lo siento, Es Imposible ✔ #1

Capitulo 25

Siento los toques en mi pierna y alguien intentando quitarme la cobija, pero en este momento estoy imposible de despertar.

—Joder Eliza despierta— escucho exclamar a una distancia muy lejana y me giro ignorando por completo lo dicho volviendo a quedarme dormida.

Agarro mi cobija y me enrollo en ella suspirando el rico olor a lavanda que desprende de ella. Abro apenas los ojos y veo a tefi cruzada de brazos y con una cara de "No estoy de humor". Vuelvo a cerrar los ojos y ella se lanza encima de mi haciéndome quejar—. Lo siento Eliza pero a mi no me han dejado tu dormir y tu tampoco lo harás— empieza a tararear una canción y empezar a brincar sobre mi cuerpo.

Con un humor de mil demonios la empujo y me levantó, para ir al baño. Cuando entro me siento en el inodoro y vacío mi vejiga, lavo mis dientes y entro a la lucha. Mi cuerpo se empieza a refrescar y cobrar vidar cuando salgo de la ducha. Tefi aún está en mi habitación acostada en mi cama mientras revisa su teléfono y mueve el pies al ritmo de la música que se escucha a poco volumen en la casa.

¡Joder! cierto que tenemos que ayudar con los organizacion del jardín donde se realizará la ceremonia. Me pongo unos jeans negros y un jersey del mismo color, unas zapatillas color café y recogí mi cabello en una cebolla.

Miro a tefi quien ya está de pie, mirándose en el espejo y tomándose fotos, algo muy común en ella, sonrío y cuando intenta tomarme una le saco el dedo medio y tapó mi cara.

—¡Oye! ¡Eso no se hace!—me encogo de hombros y sonrió— esta va para pinterets.

—A ver tomemos unas aqui— me pongo a su lado en el espejo y no tarda mucho en sonar el clip de la cámara tomando la foto. La mira y sonrió— fue suficiente por hoy— sonrio y abro la puerta de mi habitación para salir.

Cuando llegamos a bajo todos están esperándonos para desayunar.

—Buenos dias— saludo y me siento entre Matthew e Ignacio, tefi se sienta al lado de Ignacio.

—Y eso que somos chicos son los que siempre se portan mal en las despedidas de solteras— habla papá con una sonrisa.

—Los hombre son tan caóticos como las mujeres— contraatacó— de forma diferente, pero lo son. Además Isa merecía una buena despedida y todas sé han divertido, mamá, mi nana— suspiro recordando su cara de horror cuando el striper le bailó—. Hasta Beatriz— miró a la mencionada que tiene un pedazo de hielo envuelto en una toalla y puesto en su cara. Ella rueda los ojos y río.

—Eliza es un zorra— habla Beatriz en un susurro audible.

—¡Beatriz!— exclama mamá.

-Y de las mejores Beatriz, de las mejores- digo y miro a Matthew a mi lado, y con mi mano empiezo a subirla desde su rodilla hasta rozar su masculinidad. Sonrio y me muerdo el labio.

—Eliza— me regaña mamá.

—Por lo menos no me acuesto con hombres comprometidos y me enamoro ellos— me burlo.

—Comamos— pide papá y asiento.

Depues del desayuno nos dedicamos a terminar los preparativos para la boda, terminamos los aperitivos, papá insistió en grabar cada decoración de la boda para recordar siempre la segunda boda de su hijo, Matthew, Ignacio, Clar y Sebastián nos ayudaron en algunas cosas y no descansamos hasta este momento.

Mamá termina de hacer el peinado de Isabel y cuando ella está lista mamá y Sandra han empezado a llorar junto a la hermana de ella. Su único familiar. Me siento muy feliz por ella, más nunca volverá a estar sola.

La historia de isabel es muy triste, cuando tenía cuatro años su papá las abandonó a ella, su hermana y su madre, dejándolas sin nada y solas. Su madre le toco luchar y sacar a sus hijas adelante sola y cuando Isabel tenía dieciséis su madre enfermó de leucemia y por no tener lo necesario, ni los recuerdos no pudieron hacerle las quimeos ni resivir el tratamiento necesario, murió a los meses dejando sola a Isabel de dieciséis años y su hermana de catorce años.