Coming Home (Versión Español)

17. Explosions

Layla

Una lágrima solitaria rueda desde mi ojo hasta la punta de mi nariz. Me la limpio con el dorso de la mano y me quedo boca abajo en la cama. No estoy segura de la hora y no me importa, me desperté antes del amanecer y no me he movido. Ayer, después de dejar a Hamdan, llamé a Reem y le dije que no iba a ir a trabajar hoy porque sabía que no iba a poder hacerme la valiente y lograrlo. Mañana, sin importar nada, me presentaré en la oficina.

Muchísimas veces he pensando en lo que él me dijo; el darnos una oportunidad. Pero sabiendo lo que él quiere, sería como traicionarme a mí misma y a mis propios deseos y necesidades. Supongo que él podría romper su compromiso pero, ¿no tener una esposa e hijos? Eso nunca sucederá. Y yo simplemente no entiendo por qué tendría que firmar un contrato para comprometerme a pasar el resto de mi vida con alguien más. Eso no suena nada romántico para mi. Por supuesto que si le agregas algunas flores y un vestido blanco definitivamente aquello se verá como un cuento de hadas. ¿Y por el resto de mi vida? Es tan definitivo. ¿Qué pasa si cambio de opinión?

No. No puedo hacerlo.

Pero entonces mi mente regresa a ese beso y cierro los ojos para revivirlo. Fue tan urgente, tan profundo y electrificante. Nunca nadie me había besado así, fue tan intenso que tuve que irme lo más pronto posible porque de otra forma seguiría allá con él.

Un suave llamado a la puerta me trae de vuelta a esta sombría mañana.

"Layla..." La voz de Krisha dice mi nombre.

"Si." Le respondo monótonamente.

"Noté que tu auto estaba en el garaje y tu amiga Reem está aquí preguntando por ti." Me explica.

Cierro los ojos y exhalo. Entiendo que la intención es buena, pero siempre prefiero guardarme la mayoría de las cosas, especialmente cuando no me siento bien, y casi nadie lo comprende.

"Dile a Reem que--"

"¡No te atrevas a negarte!" Interfiere Reem desde el otro lado de la puerta.

"Perdón, Layla." Se disculpa Krisha. "Ella fue muy... insistente."

Dándome por vencida, me siento en la cama. "Pasen."

La puerta se abre y ambas entran de un salto a mi habitación, como peleándose por ver cuál de las dos pasa primero.

"Ey..." Reem inspecciona mi miserable ser. "¿Qué sucede?"

"¿Estás enferma?" Me pregunta Krisha.

Niego con la cabeza. "No, simplemente no estoy de humor para nada."

"¿Ni para trabajar?" Cuestiona Reem con mirada incrédula.

"Si, no lo sé, es solo que--" Mis ojos viajan hacia la bolsa morada y verde que sostiene Reem. "Espera, ¿qué tienes ahí?"

Reem la levanta y sonríe. "Supuse que tal vez podríamos desayunar juntas y compré waffles y croissants de Pascal Tepper."

Pascal Tepper, también conocido como mi chef francés favorito en los Emiratos. La boca se me hace agua y de pronto mi estómago comienza a protestar debido a la falta de alimento.

"Podría hacerles algo de café." Ofrece Krisha.

Ahora me siento agradecida de que las dos están aquí.

"Eso sería increíble." Le sonrío.

Se van para esperarme abajo y yo corro al baño para lavarme los dientes y cepillarme el cabello. Lo recojo todo en una coleta alta y me pongo una bata cómoda para unirmeles. Quizás sea mejor que disfrute de la comida porque quedarme en la cama todo el día no va a cambiar nada.