Capitulo 19

3K 197 9
                                    

Mis pies arden y queman, el sol se ha puesto más caliente y el calor me está matando. Estoy cansada, tengo hambre, sed y un dolor en los pies insoportable, siento que pronto llegaremos al pueblo, el camino parece volverse más largo. Al parecer no quiere dejarnos llegar y seguir torturandonos.

Todo mi cuerpo está mojado, como si me hubiese echado un balde de agua encima... llevamos máximo como una hora intentando que alguien se detenga, pero las pocas que lo hacían venían en familia e iban llenos. El último coche que paso no se detuvo y hace media hora que no pasa ninguno.

Caminos por la orilla de la carretera y poco a poco vamos, nos detenemos un momento y seguimos. Parecemos perdidas en el desierto. Sandra me mira cansada y eso me preocupa. Sandra esta muy débil todavía y me ha contado que el doctor que la atendió le pidió reposo y eso es lo meno que está haciendo. Varias veces nos detuvimos y ella solo se apoyaba de mi mientras pasaba uno que otro mareo.

Veo un coche venir y me pongo a sacarle la mano, Sandra y yo festejamos cuando veo que se detiene y se estaciona a mi lado pero nos arrepentimos en el mismo momento cuando vemos a la persona que se estacionó. Un hombre moreno super alto, su cabello amarillo es largo y su barba es inmensa, trae un cigarrillo en la boca y venía vestido de negro, y se veía tan peligroso y más cuando lanzó el cigarrito al suelo y lo piso con sus botas de cuero, sonrio dejando ver sus dientes negro y uno solo plateado. Sandra se agarro fuerte de mi brazo y lo apretó.

—¡Lo siento... nos confundimos de coche!— miento y este hombre sonríe.

—¡Oh vamos nenita que ah pasado no les hare daño!— exclama en un susurro y se acerca a nosotras. Nuestra reacción es caminar para atrás.

—¡No es necesario nuestro hermano ya vendrá!— este hombre asiente y se da la vuelta para montarse al coche.

Sandra y yo empezamos a correr por inercia y cuando menos no los esperamos este hombre viene en su coche detrás de nosotras a toda velocidad. Cuando menos me lo espero este ya me ha agarrado y a intentado besarme mientras Sandra solo llora.

—¿A donde creen que iban nenitas? Ustedesme han llamado.

Intento alejar su asqueroso rostro de mi cara, pero este es más fuerte que yo y no pude. Unas náuseas horribles se apoderan de mi cuando junta su boca a la mía, cierro los labios y este pasa su lengua, muerdo su labio y este se separa de mi dándome una bofetada que me hace caer en la tierra, con mi nariz votando sangre y mi boca partida por lo grande de su mano y lo fuerte del golpe mis ojos pesan y siento desmayarme poco a poco mientras la sangre se junta con la tierra.

Con los ojos entre abiertos veo aquel hombre tirar a Sandra al suelo y empezar a desgarrar su ropa, me hace sentir impotente. Con la poca fuerza que tengo intento buscar algo entre la tierra y me corto la manos con una botella partida. ¡Esto servirá! Me arrastró hasta el hombre y me levanto poco a poco, porque cuando el me mira eh terminado de partir la botella en su rostro y este empieza a votar sangre mientras va quedando inconsciente.

Sandra me mira y como puedo la ayudo a levantarse, con mis pies doy aquel hombre y agradezco que por éstos lados  muchas personas dejen botellas y latas de cerveza. Sandra tiene un moretón en su cuello y chupetones en su cara. Fue una mala idea haber hecho esto.

A lo lejos veo a un carro venir y me pongo alerta, este detiene a nuestro lado y yo aún con un pedazo de vidrio en la mano apunto a la persona que se bajó. Una mujer  ya conocida para nosotras se estaciona y veo una sonrisa burlona tras esa cara de preocupación. Beatriz me ayuda con Sandra quien está apunto de desmayarse y la subimos al coche.

Diez minutos más tarde estamos en el hospital, mientras un oficial de policía anota nuestra denuncia. Sandra esta dormida mientras a mi no me han podido atender, el hospital de aquí es muy pequeño, apenas tiene lo necesario para revisar heridas leves y atender unos que otros pacientes.

lo siento, Es Imposible ✔ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora