10. Right

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Layla

No voy a volver a comer nada nunca jamás, ni siquiera puedo abrir los ojos, parece como si hubiera dormido durante días y aún así me siento agotada. Tampoco sé qué hora es, intentaré concentrarme para reunir toda mi energía y tratar de alcanzar mi teléfono con la mano.

Un momento...

¡Hamdan!

Estuvo aquí y eso no fue un sueño. Abro un ojo y no lo veo ni escucho nada. Quizás se fue. Que bueno. Eso es muy bueno. Dándome la vuelta, ahora con ambos ojos abiertos, lo veo sentado en la silla cerca de la ventana, viéndome e inmediatamente jalo las sábanas para esconder mi cara.

"¡Buenas tardes!" Me dice.

"¿Por qué sigues aquí?" Mi voz acallada por las sábanas.

"Necesitas de alguien que te cuide. ¿Cómo te sientes?"

"Genial, me siento genial." Le miento.

"¿Tienes ganas de comer algo?"

"¡No voy a volver a comer nunca!"

"Eso es lo que siempre dices, ¿recuerdas aquella vez que te comiste como la mitad de aquel gigantesco pastel de chocolate?"

¿Ahora se pone a recordar? ¡Argh! Es tan fastidioso. Bajo las sábanas y me siento en la cama.

"¿Sabes qué? Gracias por quedarte, pero ahora me siento mejor. Así que iré a darme un baño y tú puedes irte."

Me pongo de pie sin mirarlo ni esperar por una respuesta y dejo que el agua caliente corra por la regadera. Después de dejar toda mi ropa en el cesto de lavandería, me meto a la regadera y el agua empieza a aliviar mi cuerpo adolorido, todo me duele pero esto está ayudando. Salgo envuelta en una toalla y la curiosidad puede más que yo, así que me asomo a la habitación.

Se ha ido.

Que bueno.

Mientras me cepillo el cabello, miro la ropa y elijo un vestido veraniego corto con pequeñas flores rosadas, no es como que hoy vaya a salir a algún lado. Después de arreglarme observo alrededor en mi cuarto y lo único que encuentro es el jugo de manzana que Hamdan me trajo pero esta sed me está pidiendo agua. Bajo las escaleras tarareando una canción pero me detengo por completo a la mitad cuando lo veo sentado en el sillón de la sala, los brazos extendidos sobre el respaldo, sonriendo y viéndome a mi.

"Ordené algo de comida." Me anuncia. "Caldo de pollo para tí."

La quijada se me cae. "¿Qué haces aquí todavía?"

"Bueno pues, aún necesito hablar contigo."

Gruño y termino de bajar las escaleras, me dirijo directamente a sacar mi agua del refrigerador. Cuando me doy la vuelta, él está de pie al otro lado de la isla en la cocina.

"¡Okay, está bien!" Me rindo, abriendo la botella de agua. "¿Qué quieres?"

"Layla, lo siento. No solo por lo de ayer, si no por todo."

Le doy un trago al agua. "¿Todo?"

Asiente con la cabeza. "Cuando traté de disculparme contigo en casa de Maktoum me dijiste que era patético y estabas en lo correcto. Pero no puedo cambiar el pasado y esto es lo único que puedo hacer ahora."

"¿Qué tal si dejas de hacer cosas por las que tengas que disculparte después?" Le sugiero. "Porque sigo sin entender que ocurrió ayer."

"¡No lo sé! Yo-- este..." Hace una pausa por un momento y se sienta en uno de los taburetes. "Te extraño, extraño como solían ser las cosas antes y desde que regresaste todo se siente muy incómodo y me imagino que es porque no hemos hablado de ese verano de hace ochos años y lo que pasó después."

Coming Home (Versión Español)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum