CAPITULO 109

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"Sin Palabras... Nadie es completamente inocente o puro"



Los minutos seguian transcurriendo, fuera de la cabaña aún era tormentoso. Lu Xian, Mi Zhin y El Jefe Yin ponían todo de si para poder rescatar y evitar las transformaciones de sus amigos y amado.

Pero... ¿Realmente podían lograrlo? Después de ver esos recuerdos que ni siquiera los mismos Shen Kai, Riu Ha y Liu Shen recordaban ¿Cómo podían pretender entender a lo que se enfrentaban?

El sudor, y la tez pálida fue lo que caracterizaba la apariencia de esos hombres. Luchaban internamente, y sin dejarse consumir, no podían! Debían salvarlos!!!

Hasta que.…

De la nada, y exaltado casi gritando, Lu Xian fue el primero en abrir los ojos de golpe, cayendo de la silla en la cuál estaba sentado.

Su respiración era pesada, su tez pálida acompañada del sudor en sus ojos y boca.

Tardó unos momentos en poder pronunciar una sola palabra, cuando uno de los ayudantes médicos llamó a su lado alegre.

- ¡El joven maestro, El joven maestro Gu Zhanli!!... La fiebre está bajando ¡Funcionó! Realmente funciona!

Lu Xian debería estar completamente aliviado, feliz, y satisfecho.... Pero su mirada y su cuerpo expresaban miedo y confusión.

- Tra... Trai... Traigan agua... Agua...Agua..

Su mente vagó, se perdió... Su Excelencia, Ye Zhing...  Ye Zhing...

La cara del joven que escuchaba órdenes, observó extrañado por la expresión de Lu Xian, pero solo salió obedeciendo las órdenes.

No pasó mucho tiempo, para que de la misma forma que él, El Jefe Yin despertara desorientado y con confusión.

Silencio absoluto (....)

Se miraron, se querían hablar, pero solo se sentaron tranquilamente y ninguno dijo una sola palabra.

Paso un poco, cuando sin previo aviso, Mi Zhin comenzó a toser, cayendo de la silla y con una tez fría temerosa.

Finalmente los tres habían logrado su cometido. La fiebre y mala apariencia que originalmente tenían los tres jóvenes en las camas, ahora comenzaba a mejorar.
La fiebre bajó sorpresivamente rápido, sus labios morados tenían color de nuevo, y el sudor frío se detuvo.

Aún después de estos increíbles avances y la rápida recuperación, algo no andaba bien.

Mi Zhin, Lu Xian y el Jefe Yin, ellos aún no podían decir nada.

(...)

.

Ante un enorme dolor, hay una hermosa causa... ¿Cierto?

Cuatro personas arrodilladas en aquel frío suelo, sus ropas ensangrentadas, y sus armas destruidas.

La sonrisa macabra de este tipo, una que no podían ver, pero sin dudas sentir ¿Pelearon para perder?

- Vaya vaya... Aquellos que son la cúspide del poder en este mundo, siempre fueron tan débiles?

(...)

- ¿Cómo piensan proteger a las personas si no pueden protegerse a si mismos?

Aquella tez era nítida bajo la luz de la luna, su máscara cubría todo rastro de humanidad...  Pero no hacía falta, pues seguramente esa persona no tenía ni una sola pizca de humanidad en su interior...

Liu Jian frunció el ceño, tratando de mirar con claridad, pues la sangre que brotaba de su herida en la cabeza, no lo dejaba ver muy bien. Esa voz le resultaba oscura y fría, pero también conocida...

Muy conocida...

- ¿Quien eres? ¿Que quieres? ¿Porque haces esto?...

Tres simples preguntas, que fueron suficientes para captar la atención de ese individuo.

- ¿Quién soy?... - Rió con desinterés.- ¿Acaso soy demasiado iluso? Creí que los grandes cuatro maestros de las sectas más importantes y poderosas del mundo, podían descubrirme... Decepción, estoy decepcionado.

Se dio vuelta, moviendo sus manos con ansiedad y jugando. - díganme... Después de todo ¿Quién falta aquí?...

De inmediato los ojos de todos saltaron de horror y confusión ¡No era posible! ¡¡No podía ser posible!!!

Su...

¿¡¡ SU EXCELENCIA?!! YE ZING?!!!

Finalmente la máscara que portó por años, se quebró en el suelo rocoso. Ese hombre reveló su rostro, su verdadero rostro...

La persona que los humilló, que los usó, que los manejos cómo a títeres en su obra... Ese hombre, ese demonio... Era nada más y nada menos que la persona que les sonrió, les dio la mano, les apoyó cuando lo necesitaron.

Su excelencia, el hombre bendecido por los cielos, Ye Zing.

- Que tontos... Que inútiles... Que lamentables...

Ye Zing, con unos hipnóticos ojos rojos los miraba como a simples sabandijas en su patio de juegos.

Unas sabandijas que debía aplastar.

Liu Jian solo pudo sentir sus entrañas retorcerse, acompañado de unas enormes ganas de vomitar. jamás en su vida se había sentido tan mal. Ese hombre le tendió la mano cuando su padre falleció, le ayudó con todo, le aconsejó... Y nada, absolutamente nada fue real!!

- Imposible... No... Su excelencia... Imposible...

Ante sus palabras, Ye Zing sonrió inclinando levemente su cuerpo, para después patear a Liu Jian directo en el abdomen.

- Niño estúpido ¿Que es lo que no puedes creer? Eres patético, creí que podías servirme en un futuro... Pero tengo razón, no eres a quien necesito.

Liu Jian se reincorporo con dolor, dejando salir una bocanada de sangre. - ¿Que- ¿Que quieres decir?...

La silueta inclinó un poco la cabeza, burlándose completamente de él. - ¿Aún no lo entiendes?... Liu Sheng... A quien necesito es a él.

(...)

- Tu hermano menor... Bendito por los dioses con un hermoso cabello blanco... Pero jamás, ustedes jamás entendieron el enorme poder que posee...

Ye Zing chasqueo los dedos, y de inmediato una mujer con capa roja apareció.

- Sei, tráemelo... Trae a Liu Sheng con tus propias manos.

La mujer sonrió de oreja a oreja, reverenciando. - Si, mi señor.

¿Un poder, que clase de poder?... Ahora mismo, liu Shen quien venció a la muerte, está en peligro... ¿Que quiere Ye Zing de él?...







Encuentrame Entre TiemposWhere stories live. Discover now