5. Carreras

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No sé como reaccionar, mí cuerpo está inmóvil, la saliva no me pasa y siento qué me voy a desmayar.

Es imposible, él mundo conspira en mi contra. Por un momento tengo el impulso de salir corriendo y traspasar la ventana tipo película.

Cinco años, cinco jodidos años sin verlo. Mí primer amor, mi primer hombre, pero sobre todo el que más me dolió, uno de los primeros en traicionarme, David Hernán... Es el chico más miserable y estupido que he podido conocer, pero también es muy bueno.

-Hola David- digo sin darle importancia.

-Así no se saluda liza-dice y me toma desprevenida cuándo me da un beso en la comisura de mis labios.

-¿Qué haces aquí?-preguntó con molestia por su acto.

-Tu madre me invitó-dice y veo a mamá encogerse de hombros. Suspiró.

-Genial- digo- voy por un trago, con vuestro permiso - me voy.

Esto es increíble primero mí mañana caliente con Matthew y ahora David. Esto no sé puede poner peor ¿o sí?. David y yo fuimos novios durante cuatro años, dónde me vio la cara cómo una estupida.

Papá nunca le gustó nuestra relación, decía que "El amor nos vuelve ciegos hasta él punto de no creer hasta lo qué vemos con nuestros propios ojos".

Y cómo tiene razón, nunca le hice caso y siempre creía como adolescente "enamorada" lo qué me decía David, comillas porqué a esa edad no sé le llama amor, lo qué sentíamos solo eran ilusiones y creemos que es amor, pero sólo nos damos cuenta lo qué es realmente hasta qué lo conocemos.

David es una de las peores cosas de mí vida; lo único que le agradezco es que me enseñó un lado de la vida que duele demasiado y debés aprender a afrontarlo, para poder seguir adelanté.

Caminó por toda la casa observándola tal cual como siempre, la casa no es muy grande pero sí lo necesario para una familia de seis y bueno una entrometida; está todo tal cuál como lo recuerdo excepto porque las paredes antes eran de verde manzana y ahora son azul turquesa.

De ella cuelgan fotos de cada integrante de la familia mientras crecemos y maduramos. Mamá era fanática de tomarnos fotos cada año y colgarlas en la pared según para cuándo estemos viejos vernos en ella y suspirar recordando ésos días.

Los sillones están dónde mismo en la esquina de la sala rodeando la mesita de madera, está la mesa del comedor casi en medio de la sala, por el pasillo que indica la cocina, hay diferentes adornos, incluso hay una mesa en una esquina de varios pisos que tiene animales, personas, objetos y diversas cosas de porcelana y cerámica.

Suspiró cuando mis ojos llegaron a una foto donde esta mamá, papá, Sandra, Sebastián, él y yo, felices y sonriendo como lo que éramos, una familia feliz e inseparables.

-Algún día tendremos que hablar de él - dice mamá llegando por detrás.

-Lo sé mamá, pero aún no es él momento-digo sin dejar de ver la foto.

-No te presionó cariño-dice y me abraza- sabes que te quiero ¿no?- pregunta y asiento.

-Te extrañe-digo y siento un par de brazos más envolvernos a las dos.

lo siento, Es Imposible ✔ #1Where stories live. Discover now