19. Cautious

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Hamdan

Mi dedos viajan de arriba abajo en su brazo recargado sobre mi pecho. Su respiración es suave y uniforme, creo que está dormida. Una parte de mí quiere dormir también, pasar la noche aquí con nuestros cuerpos entrelazados hasta que amanezca. Pero otra parte de mi no quiere perderse de nada, quiero seguir acariciando su suave piel y oliendo su cabello.

Hacerle el amor fue la culminación de una historia de amor que se ha estado escribiendo desde antes de que naciéramos. Ahora más que nunca, tengo certeza absoluta que estábamos destinados a estar juntos, y el cómo y cuándo ni siquiera me preocupa porque va a ocurrir lo queramos o no. Es como lo que le dije el otro día en el desierto, esto es mucho más grande que yo, mucho más grande que ambos.

Ella se retuerce y me mira, el corazón se me ensancha cuando sonríe.

"Deberíamos regresar." Me sugiere en un susurro.

Niego con la cabeza. "Salgamos de aquí."

Ella frunce el ceño y se levanta apoyándose en una mano. "¿Qué quieres decir?"

"Podría tener un helicóptero aquí en 20 minutos." Le quito el cabello de la cara con mis dedos. "Vayamos a mi casa o a la tuya o a donde quieras, a cualquier parte del mundo, vámonos ahora."

Su sonrisa se expande y me da un pequeño beso en los labios. "No podemos hacer eso."

Me siento y la dirijo a que se acueste en la cama para que yo pueda estar arriba. "Podemos hacer lo que se nos dé la gana, no puedo regresar con ellos y pretender que esto no pasó."

"Pienso que podría ser excitante." Se muerde el labio inferior.

Río y le beso el cuello, su brazos rodean mis hombros y mis labios suben a su boca. Nuestro beso se siente como algo que hemos hecho un millón de veces antes, nada parece extraño o incómodo, nunca lo fue.

"Yo me voy primero." Me dice, sin darme una oportunidad de convencerla.

Layla deja la cama para buscar su ropa y yo tomo la oportunidad para detenerme y observar las curvas de su cuerpo desnudo mientras se dirige hacia la sala de estar. Es una obra de arte y ni siquiera un poema hermosamente escrito podría hacerle justicia.

Estoy a medio vestir cuando ella regresa a la habitación con toda su ropa puesta. Me da un beso de despedida y se da la vuelta para irse, pero se detiene en el marco de la puerta y gira la cabeza.

"¿Hamdan?"

"Si." Le contesto.

La luna le ilumina la cara y puedo ver sus ojos brillando en la oscuridad. "Yo también te amo."

Ella continúa como si lo que acabara de decir no fuera nada pero por dentro siento que mi corazón va a explotar. Intento aferrarme al sentimiento tanto como es posible y termino de ponerme la ropa. Espero otros cinco minutos antes de dejar el bungalow y mientras camino por la playa, exhalo y aclaro la garganta, haciendo mi mejor intento por borrarme la sonrisa tonta de la cara. Además, hay un tema serio que necesito tratar antes de irme a la cama. Saco mi teléfono pero la señal aquí es terrible. Una vez cerca de la casa, puedo conectar mi teléfono al wifi y enviarle un mensaje a Maktoum.

Hamdan
¿Estás dormido?

Entro a la sala de estar y no veo a nadie cerca, todo está en silencio hasta que mi teléfono vibra con un mensaje.

Maktoum
No, estoy viendo la tele en mi cuarto.

Hamdan
¿Podemos hablar?

Coming Home (Versión Español)Where stories live. Discover now