Al día siguiente, Zayn se despertó muy temprano, el vuelo de regreso a casa salía a las 14h00. Abrí mis ojos y lo vi sentado en la cama revisando su celular, afortunadamente yo estaba envuelta en las sábanas, de esa forma ya no me veía desnuda.
-hola, ¿cómo amaneciste?-preguntó acariciando mi cabello.
-bien, ¿y tú?-pregunté sonriendo.
-excelente. ¿irás a bañarte?
-sí-contesté.
-¿puedo acompañarte?-preguntó Zayn y mis ojos se abrieron como platos.
-No Zayn-dije entre risas
-¿por qué no?-él parecía no comprender mis vergüenzas
-porque no estoy preparada para eso-dije ruborizada. Una cosa es que me haya visto desnuda y acostada y otra muy diferente que me vea parada, desnuda y mojada.
-ok, está bien.-se resignó.
Me puse de pie con las sábanas envueltas en mi cuerpo fui hasta mi maletas y tomé la ropa que utilizaría el día de hoy. Escuché un silencio total en la habitación, ya no se escuchaba el celular de Zayn.
-________!-me llamó Zayn. Volteé a verlo y él estaba señalando una mancha de sangre en la sábana color beige. Mis ojos se abrieron más que un plato, mi car enrojeció de inmediato.
-Oh Dios!!! Oh Dios!!! sal de ahí-dije sacando la sábana manchada, Zayn salió de encima de la cama permitiéndome sacarla.
-¿qué vas hacer?-preguntó
-¿cómo qué voy hacer? Voy a lavar esto, no puedo permitir que esto se quede así-señalé la sábana manchada. Yo estaba ruborizada y no veía a los ojos a Zayn.
-oye, ven acá-dijo en un tono tierno. Se acercó a mí y me abrazó por la cintura. Era un poco difícil tenerlo cerca más aún cuando mi cuerpo estaba envuelto en una sábana grande y mi mano sostenía otra igual.-Esa sabana que tienes allí en la mano es una prueba de tu inocencia. En mi cultura se supone que debo mostrar eso a mi familia-señaló la sábana.
-¿qué?-dije horrorizada- pues en la mía, se supone que debo dejar limpio esto porque si no moriré de vergüenza como ahora.
-¿por qué te da vergüenza?-preguntó como si no fuera obvio
-porque es sangre.
-¿y?
-Zayn-regañé
-ok, está bien, sólo digo que me encantó ser el primero.-Zayn me hacía sentir especial pero haber permitido que él sea el primero también me traerá posibles consecuencias a futuro.
Nos dimos un beso normal y dejó que entrara al baño a ducharme. Lavé la sábana muy bien para que la mancha saliera. Dentro del baño había una secadora de cabello y con eso sequé la sábana, después de una hora, Zayn y yo estábamos listos para salir a desayunar con la familia.
Abajo nos esperaban todos, ayudé a poner la mesa con Trisha y unas tías de Zayn. Trisha no dejaba de verme de forma interesada como si deseara saber algo de mí. Hasta que se acercó cuando estábamos las dos solas en la cocina.
-¿lo hicieron?-preguntó feliz
-mmm...sí-dije nerviosa
-Pero, ¿ya volvieron o aún no?
-sí, volvimos-dije sonriente
-qué bien! No sabes cuán alegre me haces, por fin mi bebito estará feliz. Estoy tan orgullosa de ustedes-Trisha me abrazó y yo correspondí.
Desayunamos y compartimos momentos amenos con la familia de Zayn. Entre risas y anécdotas tuve el gusto de conocer a cada uno. Después del desayuno Zayn y yo salimos al patio a disfrutar de la vista del lago. Caminamos tomados de la mano hasta que Zayn me propuso sentarnos a la sombra de un árbol.
Él se sentó arrimado al tronco, abrió sus piernas y me senté en medio de ellas. Zayn puso sus manos sujetando mi vientre mientras que con sus labios jugaba con mi oreja. Giré mi rostro y lo besé. Sujeté su labio inferior y mordí sin lastimar. Él hizo lo mismo con el mío. Me acomodé mejor para seguir con el beso. Los dos sujetábamos nuestros labios con firmeza. Era una de las pocas ocasiones en que nos besábamos sin lengua.
Sentir la suavidad de los labios de Zayn, me hacía sentir muy bien. Me encanta estar cerca de él. Zayn se separó de mi beso y dejó un beso corto en la punta de mi nariz. Volví a darle la espalda y arrimé mi cuello a su quijada. Así nos mantuvimos por unos segundos. En silencio, sin nada qué decir. Hasta que su celular sonó arruinando todo lo lindo del momento.
-Hola-contestó Zayn----¿qué quieres?-parecía molesto-ahora no quiero hablar-dijo y colgó.
-¿quién era?-pregunté
-Nadie-contestó serio
-¿cómo que nadie? ¿quién era?- ahora yo estaba sentada de tal forma que podía ver el rostro de Zayn.
-Era....era Vanessa-tragué grueso.
-¿qué quería?
-hablar conmigo
-¿para qué?
-no lo sé. Pero no quiero hablar con ella ahora-dijo tratando de hacerme sentir mejor, pero no lo logró.
-no ahora pero sí después-dije
-Ella y yo no hemos finiquitado lo del supuesto embarazo.
-¿a qué te refieres con finiquitar?-pregunté para tener una idea clara de lo que él quería hacer.
-necesito dejar las cosas claras con ella. Yo no voy a unirme a una mujer por un bebé, eso lo tengo claro.
-¿dejarás a ese niño sin su padre?-pregunté diplomáticamente.
-no he dicho que no voy a responder, sólo dije que no me uniré a ella, eso es todo. Yo no la amo, no voy a estar con ella sólo porque va a ser la madre de mi hijo. Pero seré responsable con mi hijo, no dejaré que algo le falte, estaré con él cuando más me necesite.
Zayn hablaba como todo un hombre responsable, y a pesar que sus palabras eran inteligentes a mí eso me seguía causando dolor. Tener un hijo en común con Vanessa lo vincula directamente con ella. Él deberá estar en los chequeos, en el parto, en los cumpleaños, en las visitas al doctor y hasta en los momentos de la escuela. Quizás para esas fechas yo ya no esté con Zayn, pero de todas formas imaginármelo me quita la tranquilidad.
Después de estar sentados frente al lago, le comenté a Zayn sobre mi preocupación por mi padre, hace mucho que no se de él y quizás esté llamándome. Él prometió solucionarlo lo más pronto posible. Llegó la hora del viaje y nos despedimos de la familia. Llegamos a casa de Zayn a las 16h45. Tuve ganas de cocinarle algo a él, estábamos cansados pero valía la pena, quería que él se sienta orgulloso de mí.
-vamos a descansar-dijo cerrando de la puerta de su casa y llevándome de la mano para su cuarto.
-prepararé la cena-dije y me soltó. Subió las maletas y bajó a ayudarme. Cocinar con Zayn es un desastre, deja todo sucio y no lava lo que utiliza, además fanfarronea diciendo que es mejor chef que yo. Dejé que él se ocupara de la cocina y yo me ocupé de la limpieza de utensilios. De repente golpearon la puerta, Zayn se sorprendió porque a esa hora no esperaba a nadie, fue a abrir la puerta y para sorpresa de los dos, era Paolo.
-¿qué haces aquí?-dijo Zayn.
-¿dónde está _____?-preguntó Paolo
-aquí estoy-hablé rápido antes que Zayn se mostrara grosero.
-fui a buscarte a casa y no estabas.-dijo Paolo ignorando la presencia de Zayn.
-sí es que tuve que viajar, pero ¿cómo has estado?-pregunté nerviosísima.
