CAPÍTULO 83

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"El enemigo recibe el golpe por mi"





Liu Jian aterrizó directo en el bosque, solo para encontrase todo quemado, pero no de forma uniforme. Era extraño, un raro y fantasmal fuego azul ardía sobre las plantas secas, pero no las quemaba. 

Y unas profundas huellas se podían ver en el fangoso suelo. Huellas que parecían haber quemado en suelo.

Repentinamente, tanto los maestros como él, comenzaron a escuchar unas voces. 

- ¡Por favor corran!

- ¡Deben impedir que la robe!

- ¡Deténganla, no debe tomarla!

- ¡Corran!

Liu Jian trató de cubrirse las orejas. - ¿De que hablan? ¿Quién es...?

Sus palabras fueron interrumpidas, por una voz profunda y escalofriante. - Vaya, vaya, vaya... Unos mortales muy poderosos.... Puedo sentir su energía espiritual a kilómetros. 

"......"

- ¡¿Quien eres?! 

- ¡¿Que es lo que quieres en el Sur?!

- ¡Revélate! 

Los maestros y Liu Jian estaban a la defensiva, observando su entorno. La voz volvió a presentarse, y ahora era mas clara. - Lo que quiero, ya lo tengo... 

Frente suyo había una mujer, con una larga capa azul, y ropajes algo desgastados. Ojos amarillos penetrantes, y cabello azul. 

Liu Jian tembló. - No es mortal... Es un Demonio...

Lang Feng sonrió, levantando su mano, y al instante, las armas de todos volaron al cielo. - Odio que me apunten si no tengo con que defenderme...

Las voces se volvieron a escuchar. 

- ¡Deténganla! ¡Ella quiere robar la espada de Su Majestad!

- ¡Rápido!

- ¡No pueden permitirlo!

Lang Feng apretó su puño, y todos colapsaron soltando una bocanada de sangre. 

- General Yang, se que su alma esta atrapada en este lugar... ¿Enserio creyó que utilizando su energía, lograrían ocultar la espada? Tal vez él, no pudo encontrarla, pero yo si... ¡¿En donde esta?!

Liu Jian trató de observar con la vista desenfocada. - ¿Espada?... ¿Qué espada?

Las voces se escuchaban llorando, y agitadas, con miedo.  

Lang Feng caminó por el lugar  - Cuando él llegó aperseguirlos por huir, los asesinó a todos. Mujeres, hombres y niños. ¿Y todo por que? ¿Por una espada?... Si que estaba desesperado... Mas sabiendo que esa espada fue la única arma de Su Majestad, la cual le dio al General Yang para proteger a los pocos que escaparon. Una espada que yo quiero... Así que... ¿En donde esta?... Díganmelo, y por fin sus almas descansaran en paz.

las voces hablaron. 

- ¡Nunca! ¡Esa espada no te pertenece!

- ¡Esa espada era de Su Majestad!

- ¡La espada no sirve a demonios!

Lang Feng inclinó su cabeza. - Veo que las almas son mas perceptivas que los mortales, se dieron cuenta que era un demonio jajaja

Liu Jian apareció su látigo dorado,l le dio un vistazo a los maestros, y gritó. - ¡AHORA! 

De inmediato, los maestros lanzaron disparos de energía espiritual, y Liu Jian dirigió su látigo. Estos fueron muy rápido, tanto que podrían pulverizar a cualquier ser humano. Sin embargo, Lang Feng solo sonrió, y movió su mano frente ella, los ataques se desvanecieron en el aire.

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