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Cuatro años después, había llegado el día de la boda de Katsuki y Eijirou.
Los novios se estaban vistiendo en habitaciones separadas que había disponibles en la catedral para que se pudieran terminar de arreglarse, cada uno se encontraba acompañado de varios amigos. El pelirrojo estaba con Todoroki y Ashido, mientras que el rubio cenizo estaba con Sero y Kaminari.
—¡Estás muy guapo con ese traje, Kirishima!—Le halagó Mina.
—¿De verdad?—¿Crees que a Katsuki le gustará?
—Sí, te ves bien.—Dijo Shōto.
—Amigo, a Bakugou le gustará cualquier ropa que te pongas.—Dijo ella.
—No, a Katsuki no le gusta todo lo que me pongo.—A veces me ha regañado por llevar ropa que no le gustaba o que no combinase.
—¿Por ejemplo?
—En una ocasión me puse una camiseta roja con unos pantalones verde fosforito y unas zapatillas amarillas.
La chica puso cara de horror y dijo:
—¡Por Dios! ¡¿Cómo se te ocurrió ponerte esa ropa?!
—Creía que me veía bien.
—Pues no lo creo, esa combinación no le quedaría bien a nadie.—¿A qué sí, Todoroki?
El bicolor, confundido, dijo:
—No sé... ¿Qué color es verde fosforito?
Kirishima y Ashido se quedaron sin palabras por unos segundos hasta que el de dientes afilados habló de nuevo.
—¿En serio no sabes qué color es?
—No.
—Entonces yo te mostraré el color, voy a mostrarte con Google.
Sin embargo, cuando iba a agarrar el móvil, la puerta de la habitación se abrió abruptamente.
—¡Kirishima! ¡Tienes que salir ya!—Gritó Hanta.
—Oh, vale. ¡Ya voy!
Tomó su teléfono para guardarlo en el bolsillo del pantalón de su traje y salió de allí, pues según la tradición él debía estar en el altar antes que su amado.
Sus amigos también salieron junto a él de la habitación.
***
Habían transcurrido diez minutos desde que se encontraba esperando en el altar y ya se estaba impacientando.
"Ya quiero ver a Katsuki. Él seguro que se verá como el hombre más guapo del mundo."—Pensó sonriendo tiernamente y con las mejillas levemente sonrojadas.
Entonces alguien se le acercó y salió de su ensoñación.
—Oh... ¡Hola, Mitsuki-san!
La rubia sonrió y le dijo:
—No hace falta que uses el honorífico, vamos a ser familia después de todo.
—Sí, cierto. Perdón, es la costumbre.
—Por cierto, Katsuki ya va a venir.
—¡Vale!—Exclamó emocionado.
Mitsuki sonrió una vez más y le dijo:
—Estás muy guapo, Eijirou.—Seguro que a Katsuki le va a encantar el traje.
—¡Eso espero!
Ella se alejó y enseguida apareció Katsuki, quien llevaba un traje blanco, con detalles plateados y un chaleco plateado, además de unos zapatos color gris perla y un ramo de rosas blancas entre sus manos.
"¡Qué guapo!"—Pensó Kirishima al verlo.
Katsuki, también miraba a su amado, el cual llevaba puesto un traje negro con una camisa rojo burdeos y una corbata negra.
"Eijirou se ve jodidamente sexy y desde hoy va ser mío, sólo mío. Estoy deseando que llegue la noche."
El rubio cenizo, al estar haciendo contacto visual con Kirishima, le guiñó un ojo; gesto que provocó que el susodicho de sonrojase.
"A pesar de que ya estamos juntos cinco años, todavía consigue que se me acelere el corazón."—Pensó volteando su rostro hacia otro lado.
A Katsuki se le hizo una reacción muy tierna.
"Jodidamente tierno. Me está poniendo difícil las ganas de mandar la boda a la mierda y pasar directamente a la noche de bodas."—Pensó dando los últimos pasos hasta llegar al altar junto con su amado.
