2. Archivero

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—Gracias— le canceló al taxista y salgo corriendo.

Mierda, ¿cómo hacen esas mujeres que corren en tacones tan fácilmente?

Práctica.

Si, eso es algo que yo no tengo.

¡Esto es horrible!

Había demasiado tráfico casi no llegó. Había carros, motos, que iban de aquí para allá hasta crear un tráfico horrible.

Me detengo delante de la entrada de la compañía, suspiró antes de entrar. Veo todo a mi alrededor en busca del ascensor y lo visualizó en frente de mi. Estúpidos nervios. Estoy nerviosa, no sé los niego, no tanto por el trabajo. Es por eso que hoy veré a mi hermana y a mi pequeña sobrina que no veo desde hace cinco años. Y eso me tiene jodida.

Las puertas del ascensor se abren y entro sin fijarme cuantas personas hay. Miro mi reloj y relajó los hombros cuando se que no llego tarde, me faltan cinco minutos, en general son las siete y veinticinco. 

Marco mi piso y me doy la oportunidad de revisar mi celular.      

Escucho susurros y risitas, observó a mí alrededor, veo a cuatro mujeres susurrando. Me ven y se callan, les volteó los ojos y sigo con mi vista en el teléfono. Solo se escuchan susurros de aquellas mujeres.

No es que sea chismosa pero escuche que viene uno de los socios mayoritarios. Y las mujeres tienen las bragas mojadas.

No les presto atención. El ascensor hace varias estaciones hasta dejar sólo tres mujeres y dos hombres. Mi piso es el último, el piso de los directivos. Dichosa ¿no?

Clar es una de los socios mayoritarios y el presidente de la compañía. Verán la familia de Clar fue la fundadora de esta empresa, algo así. Clar Allamand. Familia francesa, bueno yo solo conozco  a Clar, mi cuñado-hermano. Aún recuerdo cuando lo conocí por primera vez...

El elevador se detiene y salgo buscando a Clar que lo divisó caminando a mi hacia mi con una sonrisa, choco mi puño con el suyo y él hace un sonido raro con la boca, ruedo los ojos.

—¿Dónde está mi lugar de trabajo?— mire la hora en mi teléfono. 

Puntual.

—Buenos días cuñado hermoso ¿Como estas? Yo estoy bien cuñada ¿Y tu?— bromea Clar y jalo su cabello haciendo que se queje

—Si, si buenos días, estoy bien, me quiero ir a mi lugar de trabajo qué ¿por cierto dónde es? — pregunto haciéndolo reír.

—No cambias— niega con la cabeza— esperame un momento— yo solo asiento mientras lo veo dirigirse al grupo de cinco personas que están hablando en una esquina del lugar.

Empiezo a mirar todo a mi alrededor, todo es muy hermoso en las paredes están hechas de vidrios que permiten ver toda la ciudad (por así decirlo) desde aquí arriba es hermoso... las pardes que no son de vidrio están pintadas de colores neutros, tienen unos retratos blanco y negro, todo elegante.

—Vamos—me dice Clar llegando otra vez a mi asiento y empezamos a caminar.

Cuando pasamos por donde esta el grupo de personas con las estaba hablando mi cuñado muevo mis caderas provocativamente mostrándome como una mujer decidida y segura que sabe muy bien lo que quiere.

Mi padre estaría muy orgulloso de mi.

Cuando llegamos al final del pasillo ingresamos a una habitación con varias puertas, Clar me muestra mi escritorio que está al lado de la oficina de Beatriz al frente esta otra y al lado de la de enfrente está la de el. 

lo siento, Es Imposible ✔ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora