lo siento, Es Imposible ✔ #1

Capitulo 16

Las calles de Cancún están muy pobladas a estas horas, luces, vendedores y por todos lado se escuchan músicas muy alegres, por todos lados se ven parejas, agarras de la mano y sonrientes... me siento contenta, y si esto es un sueño no quiero despertar.

Hace mucho tiempo no me sentía tan contenta, con ganas de vivir la vida y ser feliz nuevamente. Matthew se a dedicado a seguirme en todo lo que hago, ríe conmigo, parecemos mejores amigos disfrutando de unas vacaciones. Jamás había venido a Cancún y aun que fue mi sueño lo había perdido hace mucho tiempo atrás.

Hemos caminamos como tres cuadras desde que salimos el hotel, buscando un buen restaurante, según Matthew. Algo que me estaba volviendo loca.

Matthew a insistido en comer en un restaurante elegante, pero al final lo e convencido de hacerlo al aire libre, en la playa, una comida humilde y deliciosa, al principio puso muchos peros y que podíamos enfermar, que comer en las calles traía muchas infecciones estomacales.

Ignore por completo sus palabras y segui caminando hasta conseguir un puesto de "tacos". Una comida típica mexicana y dicen que son muy deliciosos. Cuando estamos cerca Matthew me halo de la mano y me obligó a ir con el pero se detuvo cuando me abrace de un poster de electricidad.

—Eliza ya deja los juegos y vamos a comer— reclama cruzándose de brazos.

Lo miro y sigo abrazada del poste, mientras niego con la cabeza.

—¡Quiero tacos!— chillo haciendo un puchero.

El me mira y esconde una sonrisa tras esos labios que me vuelven loca y me hipnotizan cuando me besa.

—¡Por dio mujer! Pareces una niña de cinco años— río, ya se está empezando a enfadar. ¡Oh, oh! Pero aún así no me suelto y cuando se da cuenta de que no lo pienso hacer, no le queda de otra que acceder— Bien comamos tacos, pero luego comerás otra cosa pequeña— asiento y me suelto del poste con una sonrisa de oreja a oreja para seguirlo.

—Me encanta, amo— cuando el escucha aquellas palabras se detiene y aprovecho para ponerme de puntita y besar sus labios.

—Eliza para— suspira exageradamente y yo río.

—Vale, ¡ahora comamos tacos!— sonrío y camino hasta el puesto de tacos— Buens noches— la señora me mira y sonríe amablemente.

—Buenas noches jóvenes—saluda— ¿en que puedo ayudarlos?.

—¿De que tiene tacos?— pregunto y miro a Mi hermoso francés acosador.

Empieza a decir de que tiene pero yo solo miro a Matthew quien sonríe ampliamente cuando se agacha a amarrar sus cordones y termina metiendo la mano por mis bragas. Me muevo intentando que las saque pero solo logro darle más entrada a mi intimidad. Sonríe, ruedo lo ojos.

—Me da, dos de res— asiente y empieza a servirlos, mientras yo agarro la mano de Matthew y la saco haciendo que el se levante— estas jodido— mascullo entre dientes.

—Estas muy caliente — dice el descarado. ¡Pero es que será.... un gillipollas! ¡Un pendejo!

—¡Calla Matthew!— exclamó en un susurro y el lanza una de esas risas ronca que me encantan.

La señora nos da los tacos y empezamos a comer (por lo menos yo) Matthew ve con desconfianza el taco, como si algo no le gustará. Me da mucha risa su cara, sus cejas están fruncidas hacia dentro y sus labios están en una línea, su mirada parece analizar el taco, lo mira, lo mira y lo mira sin despegar su vista y no aguanto más para reírme.

Agarro un pedazo con mi boca y dejando un pedazo fuera de mi boca hago un señal de que se agache y eso hace. Lo tomo por sorpresa cuándo meto el taco en su boca y pego mis labios con los suyos sin vergüenza y olvidando que hay más gente a nuestro alrededor.