Cuidaré de ti

By NuriaOrtiz

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Hace algún tiempo, mientras escribia otra de mis novelas, Te amo, Bradley, me llego la Inspiración De Una nue... More

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Epílogo
¡NUEVA NOVELA!

Dudas

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By NuriaOrtiz


La claridad del día comenzaba a invadir el cielo, cambiando sus colores poco a poco, permitiendo que los madrugadores como él, disfrutaran de un festín visual que nunca era igual al siguiente día y que conseguía despejar un poco tu mente cuando estabas demasiado saturado. El ejercicio era una rutina que se imponía y poca efectividad tenía cuando se trataba de ayudarlo, pero al menos mantenía en forma su cuerpo.

Cuando Noah le dijo que tenía que decirle su respuesta una semana antes de que se marcharan, el no esperaba tardar tanto en tomar una decisión, pero le era muy difícil decantarse por un bando, cuando a un lado estaba su corazón y a otro su lealtad. A día de hoy, era incapaz de dejar el lado de ambas personas y su mente se estaca resquebrajando ante el pensamiento de dejar a uno de los dos a un lado. Pero ¿Enserio sería capaz de mudarse y alejarse de Kyle cuando su relación iba tan bien? Y por otro lado, estaba Emma, quien le recordaba demasiado a su hermana y deseaba fervientemente, poder protegerla del peligro que aguardaba en Kentucky. Estaba seguro de que el tipo con el que estuvo no se iba a quedar de brazos cruzados, sabiendo que su víctima era feliz junto a otro.

Parando frente a las puertas de hierro que daban paso a los jardines de la casa en la cual convivía con su jefe, su protegida y las esporádicas visitas de Kyle, cerró los ojos y respiro hondo, sintiendo como su corazón bombeaba con fuerza dentro de su pecho.

Tenía que tomar una decisión. Noah y Emma se iban en dos días y el no podía seguir retrasando mucho mas aquella situación. Era injusto para todos que la incertidumbre dominara aquel momento tan especial para la pareja, así que fuese un destino u otro el cual eligiera, los apoyaría siempre, pues eran los primeros clientes que lo trataban como a una persona y un amigo y no como a un muro que evitaba el peligro. Y para colmo, se alegraban por la relación sentimental que mantenía con el hermano más pequeño. Así que era justo que les dijese su decisión, pese a que no sabía qué hacer aun.

Andando por un lado del camino que lo llevaría directamente a la entrada principal, sintió como su piel se erizaba ante el repentino rugido de una moto a sus espaldas. Mirando por encima del hombro, comprobó que conocía muy bien aquella bestia y sonrió cuando el conductor paro a su lado, apoyando un pie en el suelo, mantuvo un equilibrio perfecto con la ronroneante moto entre los muslos.

Una mano enguantada se alzo y retiro el protector frontal del casco, revelando un rostro conocido y unos brillantes ojos verdes.

--¿Eres consciente de la hora que es?

Arqueando un deja, miro al chico y sonrió.

--¿Y eso me lo dices tú?

--He venido porque es mi último día libre. A partir de mañana empiezan las clases de nuevo, así que no podre ir a despedirlos ni verlos hasta verano. ¿Y tú?

Volviendo la cabeza, miro a través de las rejas de la valla que protegía la propiedad, haciendo una mueca cuando las palabras de Kyle dieron justo en el punto de dolor de su pecho.

--Intento despejar mi mente para poder pensar.

--¿Sobre qué?

--Aun no he contestado a tu hermano, sobre la oferta que me hizo.

Los ojos de Kyle, esos ojos que siempre brillaban y se mantenían alegres en todo momento, perdieron intensidad y se apagaron como una vela al ser arrollada por una ráfaga de fuerte viento. Y era por ese motivo por el cual no era capaz de decidirse. No quería hacerle daño a Kyle. Pero tampoco a Emma.

--Sube.

Dijo Kyle, sacándose el casco y entregándoselo. Intento rechazar aquella oferta, pero la mirada que él le dedico fue demasiado intensa, como para poder hacerlo. Así que colocándose el casco sobre la cabeza, respiro hondo cuando el aroma de Kyle lleno sus sentidos, al tiempo que montaba a horcajadas en la moto. Se agarro al chico y espero a que arrancara. Fue cuestión de un par de minutos lo que les llevo llegar a la entrada principal.

El ya no tenía un camino de diez minutos a pie para poner sus ideas en orden y darle una respuesta a Noah, tendría que hacerlo de una sola vez y rezar por haber tomado la decisión correcta para ambas partes.

Desmontando de la moto, le entrego el casco a Kyle y se dio la vuelta.

--Ve a darte una ducha. Te espero aquí.

Frunciendo el ceño, miro al chico.

--¿Qué pasa, Kyle?

--Haz lo que te digo. Ve.

--Kyle...

--¡Ve! Te esperare aquí.

Ni una sola vez, en el corto periodo de tiempo que llevaban juntos, había escuchando como el chico elevaba la voz. Tampoco vio nunca esa dolorosa expresión en su rostro. Lo único que eso conseguía era ponerlo en una situación peor, pues sabía que era su culpa que esas expresiones tan raras en el hombre, florecieran por culpa de su incapacidad de decisión.

Suponía que no perdía nada si cedía por un día a lo que el chico quería, después de todo, esa podía ser la última vez que se verían en un tiempo bastante largo. Si ellos seguían juntos y el tomaba la decisión de marcharse junto a Noah y Emma, iban a ser unos meses muy duros.

Después de una rápida sesión con el gel y champú, y tras colocar una muda limpia de ropa sobre su piel desnuda, salió de la habitación, agarrando de refilón la billetera, el teléfono móvil y una chaqueta. No tenía ni idea a donde pensaba llevarlos, pero por ese día, aunque solo fuesen un par de horas, dejaría que Kyle guiara.

Cuando atravesó la puerta hacia el exterior, el estaba exactamente donde había dicho que estaría, apoyado en la moto, mantenía los brazos cruzados y la mirada baja, mientras la tensión y el silencio irradiaban de él en sendas oleadas que no todos eran capaces de sobrepasar para llegar al chico.

--¿Dónde piensas llevarme?

La cabeza rubia de Kyle se alzo. Taladrándolo con mirada directa, de aquel par de intensos ojos verdes, Kyle se movió mínimamente para sacar un casco extra de detrás de él y lanzárselo al pecho. Atrapándolo, miro el dibujo y suspiro.

--De acuerdo.

Murmuro para sí. Estaba claro que aquello le afecta y que no sabía muy bien cómo lidiar con ello. El echaba la culpa de eso a su edad, pero quizás no fuese eso, sino mas bien la inexperiencia en el amor. Kyle era nuevo en todo aquel mundillo y entendía que para un novato, fuese complicado asumir la situación que en esos momentos se les presentaba, pero si la relación no se rompía, se haría muchísimo más fuerte, siempre y cuando ellos perseveraran.

Montando tras Kyle, se aferro al chico y espero a que los sacara de la propiedad de su hermano. Sin un rumbo fijo al cual ir, estaba claro que tenían un largo camino por delante. Kyle estaba silencioso, tenso y asumía que incluso un poco molesto. Pero eso no importaba, era capaz de borrar esos sentimientos. O al menos tenía la esperanza, de que podía.

Pese a la velocidad establecida por Kyle, el mantuvo sus ojos en todo aquello que pasaban, dejándolo atrás como una estela de color. Poco a poco, con cada kilometro avanzado, iban dejando atrás cada parte de la ciudad que pudiera resultarle conocida. Internándose en un lugar mucho más verde y libre de edificios, estaba totalmente perdido respecto a su futuro destino, así que hizo lo único que podía hacer en esos momentos. Disfrutar del viaje en compañía de Kyle.

Era la primera vez en su vida que iba de paquete en una moto y encima aferrado a un tío mas o menos físicamente igual que el. Resultaba un poco raro, pero a pesar de ellos, lo disfrutaba.

Cuando Kyle dirigió la moto a un lugar concreto, se sorprendió al percatarse de donde estaban, tras pasar por un camino de tierra.

Desmontando, se alejo un par de pasos de la bestia y su dueño y se quito el casco para poder disfrutar de aquella vista con total libertad. Rodeado por árboles y arbustos, una de las cosas que le llamo la atención fue el terraplén que tenían a unos pocos pasos de donde se encontraba a la espera de que algún tonto con deseos de mirar más de cerca la vista que ofrecía, resbalara y cayera, otorgándole una nueva y temeraria víctima, pero él no era idiota. Manteniendo una distancia segura entre él y la caída de rocas que espera paciente a un nuevo inquilino, observo la ciudad que se extendía ante él. La vista nocturna de aquel debía ser bestial, pero una mañana soleada como esa, tampoco era una tontería.

El ruido de la tierra crujiendo bajo las pisadas de un cuerpo grande, le hicieron volver la cabeza, para contemplar el paso tranquilo y seguro de Kyle, quien se sentó sobre el llano suelo de tierra, recogiendo un poco sus piernas, apoyo sobre las rodillas sus brazos y fijo la vista en un punto indeterminado frente a él.

--A veces vengo aquí para despejar mi mente.

Comento Kyle. Su voz sonaba demasiado monótona. Intentaba guardar sus sentimientos y portarse como el adulto que no era aun. Al menos no era un chico cien por cien maduro que pudiera afrontar una situación como la que él le presentaba, con completa confianza. Después de todo, el tenia veinte años. Era normal que siguiera manteniendo una mentalidad más adolescente que madura, y en parte le gustaba eso de él, era un chico divertido y un poco alocado, fiel a sus sentimientos y emociones. Y por eso mismo, se sentía tan mal por hacerle eso a Kyle.

Sonriendo un poco, se sentó junto a él.

--¿Me estas enseñando tu escondite?

--No. Solo te ofrezco un lugar en el cual pensar.

Mirando al frente, apretó las manos en puños y guardo silencio. Se sentía un poco perdido ante la actitud de Kyle en esos momentos. Pensó que estaría enfadado, pero su cara de póker y el tono monótono que empleaba para hablarle, lo despistaban totalmente. No sabía hacia qué bando lanzarse, apostando por una emoción u otra, sin ser capaz de darle en el blanco y esperar que el contribuyera, explicándole que pasaba. Pero Kyle no parecía estar de ánimo para algo así. Más bien parecía que era el único que tenía que mover el culo y encontrar la solución a todo aquello que se le presentaba, empezando por la oferta y terminando por el comportamiento actual de Kyle.

¿Era su culpa que el hombre quisiera mudarse a Kentucky y que lo quisiera a él como guardaespaldas de la mujer que amaba? Entendía ese punto de su decisión, puesto que el tipo que maltrato e hirió durante tres largos años a Emma estaba allí y podrían encontrarse con él en cualquier esquina, pero ¿Por qué él? Tenía confianza con Emma y se llevaban bien, suponía que ese era uno de los motivos. En lo personal el quería hacer el trabajo. Proteger a una mujer tan parecida a su hermana, y saber que permaneciendo a su lado podía evitarle cualquier tipo de mal, era algo que aliviaba un poco la carga que llevaba consigo desde hace muchos años, sin embargo, ahora estaba con Kyle. Hacerle daño al chico y herir sus sentimientos, no era algo que tuviese planeado, pero tampoco podía dejar que sus sentimientos por el monstruo de ojos verdes, dañara todo lo que construyo a base de trabajo en su carrera como guardaespaldas.

Tenía una decisión que tomar, y ninguna de las dos lo convencía al cien por cien.

Si elegía el trabajo, tendría que decirle adiós a Kyle, puesto que sentía que no era justo que priorizara a otra persona antes que a él, pese a que Emma era trabajo, también sentía que era un tema persona al que podía dar carpetazo. Y si elegía a Kyle, no sería capaz de ayudar a una mujer tan parecida a su hermano, que necesitaba que alguien cuidara su espalda y la defendiera. Estaba en medio de una encrucijada. Una decisión u otra, acabaría por dañar lo que tenía en esos momentos.

Dejando que la cabeza colgara del cuello, maldijo mentalmente ante su incapacidad para decantarse por una cosa o la otra.

***

Supongo que ese es un adiós definitivo a su noviazgo con Sean, pensó.

Comprendía la decisión de su hermano de llevarse a Sean con él, para que cuidara de Em, pero eso no quitaba el hecho de que alejarse del guardaespaldas en esos momentos, suponía un golpe un tanto fuerte para su corazón, puesto que en los meses que llevaban saliendo, se había vuelto bastante cercano al hombre y por lo tanto, su corazón, se fue convirtiendo en una parte más de Sean, sin que él se diera cuenta de ello. Quizás fuese pronto, pero para ser el primer hombre con el cual intentaba algo romántico como una relación, estaba oficialmente enamorado del tipo y no existía la probabilidad de dar un par de pasos atrás y elegir un camino diferente por el cual caminar. Así que siendo claro y conciso, estaba jodido.

Sean se marcharía a Kentucky con su hermano y Emma y viviría en el rancho que la pareja compraría para pasar su vida. Le gustaría ser egoísta y pedirle que se quedara, pero no era capaz de hacer algo así. Simplemente, no era capaz de hacerlo.

Así que mientras su pecho luchaba por mantenerse en un sola pieza que las palabras de Sean, en cuanto el hombre se decidiera a decirlas, romperían el palpitante musculo, volviéndolo polvo dentro de sus costillas, incapacitándolo para hacerle sentir vivo, pese a que seguiría latiendo. Era un sentimiento un tanto drástico y se percataba de ello, pero nunca pensó que llegaría a sentirse así por un hombre. Y sorpresa la suya, cuando con solo pensar en ello, se daba cuenta de hasta qué punto había caído.

Quizás fuese porque era la primera vez que se enamoraba de un hombre, pero al ser el primero era tan intenso que se volvía doloroso a la par que maravilloso. Era un sentimiento muy extraño, que ni siquiera tuvo cuando se enamoro por primera vez de una chica. ¿Era distinto debido al género? ¿O era porque con Sean sus sentimientos eran mucho más intensos? ¿Por qué motivo había caído tan duro por el tipo, si se conocían desde hacía solo unos meses? Ni siquiera sabía si congeniarían físicamente en un ambiente sexual, pero parecía no importarle ese detalle, con tal de tenerlo cerca. Era raro, estresante y terrorífico.

El amor era bueno, siempre y cuando la persona a la cual destinabas todo ese amor, te correspondiera y se mantuviera a tu lado, pero en esos momentos, ese no parecía ser el caso. Así que asumía que aquel día era el ultimo para esa corta relación entre Sean y el. Fue divertido, se lo paso muy bien al lado del guardaespaldas y disfruto enormemente las conversaciones y esos ratitos a solas que dedicaban a comerse a besos, pese a que Sean no se escondía de nadie y poco le importaba quien lo mirase. Pero aun así, extrañaría todo eso.

Tomando iniciativa en aquel denso silencio, mantuvo su vista al frente cuando sus labios comenzaron a modular cada palabra que salía a través del nudo que sentía en la garganta.

--Supongo que es un adiós ¿Eh?

El cuerpo de Sean se tenso a su lado y con un rígido movimiento, giro la cabeza hacia él, mirándolo con un profundo ceño.

--¿Por qué dices eso?

--Por que lo justo es que acompañes a Emma y a mi hermano. Ellos te necesitan.

--¿Y tú?

Con una triste sonrisa en los labios, encogió ligeramente sus hombros, sin ser capaz de darle la cara al hombre que lo acompañaba. Guardando silencio, espero a que Sean hablara, y cuando no lo hizo, su corazón, finalmente, se rompió.

Ya suponía que sería duro, pero no espera algo tan drástico. En realidad, nunca espero tener sentimientos tan intensos por Sean, y para su sorpresa, ahora que tenían que separarse, se daba cuenta de que le iba a costar un poco sobreponerse de aquello, pero después de todo, estaba seguro que hacia lo correcto al decirle que la pareja lo necesitaba, pues todos conocían el pasado de Emma. Ella tenía derecho a ir tranquila por la calle, solo por el hecho de que Sean la acompañaba. El no podía quitarle esa sensación a una mujer que había sufrido tanto a manos de su ex pareja.

--Quiero oírlo.

La petición de Sean llego a sus oídos gracias al tono duro que empleo. Mirando por el rabillo del ojo, observo la tensión de su mandíbula y cuello y el modo en el cual parecía fulminar con la mirada a alguien en la distancia.

--Ellos te necesitan.

--¡No te estoy preguntando por ellos!

Lo sabía, pero no podía decirle lo que sentía, por miedo a que tomara la decisión equivocada. Quería que se quedara en Boston y tener así la oportunidad de poder mantener la relación que tenían, pero no le parecía correcto hacerlo cuando su cuñada necesitaba a Sean para mantenerse segura en las calles del pueblo de Kentucky. Si algo le llegara a pasar...

