16. Near

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Hamdan

Miro fijamente las carreras de caballos en la pantalla pero realmente no las estoy viendo, intento poner atención pero mi mente comienza a divagar una vez más. Acostado en medio de la cama, recuerdo la conversación que tuve con mi madre y la culpa comienza a apoderarse de mi cuerpo por completo. Ir en contra de los deseos de la familia no es algo que yo haga, nunca. Desde que salí de palacio he querido retractarme, desdecirme y simplemente llevar el matrimonio a cabo para que todo esto termine de una vez por todas. Tal vez, si todos los demás son felices, yo seré feliz. Tal vez, podría ser feliz con ella como me lo sugirió Layla.

El teléfono en la mesa de noche suena y ruedo para estirar el brazo y alcanzarlo.

"Si." Contesto secamente.

"Su alteza, la señorita Roberts está aquí para verlo." Anuncia Mohammed.

Me incorporo de un salto. "¿Qué?"

"Seguridad acaba de darle acceso."

"Yo abriré la puerta." Cuelgo y me apresuro hacia el vestidor para tomar una camiseta.

Tomo una que más o menos combina con los pantalones deportivos que llevo puestos, me paso la mano por el cabello y no me molesto en ponerme zapatos. Bajo las escaleras corriendo y casi que no puedo contener la emoción, pero no se lo dejaré saber a ella, porque sé muy bien lo que está haciendo aquí. Frente a la puerta, tomo un respiro profundo antes de abrir. La encuentro al otro lado, vistiendo jeans, una holgada blusa blanca y tenis blancos.

Casualmente, me apoyo en el marco de la puerta. "¿Qué es esto?" Le pregunto. "¿Control de daños?"

Se quita sus lentes de sol y hace una pequeña reverencia. "A su servicio."

Adoro su sentido del humor y lo hermosa que se ve vestida así. Tiene la capacidad de vestirse como una reina y después ponerse algo como, tan casual, como yo.

"¿Quién te envió?" Continúo con mi farsa distante.

Hace un clic con su lengua y suspira. "Básicamente, todo mundo. El emirato completo me enviaría si supieran lo que hiciste."

Me muevo hacia un lado. "Pasa."

Puedo oler su perfume cuando pasa a mi lado y se queda parada en medio del recibidor, mirando hacia arriba y hacia los lados.

"Es muy bonito." Admite.

Me paro junto a ella. "Bueno, es que tengo excelente gusto."

Me mira y aprieta los ojos.

"¿Quieres sentarte?" Le ofrezco, apuntando con mi brazo hacia la sala de estar principal.

Ella empieza a caminar y deja su bolso y lentes en el sillón antes de tomar asiento. Yo me siento en el lado opuesto del mismo sillón.

Mohammed aparece silenciosamente, inclinando la cabeza. "Su alteza, señorita Roberts, ¿se les ofrece algo de beber?"

Miro a Layla y ella niega con la cabeza.

"Estamos bien, Mohammed, gracias." Le contesto. "Y vamos a requerir algo de privacidad, por favor."

Me recargo cómodamente y espero a que ella me diga algo porque tengo el presentimiento de que esto va a ponerse interesante. Primero, me presiona para que haga lo que yo realmente quiero y ahora está aquí, en nombre de toda la familia para hacerme cambiar de opinión.

"¿Y cómo estás?" Comienza. "Pero de verdad, ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?"

Este, no era lo que esperaba. Me mira fijamente con preocupación real en los ojos. Ya debería estar acostumbrado; con Layla las cosas nunca son como las espero. Descruzo los brazos y me relajo un poco, porque de todas las personas ella es la única que me hace este tipo de preguntas.

Coming Home (Versión Español)Where stories live. Discover now