Entonces el cura comenzó a hablar:
—Hoy estamos aquí reunidos para asistir a la unión en santo matrimonio a esta joven pareja.—Tal y como dice el versículo...
Cómo ya estaba recitando la biblia, todo el mundo dejó de atender e incluso los novios se miraron entre sí y hablaron en voz baja entre ellos.
—Te ves hermoso, Katsuki.
—Tú también.—Estoy feliz de que oficialmente vayas a ser mi esposo y sólo mío.—Ya estoy deseando que llegue la noche de bodas.
El peligro se sonrojó y se excitó un poco al imaginar al rubio cenizo bajo él gimiendo su nombre como si no hubiera un mañana.
"Katsuki me está provocando demasiado, casi que me dan ganas de llevármelo conmigo al hotel."
—Katsuki, te amo.
—Y yo a ti, Ei.—Dijo para acercarse a besarlo.
El cura se dio cuenta de la situación y los interrumpió carraspeando.
—Jóvenes, lamento interrumpir pero no hemos llegado todavía a esa parte.
Katsuki lo miró molesto y le respondió:
—¡Pues entonces deja de recitar la mald...!
Eijirou se dio cuenta de que su amado iba a soltar una blasfemia, así que le tapó la boca para evitar problemas.
—Disculpe a mi prometido, continúe.
El cura los miró con seriedad y decidió dejarlo pasar para continuar con su discurso hasta que llegó al momento que todos estaban esperando.
—Eijirou Kirishima, ¿acepta a Katsuki Bakugou como esposo?
—¡Sí, acepto!
Luego miró al más alto y le preguntó:
—Katsuki Bakugou, ¿acepta a Eijirou Kirishima como esposo?
—¡Obvio!—¡Es el mejor hombre del mundo!
Su respuesta provocó que el rostro de Eijirou se ruborizó y además se escucharon varios: "Aaawww".
El cura ignoró todo el revuelo y siguió:
—Por el poder que me ha sido otorgado, yo los declaro esposos.—Pueden besarse.
Se besaron y todo el mundo se levantó para aplaudir. Varias personas exclamaron:
—¡Viva los novios!
—¡Los más guapos!
—¡Felicidades!
Se separaron del beso y tomaron sus manos para salir de la catedral mientras les lanzaban pétalos rojos de rosas hasta la salida, momento en el que Katsuki decidió lanzar el ramo.
—¡Voy a lanzar el jodido ramo!—Así que, quien quiera casarse, que haga fila.
Varias personas se agruparon y le se puso de espaldas para lanzar el ramo, el cual acabó entre las manos de Mina.
—¡Gracias!—Agradeció su amiga sabiendo que el rubio cenizo lo había lanzado a propósito hacia su dirección.
—¡No es nada, ojos de mapache!—Dijo para luego mirar a Sero.—¡Cuidala bien, idiota!
—¡Lo haré!
Katsuki se volteó y subió a la limusina junto con su marido.
Ya en el coche, Eijirou miró a su esposo y dijo:
—¡Estoy tan feliz!—Al fin nos hemos casado.
El más alto lo miró y, susurrando le dijo:
—Yo también estoy feliz pero, ¿sabes?—Ya quiero que sea la noche de bodas para que me folles toda la noche. Sin contenerte, quiero dejarte seco.
El de dientes afilados se excitó con lo que su amado le había dicho y le respondió:
—Yo también lo estoy deseando y ahora todavía más, así que prepárate esta noche, porque no voy a ser amable.
—Está bien para mí, porque me encanta que seas duro en la cama.—Dijo para morder de forma juguetona la oreja del contrario.
—Mmm...
Katsuki sonrió y dijo:
—No te preocupes, esta noche habrá más.—Ahora disfrutemos del banquete con muestras familias.
—¡Sí!
Poco después llegaron a su destino y continuaron con la celebración.
Fin.
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Notas finales: ¡Hasta aquí!
El próximo sábado será un capítulo extra.
¡Espero que os haya gustado! ☺️💘😘🥰💓💞