El sol brilla alto y radiante en el despejado cielo de la capital de la Coalición. Las primeras horas de la tarde hacen que el bullicio y la algarabía se hagan presentes en las cercanías de la imponente Torre, hogar de la Heda de los Trece Clanes.
En uno de los amplios y dispuestos salones sentados en torno a una larga mesa, los trece embajadores de los clanes que componen la Coalición así como algunos de sus líderes están preparados para debatir el futuro de la Nación Trigeda ante la Heda de los Trece Clanes y su consorte, el Príncipe Roan de Azgeda.
—¿Dices que Skykru derribaría sus murallas? —planteó Roan posando los ojos en Octavia nada más oírla al otro lado de la mesa contemplándola a los ojos largamente—. ¿Con qué fin?
—¿Y por qué ahora? —preguntó Uzac con desconfianza sentado a un par de sillas de ella.
Octavia que tenía los ojos algo rojos enfrentó aún así la mirada de Roan y Lexa manteniendo el tipo antes de mirar también a los embajadores.
—Skykru ahora forma parte de la Coalición, acepta sus términos y a sus líderes. Acata sus costumbres y no ataca a los demás pueblos —explicó Octavia con voz tensa pero firme—. En el pasado es cierto que cometimos muchos errores, invadimos vuestras tierras y matamos a muchos de los vuestros. Ese tiempo pasó.
Muchos se miraron con recelo a sabiendas de los anteriores agravios cometidos.
—Aprendimos de nuestros errores y nuestra gente comprendió que somos invasores. Estas no son nuestras tierras, son las vuestras —dijo Octavia sincera mirándoles.
Lexa que la observaba en silencio mientras ella se explicaba vio como Roan se inclinaba ligeramente hacia delante prestándole más atención al escucharla admitir eso.
—No nos hemos ganado el derecho a estar aquí pero queremos cambiar las cosas. Queremos merecer ese derecho y queremos aportar todo lo que está en nuestra mano para lograr eso. Vuestra sociedad está construida sobre sólidos cimientos. Vuestras costumbres y valores os han mantenido con vida —dijo Octavia con determinación—. A nosotros las nuestras.
Muchos se miraron entre si sopesando lo que decía y de cuando en cuando dirigiendo su mirada hacia Roan o Lexa que parecían inmersos en la explicación de ella.
—Nuestro pueblo no es tan fuerte como el vuestro pero es inteligente. Sabe cuando admitir una derrota, y cuando asumir una victoria —repuso Octavia flaqueando un poco al hacerlo—. He mantenido una relación con uno de los vuestros, él me ha enseñado todo lo que sé ahora sobre vuestro honorable pueblo. Me mostro que no erais tan barbaros como en un principio podría parecer, que había una posibilidad de convivencia y le creí en ello.
Lincoln que permanece sentado a su lado es incapaz de levantar la vista de la mesa mientras que Bellamy asiente al otro lado de ella ante sus acertadas palabras. Clarke que está junto a Bellamy parece inmersa en sus pensamientos pero las palabras de Octavia calan en ella. Estar bajo el mismo techo que Lincoln no solo le resulta incomodo sino doloroso por eso ni les mira ni se dirige a ellos.
—No exigimos nada pero si pedimos la oportunidad de demostrar que podemos llegar a ser útil para vuestro pueblo. Nuestra sociedad es mucho más avanzada, contamos con tecnología y con avances médicos muy superiores a los que tenéis aquí en la Tierra. Estamos dispuestos a intercambiarlos por más tierras que cultivar y por una comunicación abierta. No queremos guerra, no queremos contiendas, solo coexistir pacificamente a cambio de poder comerciar y formar parte de la Nación que ahora nosotros también representamos.
Roan que se la quedo mirando largamente terminó echándose hacia atrás y volviendo la cabeza para posar sus ojos sobre Lexa que la miraba fijamente, ignorando el murmullo de discusiones, y opiniones respecto a su propuesta que se había levantado por toda la habitación.