-¿cómo he estado? Mal, preocupado por ti, no me dejaste ni una nota, ni siquiera llamaste del celular que te dejé y no contestaste ni una de mis llamadas-Paolo me reclamaba en un tono autoritario en frente de Zayn.
-ups! Lo siento Paolo, olvidé por completo el celular-dije con miedo a la reacción de Zayn frente a los reclamos de Paolo.
-¿dónde lo tienes?-se refería al celular.
-lo dejé en casa-contesté.
-YA FUE SUFICIENTE-dijo Zayn.-Deja de hacerle preguntas como si fueras su padre.
-TÚ NO TE METAS-dijo Paolo
-ME METO PORQUE ES MI ESPOSA. Te recuerdo que aquí tú no eres más que un recién llegado.
-no me hagas reir Malik, aquí el recién llegado eres tú.
-vete de mi casa-dijo Zayn enérgico.
-tú, ¿te quedas con él o qué?-Paolo me hablaba igual a mi hermano, no sé si lo hacía a propósito o si por los años de amistad con él se le habían pegado las manías de mi hermano.
-me quedo-dije como niña retada
-osea que de nada sirvió lo que te dije-Paolo estaba histérico.
-no escuchaste lo que te dijo? SE QUEDA!!! Ya no tienes nada que hacer aquí-Zayn cerró la puerta de un solo golpe dejando a Paolo fuera de la casa.
-ZAYN-dije regañándolo. Abrí la puerta y corrí hacia Paolo.
-Paolo-dije agitada.
-No digas nada-contestó frío.
-Paolo, por favor yo...-quise decir pero él interrumpió.
-Mira ______, sé que no soy quien para poder prohibirte cosas, pero me enoja saber que de nada sirvió lo que te dije, sigues con ese miserable. Si estar con él te hace feliz yo lo respeto, pero una cosa te voy a pedir, no vengas a mi llorando por lo que ese imbécil te hace. Tú estás buscando tu propio mal.-dijo y se fue.
Paolo me dejó paralizada, no supe qué decir. Me lastimaba saber que no apoyaba mi decisión, Paolo es como mi hermano ahora. Sin embargo, ni él ni nadie me hará cambiar de opinión. Quiero estar con Zayn y eso es lo que haré.
Entré a la casa de Zayn y lo vi sentado en la mesa, cenando de lo más molesto. Me senté junto a él y empecé a comer.
-¿qué te dijo?-preguntó seco sin mirarme
-Nada-contesté en voz baja.
-Dime ¿qué te dijo?-exigió.
-Nada Zayn-lo miré esperando que me creyera pero no fue así.-Está bien dijo que respetaba mi decisión de volver contigo pero que no la compartía, eso es todo-mentí.
-No me cae bien ese tipo, cree que es tu padre o tu dueño. Quiero que te alejes de él-dijo y mis ojos se abrieron como platos.
-¿qué? Tú no puedes pedirme eso-dije seria.
-No te das cuenta que quiere separarnos-refutó
-Vanessa también quiere separarnos y sigues hablando con ella
-Eso es diferente-contestó
-Para mí no lo es. No me voy a alejar de Paolo sólo porque tú crees que nos quiere separar. El día que tú y yo nos separemos será porque así lo decidamos los dos, no porque otros lo hagan por nosotros. ¿ok?-mi contestación dejó sin palabras a Zayn. Terminamos de comer en paz, sin ninguna discusión. Llevé los platos al fregadero, preparé todo para lavar. Sentí que Zayn se paró detrás de mí dejándome sentir su "amigo", puso sus manos en mi cadera y las movía hacia él lentamente.
-Vamos-dijo cerca de mi oído haciéndome erizar.
-Tengo que lavar-dije
-Deja eso ahí, mañana viene la señora de la limpieza. Me volteó y me besó. Pude sentir sus labios suaves nuevamente, los extrañaba. Su lengua jugaba con la mía con necesidad. Profundizaba el beso abriendo su boca para que yo introduzca mi lengua, acariciaba mi cintura inyectándome ganas de estar con él allí mismo.
Me cargó entre sus brazos como un novio carga a la novia para la luna de miel. Subimos las escaleras en esa posición y me dejó suavemente sobre su cama, se acomodó entre mis piernas y se sacó la camiseta. A pesar de estar cansados, seguimos con lo que aparentemente nos hacía feliz. Mientras levantaba mis piernas a sus caderas, recordé algo importante.
-Espera-dije y lo separé de mí. Me levanté y fui corriendo a mi cuarto, tomé el regalo de la señora Carlton y fui hasta donde estaba Zayn.
-¿qué ocurre?-dijo preocupado.
-Mira esto-dije y le extendí el regalo. Zayn lo abrió y sacó de la caja el babydoll blanco que la señora me había regalado.
-¿la señora Carlton te dio esto?- preguntó entre asombrado y feliz.
-aja-dije coquetamente.
-póntelo-dijo emocionado. Lo pensé unos segundos y me animé a hacerlo. Me metí en el baño y me puse el babydoll. Me sentía extraña con esa tela transparente sobre mi cuerpo, el hilo que tenía eso en lugar de unas bragas decentes me hacía sentir más incómoda aún.
"NO SALDRÉ CON ESTO"pensé.
-Vamos nena, quiero verte-dijo Zayn desde afuera.
-No saldré, tengo vergüenza-dije con mis mejillas rojas.
-No por favor sal, déjame verte.-dijo. Tomé un respiro y cepillé mis dientes. Salí con toda la vergüenza del mundo. Caminé despacio y Zayn me miró de pies a cabeza con la boca abierta. Cerré la puerta del baño y me arrimé a ella. Tapé mi cara por la vergüenza que me daba.
Sentí que se acercó a mí rápido, sacó mis manos de mi cara y tomó mi rostro.
-te ves hermosa, HERMOSA-lo último lo dijo con énfasis.- No quiero que sientas vergüenza conmigo, no hay nada de ti que no me excite. Me encanta tu cara-dijo y acarició mis mejillas, me encantan tus senos-los acarició-tu cintura, tus piernas, tu cuerpo-con lo último que dijo tocó mis glúteos y me acercó a él.
-Enséñame-dije mirándolo a los ojos, él me vio con confusión-Enséñame cosas nuevas, enséñame a hacerte sentir como un hombre de verdad, quiero volverte loco como tú lo haces conmigo.-me acerqué a besarlo con pasión. Estaba necesitada de él. Acaricié su pecho, bajé de sus labios a su cuello, olía delicioso, su perfume era una droga para mí.
-No necesito enseñarte, todo lo que haces me vuelve loco.-dijo y con eso me mató.
Significa que no hay nada de mí que no le guste, me siento la mujer más feliz del mundo. Caminé con él hasta la cama, hice que se acostara, me trepé encima de él.
Bajé mi tronco para besar su cuello, él puso sus manos en mis caderas y apretaba mis piernas con excitación. Me hacía doler, pero algo que podía soportar. Bajé mis besos a su pecho y mordía despacio pedazos de su piel, besé su vientre firme, acaricié cada espacio de su abdomen. Mientras bajaba con besos húmedos a su parte íntima, Zayn agarró mi cabeza e hizo mi cabello a un lado, supongo que quería ver lo que yo hacía. Debajo de su pantalón se podía notar ya el bulto de su parte íntima. Saqué su pantalón dejándolo en bóxer.
No tuve el valor de sacarle su interior, pensaba que a lo mejor no se sentiría cómodo. Volví a colocarme en la posición anterior, casi sentada encima de su amigo. Desaté el lazo que tenía el babydoll en medio de mis senos, mientras lo hacía, miraba fijamente a Zayn. él me sonreía y yo también lo hacía. Dejé caer el babydoll quedándome en hilo.