--Dímelo, Kyle.

Cerrando los parpados, echo la cabeza hacia atrás y respiro hondo.

--Me gustaría ser egoísta y pedirte que te quedes.

--Hazlo.

--No puedo. Sé que este viaje no es solo importante para mi hermano y Emma. Para ti también ¿Verdad? Ella te recuerda a tu hermana y quieres protegerla ¿Quién soy yo para pedirte que no lo hagas?

Contesto, abriendo los ojos para mirar el despejado cielo azul sobre sus cabezas. El clima no acompañaba como se sentía. El no se sentía tan feliz como un día soleado y despejado como el que tenían, más bien era una tormenta eléctrica o una torrencial lluvia. Un cielo gris y una temperatura fría, iba más acorde con sus sentimientos.

Fue capaz de escuchar la maldición que Sean soltó, pese al tono bajo que empleo. Su cuerpo y su rostro, estaban hablando pese a que sus labios no pronunciaban una sola palabra valida a parte de las maldiciones o palabrotas. El tipo estaba llegando a un límite que no estaba seguro de cruzar y lo entendía. Tenía que ser una decisión muy difícil de tomar, si aun a pocos días de que la pareja se marchase, el aun no les había dado su contestación.

Poniéndose en pie, estiro su cuerpo hacia el cielo y se giro hacia Sean. Pasando por detrás del hombre, le ofreció una mano con una pequeña sonrisa.

--Vamos. Te llevo a casa.

No tenían por qué acabar la amistad que en primer lugar nació, pese a que era duro estar tan cerca y a la vez tan lejos, era la decisión correcta para aquella situación.

***

Ultimando los últimos documentos que debía enviarle a su padre, enderezo la espalda con una mueca, cuando no solo sus hombros protestaron, sino que cada vertebra de su columna se quejo por la cantidad de horas que llevaba sentado en la silla del estudio que tenía en casa. Esperaba que su cambio de residencia, ayudaran a que se pasase menos tiempo en una vida sedentaria como la que parecía vivir mientras trabajaba en la oficina como vicepresidente. Y pese a que hacía deporte por su propia cuenta, las horas que paso sentado sobre su trasero, eran innegables.

Colocando el montoncitos de datos a un lado, paso los dedos sobre las ultimas hojas que había escupido la maquina que transformaba las letras visibles en las brailles y repaso cada línea. Esa sería la última vez que hacia trabajo de oficina para la empresa de su padre y quería dejarle todo bien ligado a Jackson para cuando el tipo ocupara su puesto, no se encontrara con un desastre. Se alegraba de que la persona que lo fuese a sustituir, fuese su amigo, pues conocía el método de trabajo que tenia y su eficacia. La empresa estaba en buenas manos, si eran las de Jackson.

Los suaves golpes en la puerta, le anunciaron la llegada de una inesperada visita.

--Adelante.

Dijo, elevando un poco la voz para que la persona al otro lado de las puertas, pudiera oírle. La voz que llego a él, cuando estas se abrieron, no fue la esperada.

--¿Puedo hablar contigo?

Arqueando las cejas por la sorpresa, asintió en dirección a Sean cuando el hombre entro en el despacho con un paso un tanto silencioso. Pensó que era Emma por la suavidad de los golpes. Con solo estar en el mismo espacio que Sean, noto la tensión que el hombre irradiaba y se pregunto qué era lo que lo tenía tan preocupado y ligeramente malhumorado. Si el había tomado la decisión de no ir con ellos, tenían poco tiempo para encontrar su remplazo y aunque técnicamente eso es algo que Sean tenía que arreglar, no le importaría tener que llamar a su hermano para que buscase a alguien apto para el trabajo. Aunque estaba preocupado por el desempeño del nuevo, y del trato que recibiría Emma.

--¿Qué pasa?

--Sobre la mudanza.

Asintiendo, espero a que Sean empezara a hablar.

--Yo... Voy a ir.

¿Y si vas porque suenas como si quisieras hacer todo lo contrario? O al menos un aparte de ti lo quiere, pensó para sí ante el tono muerto que el hombre empleo.

--¿Estás seguro?

Su pregunta fue recibida con un denso silencio, que le dio la respuesta que buscaba, sin necesidad de desperdiciar palabras por parte del guardaespaldas. Inclinándose hacia delante, apoyo los brazos sobre el escritorio y suspiro...

--¿Tienes a alguien para que te cubra?

--¿Qué?

--No quieres ir, Sean. Te estoy preguntando si conoces a alguien que pueda hacer el trabajo.

--Ya te he dicho que...

Podía decir misa, pero no creía que él quisiera ir realmente.

--Contéstame, ¿Quieres ir?

--Si. Pero no quiero dejar atrás a Kyle.

--Así que estas dividido entre Kyle y Emma ¿No?

--Básicamente.

Y ese era el motivo por el cual Sean no era capaz de tomar una decisión al respecto. Quería el trabajo, pues sabía que le gustaba cuidar de Emma, pero ahora que tenía una relación con Kyle, le era muy difícil dejar al chico atrás cuando apenas estaban comenzando su relación. El era testigo del buen rollo que existía entre ellos y el modo en el que estaban uno alrededor del otro.

--No puedes partirte por la mitad, Sean, tienes que tomar una decisión. Emma y yo nos vamos es tres días. Si para entonces no has tomado una decisión, asumiré que deseas quedarte en Boston.

--Espera eso no es...

--Comprendo que resulta difícil, es tu decisión y esta acarrea muchas cosas, pero no puedo arriesgarme a que Emma salga herida. Espero lo que lo entiendas.

--Lo hago.

Respondió el hombre en un tono bajo.

No se equivocaba al pensar que Sean no quería elegir a uno u otro. Ambos eran importantes para el hombre y no quería tener que poner a uno sobre el otro, pese a que su relación Kyle debía ser mucho más importante para él. Aun así, le gustaría poder ayudarle y decirle que todo iría bien, que las cosas con su hermano irían por el buen camino, pero en realidad no podía hacer tal cosa.

Golpeando suavemente la superficie de la mesa con los dedos, frunció por un momento los labios y le dio una pequeña salida, o al menos esperaba que fuese un desahogo para el hombre. Esperaba no lamentar la decisión tomada, pero creía que era lo mejor que podía ofrecerle al guardaespaldas de su chica, con tal de hacerle la vida un poco más fácil.

--De acuerdo, vamos a hacer esto. Hasta que Emma y yo compremos la casa y nos mudemos, seguramente pasara un tiempo, porque querremos hacer reformas en el rancho y necesitamos tenerlo todo listo para los animales. ¿Qué te parece si te doy dos semanas más? Durante ese tiempo, ya nos las apañaremos para cuando tengamos que ir al pueblo a por suministros.

--Pero...

--Es lo único que puedo ofrecerte, Sean. Si deseas mudarte con nosotros o no, es tu decisión, pero si puedo darte un poco de tiempo extra, para que pienses bien las cosas. Y durante ese tiempo, puedes hablar con Kyle sobre lo que ocurrirá con vuestra relación o como vais a llevarla y...

--Eso ya no hace falta.

--¿Por qué?

--Kyle pensó que lo mejor era que... terminásemos.

¿Su hermano había echo eso? ¿El mismo Kyle que estaba como un flan por su primera cita con Sean? ¿El que no paraba de hablar del hombre cuando tenía ocasión? ¿Ese Kyle?

Y aun así, Sean seguía pensando en que no quería dejarlo atrás.

Si el chico hizo algo por el estilo, no fue por otro motivo que hacerle más fácil a Sean, tomar una decisión respecto a su trabajo. Su hermano pensó en Emma y lo que ella necesitaba en Kentucky y puso las necesidades de ellas, sobre las suyas. No todo el mundo hacia algo así, y menos cuando la persona que te gustaba o querías, estaba en medio de todo ello, pero en ese momento, Kyle demostró un gran corazón.

Con una media sonrisa, ladeo la cabeza y arqueo una ceja.

--¿Y tú estás de acuerdo con esa decisión?

--¡No! Pero si Kyle cree que...

--¿Vas a darte por vencido tan pronto? Te creía más fuerte, Sean. ¿No te da vergüenza? Un chico que apenas acaba de salir de la adolescencia, acaba de patearte fuera de su puerta.

--Noah, no estoy de humor para que te estés burlando de mí.

--No lo hago. Solo te digo que Kyle ha demostrado ser mucho más maduro que tu. El pensó en el bienestar de Emma, sobrepasando por encima de sus sentimientos por ti. Y tú simple y llanamente, aceptaste esa escusa para no tener que lidiar con tus pensamientos. Es vergonzoso.

Sean golpeo la mesa con las manos, levantándose con tanta fuerza que empujo la silla hacia atrás y la tiro. El fuerte ruido molesto a Turco, quien se levanto contra su pierna, a la espera de ver el peligro que acechaba. Acariciando la cabeza del perro, lo calmo y espero.

--¿Dos semanas?

--Dos. Durante ese tiempo, puedes hacer lo que te dé la gana, siempre y cuando el último día llames y me des tu respuesta. Si para las doce de la noche del dos de Abril, no tengo tu respuesta, asumiré que es un no y que tengo que encontrar un reemplazo para ti.

Comunico con seriedad, pues no quería que Sean creyera que aquello era un juego. Dudaba que pensara así, pero ser precavido nunca estaba de más.

--¿Por qué haces esto?

--Por que se cómo se siente Kyle hacia ti. Y no me parece bien que dejéis las cosas a medias, por no hablarlas correctamente. Aunque esto ha sido tu culpa por dejar que el tiempo pasara.

--Lo siento.

--Está bien, siempre y cuando lo soluciones.

--Lo hare. Gracias.

--De nada. Ahora vete en busca del chico.

Con un rápido adiós, Sean prácticamente voló fuera del despacho como si tuviese miedo de que las palabras "¡Es una broma!" saliesen de su boca. Sin embargo, si le daba esas dos semanas, era porque confiaba que en ese corto espacio de tiempo, ambos hombres serian capaces de encontrar una solución a su situación, para seguir con la relación tan bonita que estaban desarrollando. A él le gustaba la felicidad que irradiaba de Kyle, gracias a Sean. Y este se había vuelto más cercano a todos, gracias a la personalidad de su hermano. Básicamente, estaban hechos el uno para el otro y solo el tiempo le daría la razón, pese a que ya mostraban señales de tenerla.

__________________________________

¡¡Hola Brujís!!


Me paso por aquí para deciros unas cosillas un tanto interesantes. Una de ellas, es que he creado una página de escritor, ahí podréis estar al tanto, para las que quieran, de todas las noticias sobre los libros. Por aquí os lo dejo y si no, lo podéis encontrar en INFO, en mi perfil de Wattpad. Gracias a esto, seréis las primeras en enteraros de todo en lo referente a mis novelas y tendréis pedacitos de los nuevos capítulos que están por salir publicados. De ese modo os enterareis de lo que está por venir, mucho antes que nadie. También es una oportunidad para estar en contacto y en caso de querer preguntarme algo, será mucho más fácil para vosotras pues que no tendréis que esperar un milenio a que conteste aquí en Wattpad.

También me gustaría dar la BIENVENIDA a todas las nuevas seguidoras! Muchas gracias por formar parte de esta familia de Brujís a la que tanto quiero y adoro. Me gustaría recordaros mis dos novelas con más éxito en wattpad, hasta ahora, y son las que me han hecho empezar a cumplir el sueño de ser escritora: La saga Te Amo: Amando a Jared y Te amo, Bradley. Mis adorados Jared y Bradley... Son un amor.

Sé que muchas de vosotras ya habéis disfrutado de las vidas amorosas de Jared y Bradley pero me gustaría que echarais un vistazo a los adelantos que ha puesto la Editorial totalmente disponibles para vosotras. Hemos trabajado mucho en la edición de los textos y quiero que disfrutéis de ellos.

Encontrareis los enlaces de los adelantos en mi página de Facebook, la de la Editorial Odisea ediciones y en la página web de

Amando a Jared ya está a la venta y és un éxito en ventas.

Te amo, Bradley estará a la venta el día 1 de Agosto.

¡¡¡¡Ya no queda nada!!!!

No os olvidéis. ¡1 de AGOSTO!

Y muy pronto tendréis novedades del libro de Mi Soldado

P.D. La nueva portada, es obra de Nasthy20233! ¿A que es preciosa? Gracias de nuevo!!

Y gracias a Lulii08, por los FanArt que me mando. Los amo!!

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