—Tu propuesta es considerable y acertada —sentenció Lexa finalmente con decisión—. Polis cederá a Skykru tres hectareas más de tierras y se asegurará de que tenga lo que necesite para pasar este invierno. Cultivará, comerciara y sanará y a cambio nadie llamara a su puerta en busca de contienda. La paz y la seguridad se os garantizará por parte de todos los clanes de la Coalición así como se os pide que afianzeis vuestro compromiso de respetar las leyes.
Octavia que la escuchó no podía ni creerse que de verdad hubiese aceptado sus términos, eran una gran noticia después de todo.
—Así será —prometió Octavia bajando la mirada después viendo como pasaban a otras cuestiones.
Bellamy que se sorprendió también al ver como muchas cabezas asentían acordando la propuesta se inclinó un poco para hablarle a Octavia.
—Bien hecho...
Octavia que trató de poner buena cara tragó asintiendo incapaz de mirarle sabiendo que debía mentirle a la cara. Bellamy que se fijó en ella, creyó que serían la inquietud de enfrentarse a tanta gente con tanto en contra y argumentar hasta conseguir ganarse a la difícil audiencia. Su mirada buscó a su lado a Lincoln contento por haber logrado tantos progresos pero no encontró sus ojos y al volverse a su lado, Clarke tampoco le miró.
Bellamy se sintió algo descolgado y un poco en medio de algo que no entendía que era aún pero que le resultaba extraño.
—¿A ti te parece bien? —murmuró Bellamy a Clarke dirigiendo su mano instintivamente hacia la de ella.
Clarke que no se lo esperaba en cuanto sintió su contacto la apartó con tanta rápidez que tiró una de las copas de la mesa esparciendo el agua por toda la mesa captando la atención de todos los presentes.
—Clarke...—dijo Bellamy tratando de levantar la copa con desconcierto.
—Lo... lo siento... —se disculpó ella nerviosamente algo avergonzada por la escena levantándose de la mesa—. Lo siento...
Lexa que hablaba con uno de los embajadores a su lado levantó la vista quedándosela viendo viéndola apartarse de esa forma de la mesa. Roan que la vio dirigirse a la puerta fijándose de reojo en como Lexa la contemplaba a lo lejos deslizó la mano por debajo de la mesa posándola sobre el muslo de Lexa para que se calmase.
Bellamy que se levantó con preocupación al verla así se disculpó con el resto de la mesa siguiéndola. Octavia que bajó la mirada a la mesa sintió a Lincoln tragar a su lado apesadumbrado.
Bellamy que salió precipitadamente por la puerta alcanzó a Clarke por el brazo a mitad del pasillo.
—Clarke, espera...
Clarke que le escuchó en cuanto se volvió para mirarle se arrepintió de hacerlo porque los penetrantes ojos de Bellamy le devolvieron la mirada con preocupación.
—¿Estás bien? —se atrevió a preguntar él con desconcierto y preocupación al verla así—. ¿Qué ha pasado ahí dentro?
Clarke que evitó su mirada negó imperceptiblemente apartándose de su agarre esquivamente.
—Nada...
—Clarke, vamos...—insistió él al verla así de mal acercándose un poco a ella—. Soy yo, cuentamelo...
Clarke que reunió las pocas fuerzas que le quedaban en ese instante logró mirarle y negó con la cabeza débilmente.
—No pasa nada, han... han sido días difíciles en los que apenas he podido descansar nada...
—Estás así por esa chica, ¿verdad? —asumió Bellamy con preocupación al mirarla dando un paso hacia ella para abrazarla. Clarke que retrocedió inmediatamente le dejó parado con total desconcierto, era evidente que seguía dolida por lo de Gina—. Lo siento, siento que muriese.
Clarke que tragó apesadumbrada bajó la mirada al escucharle dispuesta a alejarse de él.
