Coming Home (Versión Español)

53. Heart

Hamdan

"¿Vas a seguir sin hablarme?" Le pregunto a Maryam.

Ella me lanza una mirada condescendiente acompañada de unos labios apretados mientras sostiene la puerta de su habitación media abierta.

Parado en el pasillo, exhalo y miro a ambos lados. "Vamos," le suplico. "Solo quiero saber lo que ella está pensando."

"Pregúntaselo," me contesta mi hermana secamente.

"¡Tampoco me habla! Lo único que recibo de ella son fotos de Saeed cada vez que pregunto por él."

Maryam encoge los hombros y mi frustración se incrementa. He pasado de ser el héroe al villano de la familia. De mis hermanas he estado recibiendo el mismo tratamiento que Layla me ha estado dando, especialmente Maryam ya que ella había organizado la fiesta de cumpleaños de Layla que evidentemente se arruinó. Mamá piensa que me equivoqué y mis hermanos son los únicos que realmente me dirigen la palabra, aunque ellos también piensan que todo fue mi culpa. Y no estoy diciendo que no lo sea pero tengo suficiente con que mi esposa no me hable.

"¿Quieres un consejo?" Me ofrece Maryam. "Ve a casa."

"¡Lo voy a hacer! ¡Me voy en un par de horas! Simplemente quería entender dónde me encuentro parado antes de llegar."

Mi hermana menor cruza los brazos y ahora su cadera es la que mantiene la puerta abierta. "No soy experta en matrimonios, ¿sabes? Pero creo que si tu esposa deja el país en el que ambos se encuentran en un momento dado, después de haber tenido una gran pelea porque arruinaste su cumpleaños, entonces quizás, ¡quizás! Deberías ir tras de ella inmediatamente, ¡y no esperar dos semanas."

"¡Tenía un par de cosas que no podía posponer ni cancelar! ¡Pero ahora voy para allá!" Me defiendo. "Además, deberías haberla visto cuando me echó de nuestra suite, no me quería cerca de ella, pensé que tal vez necesitaría algo de espacio."

"No tienes la más mínima idea, ¿cierto?" Me cuestiona.

"¿Cómo podría tenerla? ¡Nadie me dice nada!"

"Vete. A. Casa," me repite y cierra la puerta en mi cara.

Es de no creerse lo asustado que me siento de verla de nuevo, especialmente después de que ella era mi lugar seguro. He estado intentando prepararme para esto pera nadie me está ofreciendo ninguna ayuda. Quizás sea el miedo a perderla, es decir, creo que podremos superar esto y que todo va a estar bien otra vez pero ella tendría que pensar de la misma manera.

El vuelo a Dubái transcurre sorprendentemente rápido y el corazón late fuerte en mi pecho durante el camino desde el aeropuerto. Somos solo yo y el chofer y la noche ha caído sobre mi ciudad. Intento imaginar todos los escenarios posibles en mi cabeza pero no tengo la más mínima idea de qué esperar. Solo quiero abrazar a mi hijo y no dejarlo ir jamás.

El auto se detiene frente a la casa y me bajo para saludar a Mohammed, quien está de pie junto a la puerta principal esperándome.

"Bienvenido de vuelta, su alteza," me dice inclinando la cabeza.

Estrecho su mano y le doy una palmada en la espalda. "Gracias, Mohammed," entro en nuestro silencioso hogar e inhalo profundamente mientras Mohammed cierra la puerta detrás de ambos. "¿Dónde está Layla?"

"Eh... Yo— No lo sé, señor."

Me doy la vuelta. "¿Acaso salió o algo así?"

"No, señor," él frunce el entrecejo y niega con la cabeza. "No la he visto desde que ambos se fueron juntos al Reino Unido."