Capítulo 42

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31/10/2020

—¿Segura que quieres hacer esto?— asenti mientras la aguja perforaba mi piel. Aprere los labios del dolor y sonreí a mi acompañante.

...

—Liza esto se esta saliendo de control— no me importa lo que decía porque me monte en la barra y empecé a bailar mientras todas las personas me aplaudían.

Me sentía una reina cada que me miraba y aplaudían. Cada vez que alguien se me acercaba y me decía cosas bonitas, mientras yo lloraba y abrazaba a mi acompañante quien tomo un vuelvo desde Catana hasta aquí por mí.

—¡Te amo! ¡Te amo tanto!— dije entre risas— el no me ama, el no me ama a mi— las lagrimas corrían por mi rostro regando el maquillaje y regando su camisa.

...

—Vamos a casa Liza, has tomado demasiado— me rei en su cara y agarre sus mejillas depositando en beso en sus labios.

—Si vamos a follar, con gusto me voy— le grite y este negocio frustrado— hoy me rompieron el corazón, pero yo se lo voy a romper a él, cuando me supliqué de dorrillas que lo perdone— me río— brindemos porque hoy me rompieron nuevamente el jodido corazón.

...

Mi garganta ardía, mi estómago lo hacía de igual manera, cada vez que tenía punzadas y vomitar algo que no tenía. Mi estómago estaba vacío y aún así tenía ganas de vomitar. Mi cabeza daba vueltas y dolía. Otra punzada más me dio y me incliné a donde estaba el vote se basura.

—¡Joder Eliza¡- se queja mi acompañante— Te dije que no tomaras tanto— con una mano lo calle y me vuelvo a retorcer cuando me dan otra punzada.

Hace tres días que estoy en Colombia, había venido a estar con Claris pero cuando llegué tuve la mala noticia de que ella había viajado a Catana. Me quedé sola y aunque al principio lo necesité para llorar lo que tenía que llorar, luego me sentí frustrada y llame a mi mejor amigo. El no se negó en venir y apoyarme en este momento.

Jamás me pude quejar de su compañía, porque a pesar de todo lo que paso, el siempre me cuido y apoyo. Mi cabeza daba vueltas y cuando sentí caer el me sostuvo. Cerré mis ojos y aun con cerrados le sonreír, le dedique la mejor sonrisa que tenía en estos momentos. Una sonrisa falsa y sin vida.

Me colgaba de sus brazos mientras el caminaba a la orilla de la playa y nos sentábamos en un puente, puse mi cabeza en su hombro y cerré los ojos.

Mi teléfono no había dejado de sonar, eran múltiples llamadas de mamá, papá, Sebastián y todas aquellas personas. Yo solo me dediqué hacer un grupo familiar y escribir un mensaje que decía: ¡Estoy bien, solo necesito unos días!

El chat se comenzó a llenar de mensajes que decidí ignorar, también tenía llamadas de Matthew, Marcela, Laura y Clar, las cortaba no quería hablar con ningún Allamand. Se que suena un poco inmaduro pero todos ellos me recordaban a él. El me escribía, me llamaba... pero igual las rechazaba, no quería nada que tuviera que ver con él.

—¿Irás al cumpleaños de Sandra?— su pregunta me toma por sorpresa.

—¡Claro que iré! ¡Me vestire como toda una reina y mataré a todas con mi belleza!— El alcohol daña mi mente. Apoyo mi cabeza en su hombro mientras observamos las olas moverse.

—¡Joder peque!— exclama de repente— Eso es una gran idea.

Me río, el suele tener ideas locas, pero esta se pasa. ¿Enserio me esta diciendo que es una gran idea?

—Venga Miguel, eso sería absurdo.

—Vamos a casa debes dormir, estas muy flaca, pareces un palillo— susurra y me ayuda a levantar.

lo siento, Es Imposible ✔ #1Where stories live. Discover now