—Clarke, espera...—se adelantó Bellamy alcanzándola antes de que siguiese. En cuanto Clarke sintió las manos de Bellamy deslizarse por su cintura se tensó súbitamente evitando el mirarle—. No te vayas, espera...
Clarke que tragó lentamente costándole elevar sus ojos hasta posarlos sobre su rostro, tembló sin poder decir nada en ese momento. Bellamy se inclinó ligeramente y se acercó más a ella, Clarke retrocedió en ese momento sintiendo su espalda pegarse de la pared.
—Sé que te hice mucho daño, y que cuando te marchaste de Arcadia hacia Polis las cosas entre nosotros no estaban del todo claras —murmuró él insistente viéndola tensarse más y desviar su mirada—. No puedo cambiar nada de lo que hice, pero lo que si puedo es pedirte...
—Bellamy no... —susurró ella cortándole al instante.
Bellamy que se desconcertó se quedo callado tragando un poco antes de dirigirse implorante de nuevo a ella.
—Clarke...
—No quiero que me pidas nada —murmuró ella firmemente afectada sintiendo sus manos quemar su piel sin siquiera poder mirarle—. No lo hagas...
Bellamy que tragó algo afectado también por su respuesta intentó buscar sus ojos sin conseguirlo angustiándose más ante su sentimiento.
—Clarke yo solo quiero estar contigo —insistió él en un murmullo sincero—. Quiero que las cosas sean como eran antes...
Clarke que sintió sus ojos llenarse lentamente de lágrimas ante esas últimas palabras las sintió ingresar en su mente anidando en ella con franqueza y la barbilla le temblo. Ella también quería eso, quería que las cosas fueran como antes de que ocurriese todo eso. Bellamy que la vió así se sobrecogió y subió las manos a su cara acunando sus mejillas antes de acercar su frente a la de ella.
—Clarke, vamos... —murmuró Bellamy mirándola con verdadero pesar al verla sufrird de aquella manera—. Sé que tú también quieres...
Clarke que había comenzado a llorar ya en silencio cerro los ojos temblando aún más al sentirle tan cerca queriendo que la pared cediese y se la tragase con ella.
—Apartate... —acertó a decir ella con voz ahogada intentando que se alejase de ella.
—Clarke...—insistió Bellamy más aún dulcemente queriendo aplacar sus lágrimas con un suave beso.
Las manos de Clarke se levantaron y le apartaron con tanta violencia de ella que Bellamy chocó contra la pared al otro lado del pasillo.
—¡No me toques así! —gritó ella desgarrada y sobrepasada en ese momento echa un mar de lágrimas temblando más aún.
Bellamy que dirigió su mirada hacia ella supo entonces que algo iba mal, realmente mal allí. Esa no era ella, ella nunca actuaría así.
La puerta del enorme salón se abría en ese momento y Octavia salía por ella habiendo escuchado el grito viéndoles a ambos así antes de cerrar tras de si.
—Clarke, vamos... —se acercó Octavia a ella para tranquilizarla y poderla conducir así a su habitación viéndola que estaba a punto de derrumbarse de nuevo—. Vamonos de aquí...
Bellamy que entendió que su hermana estaba al tanto de lo que estaba pasando tragó con fuerza temiendo acercarse a ellas.
—Octavia...
Octavia que rodeaba a Clarke con su brazo viéndola cubrirse el rostro con las manos totalmente rota por ello volvió la cabeza hacia atrás viendo los afligidos ojos de Bellamy observarlas sin comprender nada. Octavia que sintió sus ojos humedecerse sacudió su cabeza lentamente para que no insistiese más en ese momento.
Bellamy que se quedo sin habla tragó con fuerza viéndolas alejarse a ambas por el pasillo. ¿Qué pasaba? ¿Qué ocurría allí que él no sabía? ¿Por qué si Octavia sabía algo no se lo había contado? ¿Por qué estaba Clarke tan extraña? Tampoco conocía mucho a aquella chica, no como para estar tan afectada como lo estaba de aquella manera. Debía haber algo más, debía haberlo...
Continuara...