15. Drama

1.7K 95 3
                                    

Layla

Saco una enorme bola de helado de menta con chocolate y le paso un tazón a Farouk.

"Es decir, no es que quiera estar sola por el resto de mi vida." Le aclaro para continuar con nuestra conversación. "Pero una vez que te acostumbras a estar por tu cuenta, supongo que se pone más difícil estar con otra persona."

"¡Exacto!" Concuerda él. "Es como esto," apunta alrededor de mi casa con un movimiento circular. "Tienes tu propio hogar, así como yo y no tienes que preguntarle a nadie más su opinión, no tienes que ponerte de acuerdo para nada con alguien más, no hay transigencias."

Tomo mi propio bowl de helado y me siento en el taburete junto a él. Farouk tenía ganas de salir pero yo no tuve la energía para eso, así que lo invité a que viniera y ordenamos algo de deliciosa comida chatarra. El postre ya nos estaba esperando en el congelador.

"Y no es que quiera sonar egoísta," continúa. "Pero es muy bueno tener tu propio espacio, ¿cierto?"

Asiento con la cabeza ya que mi boca está llena de helado. "Es lo mejor. Podemos ir y venir como queramos. ¿Pero sabes qué? A veces pienso en mi niñez, antes de que mis padres fallecieran y aquello era hermoso; la pequeña familia."

Él sonríe. "Si, eso me pasa también. Mis padres tuvieron un buen matrimonio pero ahora parece ser algo tan escaso."

"Extremadamente escaso." Añado. "Supongo que todo se trata de encontrar a la persona indicada."

Su cuchara se entierra profundo en el helado. "Alguien que quiera construir el mismo tipo de relación que tú quieres, pero con una buena dosis de libertad."

"¡Sí! ¡Porque eso me asusta muchísimo! Me gusto mucho, ¿sabes?" Me río ante mi modestia. "No quiero perderme a mí misma en una relación."

Felizmente regreso mi atención al helado pero siento su mirada fija

"Layla."

Giro la cabeza para verlo.

"A mí también me gustas mucho." Me dice.

Repentinamente me doy cuenta de lo cerca que estamos y el hecho de que se vea tan bien en pantalones deportivos no le ayuda a mi ansiedad. Gira su taburete en mi dirección y hace girar el mío para que quedemos cara a cara.

Se muerde el labio inferior antes de hablar. "Creo que la última vez mi error fue no preguntar primero, así que te preguntaré ahora."

Me acomodo el cabello y aclaro mi garganta. "Okay."

"¿Puedo besarte? Porque me muero por hacerlo."

Mi estómago da un vuelco y aprieto los labios.

"Prometo no quitarte tu libertad." Agrega.

Dejo salir una risita y asiento con la cabeza. "Puedes besarme."

Su cara se torna seria y desliza su cuerpo al filo de su asiento. Lentamente, se inclina hacia el frente, su pulgar acaricia mi mejilla y sus labios aterrizan suavemente en los míos. En el instante en que cierro los ojos, la imagen de Hamdan en el desierto aparece en mi mente.

Farouk rompe el beso pero se queda muy cerca de mi cara. Me pregunto si sintió que algo no estaba bien, pero creo que sólo está siendo cortés, tratando de asegurarse de que estoy bien. Esta vez soy yo quien dá el primer paso y no voy a pensar en Hamdan. El beso se vuelve más intenso, él está haciendo todo perfecto y justo cuando separo mis labios mi teléfono comienza a timbrar.

Manoteo por la encimera tratando de encontrarlo. "Cállate, cállate, cállate." Murmuro.

Farouk se echa hacia atrás y yo por fin tomo el teléfono, el nombre de Maryam está en la pantalla.

Coming Home (Versión Español)Where stories live. Discover now