En la sala de comunicaciones de Arcadia, base operativa del centro de mando del ahora decimotercer clan de la Coalición Kyle, Raven, Nathan, Monty, Brian y Harper seguían jugando a la espera del reclamo de ayuda de la gente del Monte Weather.
Lo que Abby le había inyectado a buena parte de la comida debía enfermarles lo justo para tener que acudir a Arcadia en busca de asistencia médica. Nada demasiado grave salvo una leve intoxicación, o una tal vez una gastroenteritis como mucho.
Nadie tenía certeza absoluta de cuando aquella comida iba a ser consumida así que solo les quedaba esperar. Kane había regresado junto a Sinclair no hacía mucho alegando que Pike y los suyos habían aceptado el "presente" de Octavia como un acto de buena voluntad entre ellos y habían consensuado la paz a fin de mantener la independencia de su gente con el clan.
Los chicos habían terminado su turno hacía ya una media hora pero Abby les había escuchado reír y bromear desde fuera de la puerta y había preferido no avisarles y relevarles por otros guardias en la sala de mando central donde contaban con radios y con Sinclair para orientarlos.
Después de todo cuanto habían pasado Abigail había olvidado hasta el sonido de sus risas. Al fin y al cabo, seguían siendo prácticamente niños que habían tenido que crecer muy deprisa por todas las circunstancias. Una noche de diversión y relax no les mataría y además merecían un descanso.
Al principio cuando Kyle le pidió a Monty que se quedase a jugar con ellos una situación tensa se había creado pero a medida que los minutos pasaban algo mágico había ocurrido. Algo inexplicable había devuelto las cosas prácticamente a su sitio y todos lo pasaban tan bien que habían olvidado incluso que algunos de ellos seguían enfadados entre si.
—¿En serio hiciste eso? —no pudo evitar preguntar Raven con cara de asco escuchando al resto romper a reír a carcajadas—. Que asco, que asco... olvídate de volver a besar estos labios en la vida —exageró ella viendo a Kyle agarrarse el estomago de la risa.
—¡Estaba muy borracho, lo juro!
—Eso ya no cuela, Kyle —bromeó Brian sin poder parar de reír—. Me toca, me toca... Yo nunca he imaginado a Kane desnudo...
Todos estallaron a carcajadas cuando algunos vasos se llevaron a los labios y bebieron.
—¡Simple curiosidad de subordinado! —soltó Nathan al recibir una miradita celosa de Brian sin poder evitar sonreír.
—Eso es casi peor que lo de Kyle... —dijo Monty arrugando la nariz entre risas.
—Yo nunca he querido quitarle un ligue a un amigo —se sonrió Harper que era la siguiente teniendo que beber al igual que todos allí.
—Somos las peores personas del universo —murmuró Raven llevándose las manos a la cabeza teniéndola que sacudirla entre risas.
—¡Yo nunca me he comido las uñas de los pies! —le siguió Kyle entusiasmado creyendo que alguno más bebería salvo él pero Raven se estiró hacia delante para pegarle con las manos.
—¿En serio? ¿en serio? —casi gritó ella ofendida escuchando romper a reír al resto al verla pegarle—. ¡Que asco, que asco Kyle!
—Tranquila que seguro que estaba borracho —dijo Brian en broma viendo a Kyle cubrirse.
—Oh no, fue hace dos noches —comentó Kyle divertido tratando de cubrirse aún más—. Raven se había quedado dormida y yo...
—¡Oh por dios, callate! —se horrorizó Raven escuchando reír más y más al resto cuyas carcajadas debían resonar hasta en los pasillos a pesar de las horas de la noche que eran—. ¡Calla, que horror! ¡Que horror solo de imaginarlo!
—Yo nunca he querido ser un terrestre —dijo Monty de pronto bebiendo de su vaso antes de ver a la gran mayoría beber.
—Hubiese sido todo más fácil, ¿no? —tuvo que medio sonreír Harper reconociéndolo tras beber.
—De no haber bajado el Arca estaríamos muertos, bien por ellos —brindó Miller con un gesto sin poder evitar sonreírse con resignada aceptación.
—Si, pero reconoced que saben vestir —dijo Brian con una sonrisa haciendo un gesto cuando todos se volvieron a mirarle—. Todo ese cuero y esas pieles y...
—Brian... —puso una cara Nathan al oírle escuchando como todos reían—. Me estás avergonzando...
—¡Él se ha comido las uñas de los pies y tú no le has dicho nada! —se quejó Brian señalando a Kyle con una carita—. ¡Yo solo he dicho que me gusta el cuero!
—Demasiada información —murmuró Harper teniendo que cubrirse la cara con la mano entre risas.
Monty que también rió no pudo evitar compartir una miradita complice con ella como antiguamente solían hacer y para sorpresa suya Harper se la devolvió sin parar de sonreír hasta que se dio cuenta y bajo la mirada a su vaso pillada en falta.
A Monty le encantó aquella sonrisa y también se sonrió bebiendo un poco más.
Kyle se inclinó para coger la botella y poder servirles pero se dio cuenta de que apenas quedaba ni para medio vaso, con esta era ya la segunda botella que vacíaban y así lo anuncio.
—Chicos ha sido divertido conocer vuestros secretos de pervertidos pero este juego se ha terminado —sirviéndose lo que quedaba de la botella en su vaso antes de sacudir la botella vacía ante ellos.
—Nooo... —lamentó Raven inclinándose para alcanzar la botella sacudiéndola hacia abajo viendo salpicar solo un par de pequeñas gotitas—. Ahora que se ponía interesante, noo...
—En realidad me alegro porque yo ya no puedo beber más —se sonrió Harper intentando levantarse del suelo.
—Podríamos ir por otra a la sala de suministros, nadie echaría de menos otra botella extraviada —se sonrió Brian con gesto divertido haciendo un gesto a Miller para que le acompañase.
—Abby os matará y meterá vuestros cuerpecitos en una cueva —sacudió la cabeza Harper rompiendo a reír al escucharles.
—¡Harper pero quedate! —insistió Raven tirando un poco de su pantalón como una niña impertinente—. ¡No puedes dejarme sola con Kyle y sus uñas de los pies! ¡Soy tu amiga!
—¡Eh, no te metas con mis uñas de los pies! —protestó Kyle bebiendo lo que quedaba de la copa antes de mirar hacia sus pies y acariciarlos con la mano tiernamente bajando la voz como si de verdad estuviesen hiriendo sus sentimientos—. No os lloréis pequeñas, Raven os quiere no habla en serio.
Monty que también se levantó ahora que el juego había terminado se sostuvo de un estante ya que ninguno estaba acostumbrado a beber tanto.
—Yo también me voy no sea que a Kyle le de por presentarme a sus uñas y ponerles nombre —arrugando la nariz con un gesto teniendo que reír como el resto.
Harper y él que se dirigieron a la puerta casi a la vez chocaron el uno con el otro.
—Pasa tú...
—No, no pasa tú —murmuró Monty pasándose la mano por la nuca algo abochornado por el choque.
—No, en serio no me importa pasa tú... —dijo Harper.
—A mi tampoco... —repuso Monty disponiéndose a salir de nuevo viéndola a ella hacer lo mismo ya que le había dicho que pasase primero.
—Oh por dios salid ya los dos —farfulló Raven poniendo los ojos en blanco al verles así, dirigiéndose a ellos antes de echarles al pasillo. Tenía que regañar a Kyle y luego hacerle el amor durante horas en la habitación, no podría hacer eso si ellos se quedaban allí tratando de salir por la puerta una y otra vez sin conseguir hacerlo.
Harper que tuvo que apoyarse de la pared teniendo que sonreírse un poco al escuchar a Raven comenzar a reñir a Kyle en el interior sacudió la cabeza mientras que escuchaba a Monty reir por lo bajo también con la sensación de que Kyle se estaba llevando una buena reprimenda.
—Pobre Kyle...
—Si, pobrecillo —murmuró Harper no sabiendo si sería capaz de llegar siquiera a su habitación quedándose un poco más junto a la pared.
Monty que rió al escuchar a Kyle gritar y algo romperse dentro sacudió la cabeza separándose de la pared para irse de allí quedándosela viendo.
—Ha sido divertido, gracias por... bueno por permitir que me quedase, os echaba de menos...
—También ellos son amigos tuyos es lo justo —dijo Harper quedamente encogiéndose de hombros apartándose un poco de la pared.
—Harper... —murmuró Monty al oírla hablar así acercándose un poco a ella—. Siento muchisimo lo que ocurrió, lo siento muchisimo en serio. Yo no pienso esas cosas de ti, yo solo...
Harper que le sintió tan cerca suya intentó retroceder pero la pared la freno un tanto aturdida.
—No creo que sea el mejor momento ahora mismo para... —repuso ella entrecortadamente sintiendo como de pronto los labios de Monty la acallaban dándole un lento y necesitado beso cargado de amor que hizo que tanto le temblasen las piernas a ella.
—Te echo de menos cada segundo del día, Harper —musitó él viéndola a los ojos con amor tomándola de la carita para forzar así que le escuchase—. Y sé que hice mal pero tú también me echas de menos...
Harper que se conocía demasiado bien intentó desviar la mirada sintiendo el suave calor de sus manos sobre su rostro.
—Me hiciste mucho daño, Monty...
—Lo sé, lo sé pero no tienes ni idea de cuanto lo lamento —le aseguró él insistente buscando sus ojos—. Harper nunca debí decirte esas cosas, yo... yo necesito que me perdones, necesito...
—Y yo necesito que la persona con la que este me valore y me trate bien, Monty y tú me has demostrado no ser esa persona.
—Si que lo soy, déjame demostrártelo Harper —suplicó él volviéndola a tomar desesperadamente del rostro—. Yo... yo prometo no volver a fallarte nunca más, prometo cuidarte y respetarte siempre, prometo... pero por favor, permíteme estar contigo...—pegando su frente de la de ella afectado antes de besar nuevamente sus labios con amor—. Permíteme quererte...
Harper que le miro a los ojos, aquellos ojos en los que tantas veces se había visto reflejada no supo que decir al respecto algo abrumada y aletargada por el alcohol. Ella le quería, por supuesto que le quería. Monty era alguien especial para ella, la persona a la que más había amado en toda su vida pero ya no tenía la certeza de poder confiar al cien por cien en él por mucho que su corazón quisiese hacerlo, su aturdida cabeza le gritaba que no.
¿A cuál de ellos hacer caso? ¿Con qué decisión sufriría menos tormento?
—Harper, vuelve conmigo por favor... sabes que yo te amo... —insistió Monty con casi lágrimas en los ojos—. Olvida lo que pasó, no lo volveré a hacer más, te quiero...
Harper que puso una cara al escucharle pareció perderse en aquellos dolientes ojos y tragó reconsiderándolo largos instantes todo lo que el alcohol le permitía para finalmente cerrar los ojos y suspirar.
—Espero no tener que arrepentirme de esto jamás...—se dijo ella casi en voz alta aceptando su perdón y otorgándole la oportunidad de un nuevo comienzo juntos. La próxima vez que Monty le fallase de esa manera, no habría ninguna oportunidad más.
Continuara...