4. Catana

6K 352 74
                                    


Los días fueron pasando de una manera muy rápida, cargados de trabajó, la misma rutina todo los días, del trabajo al departamento, del departamento a la casa de sandra. 

Dos semanas exactamente han pasado desde entonces, llevo dos semanas trabajando en la "Arquitectura Allamand". Estas semanas han sido algo como decirlo... Las semanas más incómodas de mi vida. Una de las semanas más rápidas de mi vida.

Desde hace unos días Matthew ha empezado a dejar la puerta de su oficina abierta y sólo me observa, me hace trabajar delante de él y a veces suele traer comida para ambos. Es súper incómodo estar todo él día bajó su atenta mirada, observa cada movimiento qué hago, es cómo si buscará algo. 

Pero sea lo que sea que busca no está en mí. Y me dirán hipócrita... pero a pesar de que es incomodo algo dentro de mí, me alegra de tener su atención. 

Jamás en mí vida me ha gustado ser el centro de atención, es algo que a la mayoría de las chicas les encanta, les encanta que las deseen, que las miren; pero no es lo mio. Y estas dos semanas he sido el centro de atención.

Estás últimas dos semanas he compartido mucho con Sandra y Cloe, han sido los mejores días de mí vida en mucho tiempo, y a pesar de que Beatriz me ha rebozado de trabajo y no he tenido mucho tiempo hemos convivido más.

Suspiró mientras recibo por última vez un contrató qué tengo qué entregar... aproximadamente en menos de veinte minutos. Un carraspeo me interrumpe de mí lectura obligándome a levantar la vista.

Levantó la mirada y no puedo creer lo qué veo. Un chico de cabello castaño, ojos grises, un cuerpo perfectamente ejercitado, y casi idéntico a mí, está en frente de mí con una tierna sonrisa que hace que mí pecho se apretó. 

Sebastián, mí hermano gemelo está aquí, y yo no tengo palabras, me he quedado muda, es cómo si mí voz se la hubiese llevado el viento, mis piernas no quieren caminar, no puedo ponerme de pies, es cómo si hubiese perdido el control de mí cuerpo. 

Él se da cuenta de mi estado, rodea él escritorio, me levanta de la silla y me abraza, descansa su barbilla en mí cabeza. Mi mente trató de procesarlo todo, es él, Sebastián, mi gemelo, es imposible, joder como se enteró que estoy aquí,y una cosa pasa por mi mente. Ellos también pueden estar aquí. Ignoro ese hecho.

Tardó en responder, pero cuándo lo hago me siento protegida en los brazos de mí hermano, aquél que me dobla él tamaño, que es fuerte y siempre me ha protegido, y pensar en éso también me hace sentir mal. El que siempre nos cuidó a pesar de no ser el mayor; siempre nos protegió y se qué también se siente culpable por no poder hacerlo  aquella vez. 

—Te extrañaba morenaza—susurra con la voz entrecortada.

—Y yo a ti, guapetón —digo con una hilo de voz y siento ganas de llorar, pero no puedo hacerlo, me he negado a derramar una lágrima desde aquel siete de octubre, el peor de mi vida, dónde lo perdí, y no sólo a él, si ni todo de mí. Me repito una y mil veces《 No llores, no llores, llorar es de débiles 》. Son mis palabras desde esa noche— ¿como supiste que regrese? —digo rompiendo él abrazó, porqué sí seguía de verdad comenzaría a llorar y eso es lo qué menos quiero.

—Cloe —dice y río—me enseñó fotos de ti y ella... y sabes me sentí muy mal, cómo es posible que no le hayas avisado a tu hermano favorito— hace puchero, agarra mis mejillas y las pellizca. Golpeo su mano

lo siento, Es Imposible ✔ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora