud y ella abre los ojos, levemente húmedos; como si quisiera llorar.
Él quiere decirle algo, pero las palabras no salen de su garganta. Ella empieza a correr y desaparece entre las plantas; sin dejar rastro alguno.
Mira sus manos y tocas sus labios... La sensación de tenerla cerca permanece de manera vívida en su ser. ¿Quien es? La sensación junto a esa chica no quiere que desaparezca, quiere saber su nombre, volver a besarla, abrazarla... Empieza a correr para alcanzarla. Su respiración se vuelve forzosa y sus latidos no disminuyen en ningún momento.
Abre los ojos y toma asiento con velocidad, se da cuenta que está en la cama de Hiro, pero él se encontraba dormido en el sofá que está en la esquina. Sudaba un poco y su corazón no paraba de latir con fuerza. Pasa la mano por su cabello y mira las sábanas, percibe el aroma a lavanda y chasquea la lengua— (Ese sueño...) —mira el sofá, y el bulto cubierto del peliazul respiraba con tranquilidad— (Soñar que Hiro es mujer... ¡tsk! Maldito perfume.) —coloca la mano en su pecho y respira un par de veces para calmarse, y regresa a la cama para descansar.
/Residencia Haruno/Habitación de Hiro/jueves/06h42/
Hiro se encontraba en el baño. Se levantó de manera automática al notar la luz por la ventana y decidió entrar antes de que Sasuke despertara. Necesitaba cambiarse para ir al colegio. Acostumbrado a su extenuante entrenamiento por largos años, con pocas horas de sueño estaba recargado al 100 por ciento a pesar de recibir golpes.
Quería cambiarse; no quería dejar a un lado sus actividades escolares. Cuando estaba a punto de quitarse el pantalón, la puerta se abre e ingresa Sasuke, un poco adormilado, sin camisa y en boxers; rascaba su nuca. Desvía la mirada— ¡Espera tu turno!
— Déjate de pendejadas que somos hombres. —pasa la mano por su rostro para quitar un poco las legañas— Deja de portarte como chica. —camina hacia el inodoro y Hiro observa que se coloca delante y levanta la tapa, sus mejillas colorean.
— ¡N-no! —expresa en tono alto y voltea sin mirar hacia abajo— ¡Está dañado! —el moreno suspira con molestia y Hiro respira tranquilo: —Me ducharé entonces.
El peliazul sale de la habitación con su ropa en la mano y cierra la puerta con seguro. Se reprende por no haber cerrado la puerta con seguro antes. Estaba acostumbrado a estar solo, así que no necesitaba cerrar más que la entrada a la alcoba.
/07h01/
Sasuke abre la puerta mientras seca su cabellera con una toalla, otra alrededor de la cintura. Sus ojos se clavan en Hiro, quien se abotonaba el chaleco; contempla su perfil suave y sus largas pestañas. Entonces recuerda la chica en sus sueños y lo idéntica que era al pequeño Hatake. Facciones finas y dedos delgados, al igual que su torso.
— ¿Ya están listos? —la puerta se abre de golpe y aparece Sakura con una sonrisa.
— En un momento, Sakura-san. —expresa sereno.
— Vete. —comenta Sasuke y Hiro lo mira aburrido; ya no se dejaría llevar por esa parte femenina que lo hacía ver frágil. Había mostrado mucha debilidad en esa noche con él y no lo volvería a hacer. El moreno camina hacia Hiro y coloca su brazo por detrás de sus hombros— Necesito que me prestes unos boxers. —Sakura abre los ojos y sonrojan sus mejillas; visión antes de salir corriendo del lugar cubriendo sus ojos al notar la mano de Sasuke en la toalla que cubría su parte inferior.
— Pero soy más pequeño. —comenta sin querer darle importancia a su acelerado corazón.
— Lo dije para que se fuera. —le dice suspirando al notar que no entendió la broma.
Hiro evita la mirada y respira con normalidad mientras continúa abrochando su último botón. Sasuke lo mira de soslayo y llega el aroma de lavanda a su nariz; vuelve a recordar a esa bella chica del sueño de anoche— (¿Será que...?) —aparta el brazo y lo toma por la espalda rodeando su cuello con los brazos.
— ¿Qué... qué haces, Sasuke-kun? —el moreno permanece en silencio mientras deposita la barbilla sobre su lacia cabellera y cierra los ojos— Va... vamos a llegar tarde y aún debemos ir a tu casa por el uniforme... —comenta, esperando que se aparte sin necesidad de tener que golpearlo para ello.
Luego de unos minutos en esa incómoda posición, Sasuke por fin decide soltarlo y empieza a cambiarse— Iré a desayunar. —le comenta sereno y abandona la alcoba; si permanecía más tiempo a su lado podría desmayar y todo por lo que ha luchado en ocultar podría ser expuesto por un estúpido sentimiento que no puede evitar ocultar su parte femenina cuando lo tiene a su lado.
Besos y abrazos en papel... :3