28. Go

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Layla

He estado viviendo en un aturdimiento estos días pasado. De hecho, no creo siquiera haber estado viviendo. Conforme el tiempo pasaba, el vacío en mi estómago nunca dejaba de crecer y anoche no pude dormir para nada mientras mi mente imaginaba todo lo que podría salir mal hoy. En Al Qaffay, me sentía esperanzada e incluso hasta optimista, pero ahora el sentimiento abrumador de que algo realmente malo está por suceder, ni siquiera me permite escuchar lo que Hamdan está diciendo. Creo que ambos nos hemos estado sintiendo de la misma manera pero lo escondemos el uno del otro. Ahora que lo veo, es obvio que nos encontramos en la misma página. Su ceño fruncido se profundiza con cada minuto que pasa, su mandíbula se tensa mientras apenas si abre los labios para dejar que las palabras salgan, y sus ojos me hablan de mil preocupaciones de las que nunca va a contarme.

"Layla." Dice con una voz que parece venir de muy lejos aunque esté parado justo frente a mi. "Layla," repite con mucha más claridad. "¿Estás escuchándome?"

"Si." Le miento asintiendo con la cabeza.

Él suspira, mira alrededor del vacío vestíbulo del palacio y da un paso hacia mí para tomarme de la mano. "Vamos a estar bien, ¿okay?" Me reafirma.

Aprieto su mano y asiento de nuevo porque el nudo en mi garganta no me permite hablar. Hamdan besa mi frente y lidera el camino hacia el majli, sin soltarme de la mano. Repentinamente, empiezo a dudar de todo, desde mis sentimientos hacia él hasta la ropa que llevo puesta, como si eso fuera algo significativo que pudiera marcar una diferencia. Por supuesto que lo amo, por supuesto que quiero estar con él y no hay de malo con mi vestido, pero es como si me estuvieran arrastrando hacia la orilla de un acantilado del que se supone que salte y ahora intento buscar cualquier excusa tonta para no hacerlo.

Nos detenemos frente a las puertas dobles y el toca suavemente, la voz de ella nos dice que pasemos y Hamdan gira la manija para dejarme entrar primero. Soy recibida por la expresión de sorpresa en su cara.

"Pensé que solo vendrías tú, Hamdan." Dice ella.

Hamdan cierra la puerta tras de sí. "Los dos necesitamos hablar contigo."

Beso a mamá en la mejilla y me siento en el sillón frente a ella en el pequeño majli. Bueno, pequeño para los estándares del palacio. Hamdan hace lo mismo y toma asiento junto a mi.

"¿Café para alguno?" Nos sugiere.

Los dos rechazamos su oferta y ella deja ir a la persona de servicio, quien deja la habitación por la puerta de atrás.

Ella se frota las manos y nos mira emocionada. "Así que, ¿de qué se trata esto? ¿Hay buenas noticias? Quizás Layla logró que entendieras, Hamdan."

Esto va a ser peor de lo que esperaba.

"No." Contesta Hamdan secamente y la cara de mamá cae inmediatamente.

Él será quien hable, al menos al principio. Eso sí lo logré registrar del mensaje de texto que me envió antes de que nos viéramos aquí.

Él aclara su garganta. "Hay algo que tienes que saber. Layla y yo... estamos enamorados."

Ella frunce el ceño y niega con la cabeza levemente pero de forma repetida. "¿Disculpa?"

Hamdan se gira para verme y toma mi mano de nuevo. "Estamos enamorados. Lo hemos estado desde hace mucho tiempo y queremos casarnos."

El rostro se le suaviza al caer en cuenta y su mirada baja hacia nuestras manos juntas. Veo sus hombros y pecho elevarse con una profunda inhalación y de sus labios murmura algo que no logro escuchar.

Coming Home (Versión Español)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt