lo siento, Es Imposible ✔ #1

Capitulo 21

Después de una noche movitida con   Matthew, entre la oscuridad del pasillo el se fue a la habitación donde se queda y yo me quede rendida, después de ese maratón que me da.

A primero hora cuando me levanto y bajo a la cocina, todos esta dormidos y eso me da más libertad de relajarme y hacer un poco de desastre. Bajo en silenció las escaleras mientras mi estómago ruge reclamando comida... pero mi gran sorpresa es encontrarme con la chica rubia que llego con Matthew y no hablo no dijo nada, era poco lo que decía, incluso luego se alejó de todos y evadia a todos los que se acercaban.

Ella me mira y esos ojos azules tan idénticos a los de mi francés conectan con los míos, pero apenas lo hace baja la cabeza. Camino hasta la nevera y la abro, saco de ella una caja de leche y la sirvo en una taza para luego hechar el cereal "Azucaritas" y sentarme en frente de ella.

—Hola— saludo con una sonrisa y ella levanta apenas la cabeza se su libro y me sonríe tímidamente—. Soy Eliza— ella no dice nada y cuando veo que no piensa decir nada, vuelvo a hablar—¿Tu como te llamas?

Ella me mira y habla.— Soy Marcela, es un gusto conocer a la mujer que a echo a mi hermano dejar de ser tan egoísta consigo mismo y con todos—. Dice en un perfecto francés como el de Matthew, pero más notable. Juro que sí no me hubiese tragado el cereal antes lo hubiese escupido en su cara, se supone que nadien lo sabe ¿Como es posible? Ella parece notar mi duda y habla

—Matt estaba muy ansioso por llegar aquí, sus miradas, la manera de comportarse contigo y...—pausa pensando si decir lo siguiente— lo vi salir esta madrugada de su habitación—. Joder, eso fue muy rápido.

—...Ah...— las palabras se quedan a mitad y ella se sonroja apenada.

—Perdon si la incomode.

—Oh... tranquila, solo que has hablado muy rápido y me has dejado un poco confundida. Eres muy analítica– digo y Marcela se pone de un color de un tomate. Que linda— bueno Marcela, es un gusto y bueno no sé porqué piensas que eh hecho un cambio en tu hermano, pero por favor, solo ti sabes lo que pasa entre el y yo. Podrías guardarnos el secreto— ella asiente—. Genial— sonrió.

—Espero que puedan llegar a más y por favor no rompas más su corazon— sus palabras me confunden pero me reconfortan. Y cuando estoy por responder Matthew entra a la cocina vestido con unos shores negros y una franela pegada a su cuerpo por el sudor. Suspiro y muerdo mi labio.

—Buenos dias— dice y camina hasta su hermana y le revuelve el cabello. Me mira—. Buenos días señorita Eliza— dice y sonrió para ver a su hermana, el me imita y frunce el ceño— ¿Pasa algo?—pregunta.

Marcela se levanta y agarra sus cosas para hablar:

—Con vuestro permiso me retiro—iba a contestarle pero así como hablo a si se fue. Matthew me mira curioso y sonrió.

—¿Que pasa?—pregunta curioso.

—Tu hermana sabe lo nuestro— su cara pasa por muchas emociones pero no detona nada de sorpresa. Sonríe y camina hasta mí para meterse entre mis piernas y darme un castro beso en los labios.— ¿Por qué no estas sorprendido?

—Es Marcela.

—Eso no me aclara nada.

— Marcela siempre adivina cosas sin necesidad de decirlas, solo con actos y comportamientos. Digamos que es un don, analizar y deducir todo rapido— el empieza hacerme cosquillas y yo empiezo a reír por lo bajó mientras le pido que pare... el empieza a reír conmigo y me sube al mesón para meterse entre mis piernas y besarme suavemente.

Un carraspeo interrumpe nuestro beso y los dos miramos a esa dirección. ¡Joder! Clar nos mira con sorpresa y su mirada es acusadora. Le indico a Matthew que me baje, pero este se niega y se aprieta más a mi indicándome que no lo hará. Suspiro y espero las palabras de Clar.