Coming Home (Versión Español)

55. Sorry

Hamdan

"¿Hablaste con ella? ¿Qué quieres decir con que hablaste con ella?" Grita Layla mientras el viento le vuela el cabello lejos de la cara en la playa privada frente a nuestra villa.

"Oye, pensé que el trato era que íbamos a ser honestos el uno con el otro sin enojarnos," le recuerdo.

Ella gruñe, se da la vuelta y da un par de pasos en la blanca arena y después regresa. "¡Es Nafisah de quien estamos hablando! ¡Después de todo lo que te dije!"

"¿Qué se suponía que hiciera?" Encojo los hombros.

"¡Irte!" Me contesta con los ojos bien abiertos. "¡Levantarte e irte!"

Exhalo y me llevo las manos a los bolsillos de mis shorts. "Hay más."

La cara se le cae. "¿Más?"

Le cuento todo. Le digo que Nafisah me siguió, la conversación que ocurrió, que consiguió mi número de teléfono e incluso me envió mensajes.

Layla se cubre el rostro con ambas manos. "Esto es increíble," dice con la voz apagada.

"Al menos su número está bloqueado ahora, no como el número de Farouk en tu teléfono," tenía que decirlo. ¡Tenía qué! Me ha estado molestando desde que ella terminó de decirme su parte de la historia.

Sus manos bajan a las caderas. "No tuve que hacerlo, ¿sabes? Él lo entiende, es respetuoso."

Ay, por favor, ¡cuéntame más acerca de todas las cosas fabulosas que es él!

La conversación ya está agitada y es por mi matrimonio que no diré lo que estoy pensando. Bueno, solo una parte.

"No puedo creer que hayas recurrido a él en lugar de mí cuando recibiste esas fotos," acuso con mi dedo índice apuntándole. "¿Sabes lo peligroso que pudo haber resultado todo eso? ¡Voy a buscar a esas personas y vamos a recuperar esas fotografías! ¡La— la computadora o el disco duro o lo que sea donde estén almacenadas! No voy a descansar hasta que las consigamos."

"¡Está arreglado, Hamdan!"

Levanto los brazos y vuelvo a dejarlos caer. "¡No seas ingenua, Layla! ¡Van a volver! ¡Tarde o temprano!"

Ella suspira, cruza los brazos y mira fijamente al océano por un rato. "¿Cómo se sintió?" Finalmente me pregunta.

"¿Qué cosa?"

"Cuando hablaste con ella, cuando te dijo esas cosas, cuando recibiste sus mensajes," ella elabora con la voz apunto de quebrarse. "Porque cuando hablé con Farouk fue— fue agradable, ¿sabes? Se sintió bien y odio haber tenido esa clase de sentimiento de otra persona que no fueras tú."

Tengo que recordarme a mí mismo que ella solo está intentando ser honesta porque me enferma el pensar que cualquier otro hombre pudo hacerla sentir lo que yo no pude.

Miro hacia abajo a mis pies y levanto las manos de nuevo. "Debiste haber recurrido a mí pero entiendo por qué no lo hiciste. Jamás debí haber entablado ningún tipo de conversación con Nafisah pero lo hice y lo siento mucho."

Ella se limpia una lágrima de la mejilla. "Yo también lo siento."

Mis pies se hunden en la arena cuando doy dos pasos hacia el frente. "Tienes razón, es agradable tener a alguien que muestre interés pero definitivamente no vale la pena tomar el riesgo de perder todo lo demás," trago el nudo en mi garganta. "Layla, luchamos tanto por esto. Estábamos listos para dejarlo todo solo para poder estar juntos."

Un sollozo se le escapa. "Lo sé... pero supongo que aquella no fue la más grande de nuestras batallas."

"Definitivamente, pero ahora tenemos a nuestro hermoso hijo esperándonos en casa," recalco.