Subió sus manos a mis senos y los acarició, era una sensación extraña sentirlo tan cerca de mí. El espaldar de la cama de Zayn tenía espejo y el techo también, ya me había olvidado de ese detalle. Verme encima de él casi desnuda, me hacía incomodar, pero mis ganas de tenerlo dentro de mí eran más fuertes. Me acerqué a sus labios y empecé a besarlo, con dificultad sacó su bóxer dejándome sentir su miembro erecto. Yo hice lo mismo con interior.
Tratamos de acomodarnos para que puedo introducir su amigo en mí, pero era molesto, hacerlo así. Parecía que no entraba, elevé un poco mi cadera para que entrara, él sostenía a su amigo con la mano y con la otra me ayudaba con la cadera. Cuando entró la punta, sentí un poco de dolor y lo hice notar en mi cara.
-¿te duele?-dijo
-sí-contesté-pero me gusta.
Me acomodé de forma ideal y el amigo de Zayn entró todo lo que pudo haciéndome doler más. No me moví, me quedé quieta, el dolor era parecido a algo muscular dentro de mí.
-tranquila-dijo en voz baja-¿te sigue doliendo?-preguntó preocupado
-No, ya no-dije y no mentí, el dolor había desaparecido. Tenerlo dentro de mí, era una sensación incomparable. Me moví despacio hasta poder sentirme a gusto. Él tenía sus manos en mis piernas y las apretaba, no sacaba sus ojos de mí, parecía no perderse ninguna expresión de mi rostro.
Me acerqué a sus labios y ese movimiento profundizó la excitación en mí, sabía que ése era el movimiento preciso. Puse mis codos junto a sus brazos y me moví.
-Espera-dije deteniéndome, salí de él y me quedé acostada boca arriba.
-qué sucede- Zayn se tapó con una mano su parte íntima.
-ponte un condón-dije flexionando mis rodillas para cubrir mi feminidad mientras que con mi mano cubría mis senos.
-No por favor-rogó-esta vez sin condón ¿sí?-dijo haciendo pucheros que me encantaban. Decidí hacerle caso y me volví a subir encima de él, esta vez entró con más facilidad que antes. Me moví lentamente mientras él acariciaba mis senos, mi cintura y mi cadera.
-me encantas-dijo con su voz oscura. Me sostuve del espaldar de la cama y empecé a moverme más rápido sintiendo el espiral de locura que me encanta. La cama sonaba contra la pared debido a mis movimientos.
-vamos, sigue, no te detengas-me decía mientras me movía. Cubrí mi cara con mi cabello para que no viera como llegaba al punto más alto de mi excitación.-sigue, sigue así-decía y eso me volvía loca.
-yo quiero escucharte-dije y detuve mis movimientos. Hasta que gimió, su gemido era diferente a los míos, eran como si se aguantara un dolor o algo así. Pero escucharlo era la mejor parte de todo, era una forma de hacerme saber que hago las cosas bien. Gemí igual que él, nuestros gemidos se unían a sonido de la cama que se estrellaba contra la pared. Casi llegaba al clímax y cuando lo hice, gemí mucho más y me moví mucho más rápido.
Cansada me detuve de a poco hasta que él llegó, mordió su labio inferior y me vio fijamente.
-¿estás cansada?-preguntó
-sí un poco, ¿por qué?
-por nada, lo hiciste muy bien. Cada vez lo haces mejor-dijo y sonreí. Me bajé de él y caminé hacia el baño, no me importaba que me viera desnuda. Sentí dolor en las entrepiernas, parece que la posición en la que habíamos hecho el amor esta vez me había dejado adolorida.
Mientras caminaba al baño el líquido seminal de Zayn salía de mí. Me metí a la ducha y pude sentirme realmente exhausta. Salí y luego entró Zayn, después de eso los dos fuimos a la cama y quedamos profundamente dormidos. Había sido un día agotador y terminamos sacándole el jugo a todas nuestras fuerzas. Zayn me abrazó para dormir, yo le daba la espalda.
-te quiero-dijo cuándo se percató que yo dormía.
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