lo siento, Es Imposible ✔ #1

Capitulo 22

                        15/07/20

"Todos sufriremos, unos más que otros pero lo haremos".

Realmente nunca comprendía los dichos de papá, eran tan confusos pero tan claros... me confundían pero me hacían sentir que tenían razón.  El siempre ah sido tan sabio y sus palabras siempre eran las correctas, es el mejor consejero que pude haber tenido, tan compresivo y agradable. Siempre sabía que decir y que no decir en cada momento.

Siempre me ayudaba a tomar decisiones, me abrazaba cuando me equivocaba y no sabía como solucionar un problema. Lastima que ahora no esté aquí conmigo.

Aun no entiendo como los propios seres humanos nos lastimamos, y luego queremos arreglar las cosas como si nunca hubiesen pasado. Eso pasa conmigo, Matthew no ha dejado de escribirme, llamarme y es tan insistente. Pero no quiero contestarle. Ni lo haré.

Hace seis días que no lo veo ni escucho su voz, y me duele, me quema... Hace seis días que salió aquella mujer de su habitación y lo besaba, mientras el cerraba sus ojos y suspiraba. Aquella mujer que supe por los periódicos que lo engañó y el ha vuelto a aceptar en su vida, y duele horrores, se siente como espinas atravesando mi piel.

Después de salir del hotel llegue a mi habitación y me encontré a Juana saliendo de su departamento, ella me vio que estaba a punto de llorar y me abrazó y sentí por lo menos un poco de apoyo para no hacerlo. Después de eso ella me invitó a su casa a las afueras de Catana y acepté.

No negaré que me eh sentido tentada de ir a donde el y patear sus partes. Pero también se que el no es el culpable, la culpable soy yo, yo me enamoré... O bueno eso es lo que creo.

Ahora tengo miedo.

Aposté todos mis sentimientos a él y me deje llevar por algo más que solo pasión y termine hundiendo en un vacío otra vez, el me lo dijo aun recuerdo sus palabras "No te enamores de mi". También sabia que solo era sexo, pero no había nada que hacerle. El corazón siempre hace lo que quiere sin importar las consecuencias de lo que siente.

Juana ha estado conmigo en todo momento y me ha aconsejado mucho y me cuidado como mi propia madre. Es una gran mujer pero aún no entiendo ¿Por qué está tan sola? Quizás le guste la soledad para protegerse de la humanidad. Mi teléfono vibra y el nombre de Matthew ilumina la pantalla. Resignada, con ganas de mandarlo al carajo y haber analizado todo, contestó. Pero no hablo solo espero que el hable:

—Liza, Bonita se que estés ahí, solo quiero que por favor me escuches y me dejes explicarte todo— dejo que hable— No te voy a negar que la bese pero eso no significó nada, me importas tu Eliza y quiero que estés aquí... por favor háblame— silenció—. Juro que no volverá a pasar Eliza, ahora lo que importa somos tu y yo pero por favor háblame.

Suspiro y miro por la ventana, el cielo está nublado, las nubes grises decoran el cielo, la lluvia cae tan relajante y solo se puede escuchar su respiración mientras las gotas de agua caen creando un hermoso sonido.

—¿Que somos tu y yo?— preguntó

—Eliza somos algo más de lo que puedo decir...

–No quiero serlo Matthew...— susurró— Dejemos todo esto. Sufres tú y sufro yo.

No le doy tiempo a contestar cuando ya he colgado. Meto la cabeza entre mis rodillas y paso una sábana por encima de mi para cubrirme; quitar el frío de mi cuerpo y disfrutar del chocolate caliente que Juana me trajo.

A la mañana siguiente decido regresar a casa y cuando llego encuentro es un desastre demasiado grande. Así que para distraerme empiezo a organizar todo. De pronto se ven cajas por todo lados, ropa, zapatos, platos, etc. Joder pero que desastrosa soy.