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Eijirou se sentía sumamente nervioso pues iba a tener que mentirles a sus padres. Era lógico, ¿quién en su sano juicio les contaría a sus padres que comenzaste una relación de sólo sexo con tu actual novio? ¿Y qué cuando fuiste consciente de tus sentimientos hacia él, le dijiste los tuyos pero lo alejaste para que el otro aclarase los suyos propios? Además de que cuando lo solucionaron, tuvieron sexo.
Definitivamente no podía contar algo así, tendría que inventarse algo rápido.
—Fui yo el que se declaró.—En ese momento sus progenitores lo miraron con orgullo.
—¿Y cómo fue?—Le preguntó su madre.
El pelirrojo tuvo que decir algo rápido y se le ocurrió lo siguiente:
—Yo estaba sintiendo algo por Katsuki, tenía claro que me gustaba pero no estaba del todo seguro.—Así que un día, al salir de la biblioteca, le dije mis sentimientos. Pero también le dije que me dijera la respuesta días después porque no quería una contestación precipitada en ese momento.—Por suerte, aceptó y comenzamos una relación.
—Ajá, ¿y eso cuándo fue? ¿Antes de mudarnos o después?—Le preguntó su padre.
—Fue antes, por eso no quería irme.—Admitió.
Entonces sus padres comprendieron en ese momento por qué su hijo les insistía tanto en encontrar un lugar en el que quedarse en su ausencia.
—Ahora lo entiendo todo...De todos modos, ¿por qué no fuiste sincero y nos ocultaste el verdadero motivo?—Cuestionó su madre.
—Porque...Pensaba que os daría asco o que veriais mal nuestra relación.
—Eso nunca podría suceder hijo, nosotros jamás podríamos despreciarse y menos por un motivo así.
Kirishima se sorprendió por las palabras de su padre pero se sentía feliz de tener su aceptación.
—¡Gracias, papá!—Dijo para después levantarse a abrazarlo.
Y, a pesar de que el adulto no era muy aficionado a las muestras de cariño; correspondió al abrazo de su querido hijo.
—¡Eh! ¿Y yo qué? Dale un abrazo a tu madre también.
El pelirrojo no dudó en acercarse a ella y darle un abrazo para después volver a sentarse en el sofá junto a su novio.
—Ya que Eijirou nos ha contado su versión de la historia, ¿por qué no nos cuentas tu punto de vista, Bakugou?—Le preguntó su futura suegra.
Para el rubio cenizo era un poco incómodo hacerlo, ya que también tendría que ocultar detalles.
—Está bien, daré mi punto de vista.—Hizo una pausa y continuó hablando.—Eijirou llamó mi atención desde el primer momento en el que lo vi y estaba decidido a conquistarlo desde ese momento.
Kirishima se sonrojó al escuchar a Katsuki decir aquello pues era halagador para él que un chico tan guapo como su novio lo quiera para él.
—Aww...¡Qué tierno!—Exclamó la señora Kirishima.
El comentario de la mujer avergonzó bastante a Bakugou, además su su novio le estaba sonriéndole tiernamente. Su mirada reflejaba puro amor y sentía ganas de besarle.
"Maldita sea."
—Querida, estás avergonzando al muchacho.—Le advirtió su marido.
—Oh, ¿en serio?—Lo siento mucho, Bakugou. No era mi intención.
—No tiene importancia, igual mi vie- digo mi madre me avergüenza más.
Los padres de Kirishima notaron que Katsuki se había contenido de decirle vieja a su madre mas no dijeron nada y siguieron charlando con los novios.
—Bakugou, no quiero incomodarte pero...¿Tus padres saben de vuestra relación?
—Sí, ellos ya lo saben y se lo tomaron bien.
Su futura suegra se alegró de que los padres Katsuki también habían aceptado de buen grado la homosexualidad de éste, además del noviazgo con Eijirou.
—Es bueno saberlo, eso hará las cosas más fáciles para todos.—Entonces tomó el plato de pastas y se la ofreció a Bakugou.—¿No quieres pastas? Están muy ricas.
—No, gracias.—Lo dulce no me gusta.
—Oh, de acuerdo.—La próxima vez te ofreceré algo que no sea dulce.
En ese momento, el padre de Kirishima miró a Katsuki para iniciar una conversación con él.
—Sé que Eijirou y tú vais a institutos distintos así que, quería preguntarte; ¿qué tal te va en el tuyo?
—Bastante bien, todas la asignaturas son fáciles para mí.
—Desde luego eres muy inteligente.—Después miró a su hijo.—Hijo, no lo dejes escapar, ¡este chico tiene futuro!
—Ja, ja, ja. Lo sé, yo jamás le dejaré.—Miró a su novio con ternura y le dio un beso en la mejilla izquierda.
Aquel inocente beso, tuvo a Katsuki en una nube. Pues los besos del pelirrojo siempre lo atontaban ya que le hacían sentir muy bien.
—Hijo, ¿puedes besar otra vez a tu novio?—Le preguntó su madre.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Es porque me gusta lo tiernos que os veis y quiero inmortalizarlo.
—¡Mamá! ¡No haremos eso, es vergonzoso!
—Pero si le has besado con nosotros delante.
—Ya pero si nos hacemos una foto así, seguro que la irás enseñando por ahí y eso me da vergüenza.
—¡Prometo no hacerlo!
—No, sé que lo acabarás haciendo.
La de cabello azabache se rindió.
—Está bien...—Os haré una foto siendo cariñosos en cuanto estéis distraídos.—Susurró para no ser escuchada.
—¿Decías algo, mamá?
—No, nada, hijo.
Siguieron como si nada, en un ambiente tranquilo hasta que Katsuki preguntó lo siguiente:
—Eijirou me dijo que mis padres les quieren conocer, yo estuve hablando con ellos y el día que mejor les viene es pasado mañana; ¿tienen algún inconveniente en ir ese día?
El matrimonio se miró entre sí y luego al adolescente.
—Sí, estamos de acuerdo.
—Está bien; ellos quisieran por la noche, a eso de las nueve.
—Vale, diles que sí—Estaremos encantados de ir.—Afirmó el padre.
Entonces Bakugou les pidió un papel y un bolígrafo para poder apuntar la dirección de su casa, después se lo dio a los padres de Kirishima.
Poco después, los dos jóvenes anunciaron que tenían que irse y se despidieron de los padres de Eijirou. Hablaron una vez que estuvieron en la calle, con mayor tranquilidad.
—Ha estado bien, ¿no?
—Sí, ha sido bueno hablar con ellos.—Sólo espero que todo resulte bien cuando vengan a casa.
—¡Seguro que sí!—Nuestros padres, se llevarán genial; ya verás.—Dijo Eijirou para transmitirle positividad.
Bakugou no se explicaba el por qué de tanto positivismo mas lo dejó estar y no dijo nada, tan sólo esperaba que sus padres no se peleasen.
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Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!
¡Espero que os haya gustado!